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¿Cómo gestionamos los riesgos en los proyectos jurídicos?
MADRID, 24 de MARZO de 2014 - LAWYERPRESS
 

Decía Peter Drucker, padre del management moderno, consejero de los CEO en General Electric, General Motors, Ford, HP, Johnson & Johnson, Merck y Motorola, asesor en el Banco Mundial, que “en la vida hayriesgos que uno no puede permitirse correr y riesgos que uno no puede permitirse dejar de correr”. ¿Cómo se traduce este concepto en el entorno jurídico?
Los riesgos existen en el mismo momento en que un proyecto jurídico se concibe y por lo tanto es necesario poderlos identificar correctamente y prever un plan de respuesta que pueda eliminar, o por lo menos reducir, posibles efectos negativos, o por otro lado que pueda potenciar los posibles efectos positivos. Hablo de efectos positivos por que el impacto de un evento futuro e incierto no necesariamente es negativo: si lo es, hablaremos de riesgos y en caso contrario de oportunidad.
En un proyecto jurídico los riesgos pueden ser tanto internos a la organización (rigidez de la estructura, carencia de recursos humanos, gestión de más proyectos en el mismo arco temporal, etc.) o externos (decisiones de los órganos judiciales, testigos, concesión de licencias o permisos, negociaciones, cambios legislativos, stakeholders del proyecto etc.). ¿Están capacitados los abogados para detectar y analizar los riesgos que pueden afectar al proyecto con respecto a su alcance, al plazo, al coste o a la calidad? Por lo que he podido destacar en estos años de formación en entorno jurídico, estamos más bien familiarizados con los riesgos que se refieren a los aspectos técnico-jurídicos del caso, pero alejado de lo que puede considerarse un plan de gestión de riesgo en project management. ¿Sabemos identificar, analizar, ponderar y gestionar a través de un plan de mitigación o de contingencia posibles efectos adversos a nuestro proyecto? Y más allá de nuestro conocimiento de los riesgos técnico-jurídicos, ¿tenemos en consideración los riesgos que se refieren al negocio del cliente o a nuestra propia actividad incluida la correcta asignación de recursos tanto humanos como económicos?
Esta capacidad, esta consciencia es propia de legal project manager. El LPmanager sabe que el riesgo puede afectar las cuatro dimensiones principales del caso proyecto: el alcance, el plazo, el coste y la calidad. Es capaz de identificar el riesgo y analizarlo desde un punto de vista cualitativo, manejando conceptos como probabilidad e impacto, así como cuantitativo, aplicando técnicas como simulaciones, escenarios de Montecarlo o el valor monetario esperado. El Project Management Institute define esta área de conocimiento como Risks Management.
El Plan de gestión de riesgos es una herramienta fundamental para conseguir uno de los siguientes cuatros objetivos: eliminar el riesgo, transferirlo (por ejemplo, a través de un seguro), reducir los efectos o aceptarlo. Esta última posibilidad, la aceptación del riesgo, puede parecer inusual, sin embargo el aspecto más peligroso del riesgo no es que ocurra sino el no haber previsto que pudiese ocurrir. La finalidad del risk management es tener bajo control el caso-proyecto desde el primer momento y en cada momento de su evolución, teniendo organizada toda la información disponible.
Resistiendo a los últimos reflejos de la ceremonia de entrega de los Oscar, me permito un ejemplo cinematográfico para entender mejor lo que es el risk management. Dos películas: “A Civil Action” (1998, con John Travolta) y “Erin Brockovich” (2000, con Julia Roberts). En ambos casos, las películas se basan en un hecho real: la contaminación de aguas subterráneas por parte de multinacionales que provoca graves enfermedades entre los vecinos de la zona. En ambos casos, los vecinos contratan a despachos pequeños. En el primer caso, el despacho quiebra, aunque consigue llegar a una negociación con una de las dos multinacionales. En el segundo caso, el despacho consigue para los 634 demandantes una indemnización de 333 millones de dólares. La clave del éxito está en una correcta gestión del riesgo. El despacho de A Civil Action se endeuda en la búsqueda de pruebas; el despacho de Erin Brockovich se apoya a otro despacho para seguir investigando, en otra palabras gestiona el riesgo.
La mejor manera de prever el futuro es construyéndolo y saber prever los riesgos de un proyecto jurídico es “La gran bellezza” del project management.
 


 






 


 

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