“La diferenciación entre firmas ya no viene motivada por su capacidad técnica, sino por su capacidad de servicio” y, en este proceso de cambio, “la digitalización desempeña un papel clave, ya que ofrece una infinidad de oportunidades a los despachos de abogados para diferenciar sus servicios con respecto a la competencia” ha asegurado Eugenia Navarro, profesora de Estrategia y Marketing Jurídico de ESADE Law School, en el foro “El entorno digital: ¿cómo está cambiando la profesión?” organizado por ESADE, en colaboración con  la Fundación Wolters Kluwer. En este sentido, Navarro ha recalcado que “esta búsqueda de la diferenciación ha originado una evolución en el sector legal, sobre todo en la forma de prestar servicios y en el modelo jurídico, con la aparición de los Alternative Business Structures, una evolución de los despachos de abogados hacia auténticas empresas de servicios jurídicos, en el que su modelo y acercamiento al cliente es visiblemente empresarial”.

La digitalización: gestión, efectos y ventajas

Julio Villalobos, director de Marketing de ESADE, ha explicado que, “cuando una organización afronta la transformación de lo analógico a lo digital, es necesario mantener la coherencia como marca, tener una formación concreta en la materia y recursos humanos para definir el cambio, así como comprender que el proceso de digitalización es una cultura corporativa que cada departamento de esa organización debe integrar y asimilar”.

Por su parte, Begoña Mestanza, directora de Soluciones de Mercado de Wolters Kluwer, ha destacado que “la transformación digital no solo consiste en utilizar nuevas tecnologías, sino en observar, revisar y modificar los procesos existentes en nuestra organización para que, mediante la tecnología, podamos conseguir eficiencias en los servicios, en la captación de clientes y en otorgar mayor valor a los mismos”. En este contexto, Mestanza ha señalado que “la digitalización ha mejorado el desempeño de la profesión del abogado, no solo en términos de accesibilidad, manejo de grandes volúmenes de información, gracias al big data, y actualizaciones continuas de contenido, sino que también ha permitido la creación de nuevos modelos de abogacía”. Sin embargo, Mestanza ha advertido que “el sector legal todavía sigue siendo uno de los sectores menos informatizados y automatizados, en el que el parqué tecnológico es deficiente y la formación digital a los abogados es escasa”.

La transformación digital también ha incidido en los clientes: desarrollo de nuevos perfiles y nuevas exigencias. En este sentido, la profesora de ESADE, Eugenia Navarro, ha señalado que “todavía existe un perfil de cliente tradicional que necesita estar en contacto de forma física con su abogado para sentirse más seguro” pero también “se ha generado un perfil más digital y conectado que recurre a internet para buscar un servicio legal”. Asimismo, Navarro ha recordado que “hay que tener en cuenta hacia dónde se dirige el mercado” pero “sin dejar de adaptarse a la tipología del cliente”.

La ciberseguridad legal

María de la Torre, Chief Compliance Officer del Grupo MÁSMÓVIL, ha explicado durante su intervención en ESADE que “hasta hace poco el ámbito de la ciberseguridad legal dependía de los departamentos de sistemas y seguridad, pero esta situación ha cambiado” y ahora “es necesario incluir los aspectos de ciberseguridad en los informes de gobierno corporativo y saber trasladar al consejo de administración nuestro mapa de riesgos y matrices de responsabilidad que tenemos para abordar un posible ataque de ciberseguridad”. De la Torre ha insistido en que “el abogado es el interfaz perfecto para explicar la nueva tecnología en el mundo de siempre” y, además, ha añadido que “es quién debe impulsar internamente ese cambio de aproximación cultural de este aspecto legal que es la ciberseguridad”.

Para Mestanza, “la ciberseguridad es uno de los principales retos de las firmas de abogados, ya que es un tema complejo de abordar debido a la información tan sensible con la que trabaja el sector”

El encuentro también ha contado con la presencia de José M. de Areilza, profesor de ESADE Law School y titular de la Cátedra Jean Monnet – ESADE; y Rosalina Díaz Valcarcel, presidenta de la Fundación Wolters Kluwer.