En
los
cinco
años
que
llevo
de
actividad,
nos
hemos
acercado
a
muchas
instituciones
para
conocer
cuáles
son
las
necesidades
de
la
infancia
en
cuanto
a la
protección
de
derechos
y
hemos
conocido
situaciones
límite
que
nos
han
llegado
al
corazón.
Y es
que
los
niños
son
un
colectivo
especialmente
vulnerable
e
indefenso
en
el
que
sus
derechos
se
diluyen
en
la
vorágine
de
una
sociedad
que
poco
se
para
a
pensar
en
ellos,
más
allá
de
saber
que
sus
derechos
son
obligaciones
para
los
adultos.
Sin
embargo
y a
pesar
de
las
buenas
intenciones,
en
todos
los
países
del
mundo
encontramos
niños
que
viven
en
condiciones
excepcionalmente
difíciles
y
esos
niños
necesitan
especial
atención.
Queremos
sensibilizar
a la
sociedad
en
general,
y a
los
abogados
en
particular,
sobre
la
importancia
de
defender
los
derechos
de
los
más
pequeños,
los
más
vulnerables
porque,
además
de
una
cuestión
de
humanidad
y
principios,
se
trata
de
una
apuesta
por
un
futuro
más
justo,
el
de
los
niños
de
hoy
y
adultos
del
mañana.
Es
nuestra
responsabilidad
y la
de
nuestro
Estado
que
ratificó
la
CONVENCION
DE
LOS
DERECHOS
DEL
EL
NIÑO
en
1.990
junto
con
192
estados
miembros
de
Naciones
Unidas,
el
cumplimiento
de
lo
allí
acordado.
La
Convención
de
los
Derechos
del
Niño.
Acogiéndonos
a
los
principios
básicos
de
la
Convención
y
desde
nuestra
posición
y
objetivos
de
la
Fundacion
de
hacer
que
el
Derecho
y su
protección
llegue
a
todas
las
personas
en
igualdad
de
condiciones,
sin
distinción
alguna,
por
motivos
de
raza,
color,
sexo,
idioma,
religión,
opinión,
queremos
con
esta
iniciativa
aportar
nuestro
esfuerzo
en
dar
cabida
a
tantas
personas
que
saben
bien
de
lo
que
hablan,
abogados,
profesores,
fiscales,
asesores
de
colectivos
de
infancia,
discapacidad,
inmigración,
maltrato,
trafico,
y un
triste
etc.
de
vulneraciones
de
derechos,
para
que
nos
hagan
participes
de
sus
conocimientos
y de
sus
experiencias,
que
nos
ayuden
a
valorar,
reconocer,
y
proteger
en
este
caso
a
estos
niños
que
son
los
niños
de
todos.
La
suerte
es
un
evento
que
ocurre
más
allá
del
control
de
uno,
sin
importar
la
voluntad
propia,
la
intención
o el
resultado
deseado.
La
mayoría
de
nosotros
no
somos
conscientes
de
que
la
suerte
que
tenemos,
cada
día a
17.000
niños
mueren
por
causas
que
se
pueden
evitar.
Por
suerte,
nosotros
podemos
cambiar
ese
fatal
destino,
con
tan
sólo
una
vacuna,
un
jarabe,
o el
acceso
a
agua
potable.
Creo
firmemente
que
esta
suerte
es
un
DERECHO
para
todos
los
niños
del
mundo,
y me
he
comprometido
a
ayudar
a
UNICEF
a
seguir
salvando
vidas.
Te
invito
a
celebrar
esta
suerte
colaborando
conmigo.
Por
favor,
súmate
a mi
reto
y
dona
lo
que
puedas.
Con
solo
10 €
y
cinco
minutos
de
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tiempo
es
suficiente.
J
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Muchas
gracias
por
tu
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