Estimado navegante:
En tan solo tres semanas hemos pasado de escuchar frases como la que encabeza este articulo “ Gobernar es repartir dolor”, originaria del Ministro saliente Gallardón a oir otra donde se habla del consenso en la búsqueda de las reformas, ésta propiedad del actual titular de Justicia Rafael Catalá
Resulta difícil explicar a cualquiera de nuestros lectores qué es lo que ha pasado en tan poco espacio de tiempo. Como ya sabes, Gallardón se marcho del Gobierno sin haber logrado el consenso necesario para impulsar una nueva reforma en la reforma del aborto. Tras de sí dejó muchos proyectos y anteproyectos pendientes y bastante malestar entre los operadores jurídicos. http://goo.gl/22tGLW
En otro comentario en este blog nos preguntábamos qué iba a pasar con las reformas del Ministro Gallardón http://goo.gl/PCIBae Esta cuestión parece que se va aclarando tras la comparecencia del propio Catalá en la Comisión de Justicia del Congreso http://goo.gl/Co7jqf . En esa su primera visita a la Cámara Baja, el que es hoy titular del Palacio de Parcent dejó claro cuál iba a ser su hoja de ruta.
Nuestro nuevo Ministro de Justicia volvió a apelar al diálogo y al consenso en esa exposición con el resto de las fuerzas políticas. De hecho dejó en el aire la propia prisión permanente revisable, figura del nuevo Código Penal que rechazan todos los partidos políticos y que dejó entrever que pudiera quedar en el olvido si fuera a romper el consenso que pretende.
Catalá es consciente del poco tiempo que le queda para poder hacer alguna reforma de calado. Menos de trece meses con unas elecciones autonómicas durante el próximo mes de mayo. Parece por que comentó en el hemiciclo que irá a reformas parciales. Cambios concretos en ese Código Penal y otras modificaciones en la nueva LEcrim para que los procesos de instrucción puedan tener una duración limitada y así evitar que determinadas causas se eternicen.
También la doble instancia penal se instaurará, otra demanda que nos ha pedido Europa en muchas ocasiones, lo que no queda claro es que si reformará el Estatuto del Ministerio Fiscal para que éste pueda llevar la instrucción, al lado del juez de garantías otra de las reformas de la citada LEcrim.
Desde la abogacía se ve con cierto recelo a Catalá. Reconocen que han sufrido mucho con el propio Gallardon quien también habló de diálogo y consenso aquella vez que visito el CGAE por vez primera. No parece, sin embargo que Catalá vaya a jugársela al CGAE por la espalda. De momento la reforma de la Ley de Servicios y Colegios Profesionales parece parada. Nadie dijo nada de ella en esta comparecencia.
Otra cuestión diferente es el Registro Civil y las Tasas Judiciales. Sobre estas dos cuestiones el resto de los partidos políticos dejaron claro que era necesario un cambio radical. Sobre las Tasas todos los portavoces pidieron la derogación inmediata http://goo.gl/KZSDQT mientras que el nuevo Ministro, una de las pocas veces que se le vio intranquilo, insistió, como ya comentó en otras intervenciones en estudiar el impacto de las tasas antes de tomar una solución sobre el futuro de las mismas.
Nadie duda que el escenario parece que ha cambiado de forma notable. El escenario electoral que se vislumbra a medio plazo parece que va a condicionar muy mucho el trabajo del nuevo Ministro de Justicia y su equipo de trabajo. De hecho, la reforma que plantea de la LOPJ es bastante descafeinada y contempla el mantenimiento de todos los partidos judiciales existentes con algún cambio. Es posible que ese esquema fuera distintito de no haber unas elecciones de por medio.
La tarea del nuevo Ministro de Justicia no es fácil. Debe romper con hechos y no solamente con palabras la desconfianza que los operadores jurídicos tienen. Tres años con Ruiz Gallardón han sido para jueces, fiscales, abogados y otros interlocutores insufribles por el talante nada dialogante del anterior titular de Justicia.
Es buena idea el calendario de reformas anunciado por el propio Rafael Catalá. Reformas concretas para desbloquear la justicia y sus juzgados. Está bien que se creen 282 plazas de jueces y 46 de fiscales como también estaría que buscara una solución para los jueces y fiscales sustitutos, desde el 2012 en un injusto limbo legal.
Muchos de ellos están en una situación económica crítica. Y la gran mayoría se encuentra en una lista de la que si salen pierden sus derechos aunque no trabajen. En otro anterior post ya comentamos una solución que fue dada también en el Congreso por Carlos Lesmes, presidente del CGPJ, http://goo.gl/jdp6t9
Queda poco tiempo, Sr Catalá, reciba a los operadores jurídicos, escúcheles y haga las reformas adecuadas para que esta justicia nuestra funcione.
La sociedad española se lo agradecerá, no le quepa duda
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@LuisjaSánchez |