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Margarita Santana y Daniel Jiménez, socios directores de SLJ Abogados:
“Ha llegado el momento de la boutique especializada”
MADRID, 03 de MARZO de 2014 - LAWYERPRESS / @LuisjaSanchez
 

Margarita Santana y Daniel Jiménez, socios directores de SLJ AbogadosRenovarse o morir cuenta nuestro refranero. Y en esta oportunidad nuestros protagonistas de esta historia prefirieron darle una vuelta a sus carreras profesionales antes que seguir anclados en la rutina. SLJ Abogados es el fruto de la alianza entre Daniel Jiménez, hasta ahora Socio y Responsable del Área Procesal y Arbitraje de Ashurst y Margarita Santana, especialista en derecho penal económico. El despacho arranca en Madrid con seis abogados y quiere aportar una visión muy innovadora del litigio evitando cualquier tipo de conflicto de interés. “Hablamos de una concepción del servicio muy anglosajona. Creemos que el modelo de boutique de litigación puede encajar en el mercado español”, comenta Santana. Para el otro socio “Somos selectivos no queremos llevar cualquier asunto que nos entre. De esta forma la carga de trabajo que tengamos nos permitirá atender a los clientes como se merecen. Este elemento es fundamental para que el cliente te sienta cercano y que diriges su asunto”, explica Jiménez.

¿Porqué se involucró en este proyecto?
Margarita Santana: Creo que era el momento de ponerlo en marcha y contar con un profesional de la trayectoria de Daniel Jiménez que tiene a bien asociarse conmigo y embarcarse en SLJ Abogados. Llevaba ya años con mi firma trabajando de forma autónoma.
Tenemos la misma concepción del Derecho y lo que demanda el mercado a nivel de asesoramiento jurídico. En un contexto con estructuras globales y despachos generalistas aparece nuestra idea como boutique especializada en litigación.
Daniel Jiménez: Creo que era el momento de dar un giro a mi carrera profesional. Llevaba cuatro años y medio en Ashurst y era el momento de realizar algo diferente. Tenía pendiente la asignatura del despacho propio, ya conocía otro tipo de bufetes a lo largo de mi trayectoria profesional.
La verdad que la propuesta de Margarita me pareció interesante. Siempre se me dio bien generar trabajo y clientes. Creo que era el momento oportuno para embarcarse en este proyecto profesional

¿Qué ha sido lo más complicado a la hora de poner en marcha esta iniciativa?
M.S.: Sobre todo la gestión y organización de la firma. Tener muy claro hacia dónde íbamos a ir y el target de cliente para luego establecer nuestra estrategia.
En este tipo de proyectos, la estrategia, el marketing y la comunicación son fundamentales a la hora de usarlos como herramientas. Hay que saber utilizarlos en tu proyecto empresarial.
En este caso concreto, la intervención de Marisa Méndez ha sido clave, tanto en la parte de difusión como a la hora de centrar el proyecto y los objetivos.
Si quieres dar un buen servicio, lo primero que debes saber es que quieres hacer. No es tan fácil este ejercicio que acabo de comentarle.
D.J.: Ponerse de acuerdo con mi socia ha sido sencillo. Lo peor quizás el preaviso que di a mi anterior firma diciéndoles que me marchaba. De los seis meses que me pedían lo dejamos en tres y medio. De todas formas es complicado estar en una firma de la que te quieres ir en estas condiciones.
Reconozco además que estas primeras semanas son complicadas por todo el trabajo que tenemos. Seguramente incorporemos a mas abogados para hacer frente al mismo. Hay además asuntos donde los clientes pidieron una colaboración entre Ashurst y un servidor

¿Fue muy complicado encontrar al socio para el proyecto?
M.S.: Daniel y yo nos conocemos de hace doce años. Lo que fue más complejo es que se integrase en la firma por su carrera profesional. Sin embargo, en este momento le apetecía dar el paso profesional y me siento honrada que se integre en la firma.
D.J.: Margarita me inspira mucha confianza. Llevamos muchos años de relación profesional, nos conocemos bien y siempre tenía esta idea in mente. Ahora al final, ha llegado el momento de la asociación. Es la única persona con la que me hubiera asociado.
Hemos sabido repartir los roles en la firma. Ella se encarga de la gestión diaria de la firma, aspecto del que poca experiencia tengo debido a que mi cometido ha sido más otro. En mi caso estoy más centrado en la dirección jurídica de los asuntos o incluso de la captación de los clientes.

¿Qué aspectos hay que centrarse a la hora de elegir un buen socio para tu despacho?
M.S.: La búsqueda de un socio es complicada y encontrarlo, mucho más. Es importante que se desarrolle una relación basada en la comunicación, honestidad y sinceridad. Hay que tener claro lo que vas a hacer y tus lagunas y lo que puede aportar el otro socio. No hay un abogado cien por cien completo.
Se trata que ese socio te complemente y genere equilibrio. Que todos los socios aporten lo mismo. Con carácter previo es fundamental dejar claro las parcelas de cada uno para evitar cualquier tipo de conflicto, siempre por escrito y establece algún mecanismo por si surge algún conflicto de tal forma que no dañe la convivencia.
D.J.: Si eliges unos socios debe haber sintonía personal en primer lugar. Además es muy bueno que exista una misma visión de la abogacía y de cómo hay que dar el servicio a los clientes. Es fundamental estar muy cercano y que el cliente vea tu involucración.
Y otro aspecto importante es la complementariedad de los socios. No tendría mucho sentido dos figuras que fueran exactamente igual. En nuestro caso se observa que así es. Con estos elementos un proyecto profesional puede salir adelante

¿Qué novedad planea SLJ Abogados?
M. S: Hablamos de una concepción del servicio muy anglosajona. Creemos que el modelo puede encajar en el mercado español. Un despacho que lleve conflictos tanto judiciales como extrajudiciales, en las jurisdicciones mercantil, civil y penal.
Somos los dos abogados procesalistas, en mi caso estoy más especializada en el derecho penal económico. Unimos dos mundos; la visión de la gran firma que tiene Daniel y la mía más autónoma e independiente.
Aspiramos tener un número adecuado de abogados y de pleitos. No trabajamos el volumen, nos interesan pocos asuntos muy bien seleccionados que les podamos ofrecer un servicio muy especializado.
Lo que nos diferencia del resto es que somos una boutique; hay muchas firmas que dicen que lo son pero realmente son firmas generalistas. Somos una firma de litigación y solamente nos interesan clientes que tengan problemas a los que podamos dar una solución judicial o extrajudicial.
D. S: Somos una boutique hiperespecializada en litigación, con un componente internacional debido a mi trayectoria con clientes extranjeros en los últimos años.
Somos selectivos no queremos llevar cualquier asunto que nos entre. De esta forma la carga de trabajo que tengamos nos permitirá atender a los clientes como se merecen. Este elemento es fundamental para que el cliente te sienta cercano y que diriges su asunto.
Aporta mucho valor que el abogado senior o socio aporte en el asunto y esté involucrado de forma notable en el mismo. Que no sea solo un coordinador de ese pleito.

¿Cómo se conjuga el concepto de abogacía preventiva con el de boutique de litigación?
M. S: Hay que darse cuenta que habitualmente se acude al abogado cuando hay un conflicto. Lo ideal sería trabajar el aspecto preventivo del conflicto, ese servicio también lo damos.
Trabajamos para empresas y particulares, a la vez que colaboramos con despachos de ámbito nacional e internacional. No tenemos conflictos de interés de ningún tipo. Eso hace que podamos tratar a nuestros clientes sin limitaciones
Para las grandes firmas no somos una competencia. Configuramos un despacho diferente a lo que son ellos. Eso facilita que el cliente particular venga a vernos; se puede sentir fuera de foco dentro de una gran estructura jurídica.
D.S: Se lo decimos a muchos clientes, que en ocasiones es cuestión de tiempo el poder evitar el pleito. Los abogados debemos prevenir el problema. Si ya está generado hay que buscar la mejor fórmula de resolverlo sin acudir a los tribunales.
Creo mucho en la mediación como arma para resolver conflictos y acudir a lostribunales y al dedicarme al penal económico, en el criminal compliance, como políticas preventivas a nivel de empresa para evitar la comisión de delitos por parte de directivos y empleados. Será otra faceta que en SJL Abogados desarrollemos en el futuro

¿Cuál es la clave para tener posibilidades de ganar un litigio, sabiendo que en la justicia dos y dos no son cuatro?
M.S.: Es evidente que hay que ser sincero con tu cliente. El abogado debe asesorar al cliente y decirle qué es lo que le conviene. Igual antes de ir a juicio se puede cerrar un acuerdo, pues debemos comentárselo si es lo mejor para sus intereses.
Debemos tener la autonomía, capacidad e independencia para actuar desde nuestra posición de letrados y decirle al cliente lo que le conviene aunque su idea sea otro
D.J.: La tengo muy clara tras dieciocho años de ejercicio profesional. Se trata de formar un buen equipo entre cliente y abogado. Que exista una relación fluida entre ambas partes, esto hace que se logren mejores resultados.
Si no hay esa química, la falta de información que nos dé ese cliente puede ocasionar incluso que se pierda ese pleito.

En esta relación con el cliente, ya la relación profesional es más cerrada, ¿verdad?
M.S.: Antes de decidir si vamos a llevar ese asunto nos reunimos con el cliente. De ahí sale una estrategia procesal o extraprocesal antes de nuestra contratación. Creemos que es fundamental en nuestra forma de actuar.
El cliente saber lo que quiere y está aconstumbrado a tratar con el abogado. Son selectivos y saben qué tipo de asesoramiento necesitan después de consultar a varios despachos.
D.J.: Los tiempos han cambiado y ahora los despachos demandan presupuestos cerrados. Asi paso en mi anterior etapa profesional donde solo algunas empresas se les podía plantear la facturación por horas, casi todos extranjeros.
Los clientes españoles han erradicado la facturación por horas hace ya años. Siempre existen un presupuesto fijo, o incluso una parte fija con otra variable, en función del éxito en el litigio.

Muchos clientes se quejan de la falta de comunicación con sus asesores legales…
M.S.: Esta falta de comunicación se observa más en despachos grandes. En nuestro caso la apuesta por la comunicación es un valor añadido que presentamos cuando arranca la relación con un cliente.
Procuramos que tengan un trato directo con el abogado, director de su asunto. En cualquier reunión hay dos letrados y procuramos que siempre esté en contacto con uno de los abogados que lleva su tema. La comunicación es directa siempre, sin interferencias.
No somos abogados de salón. Somos abogados litigadores, de juzgado. Nosotros nos desplazamos al juzgado y hablamos con el funcionario correspondiente para que ese asunto vaya más deprisa. Asi es la realidad, si no estás encima de tus casos estos no prosperarán.
D.J.: No se puede generalizar realmente en esta cuestión. Es evidente que en las grandes firmas la sobrecarga de trabajo puede hacer que no te ocupes de todos los asuntos como debieras.
En este escenario que usted señala el despacho tipo boutique tiene todo el sentido. El cliente valora realmente que profesionales capacitados lleven su asunto. También valora la disposición y la fluidez en el trato profesional.

¿Cómo se le explican al cliente las dilaciones procesales que hay?
M.S.: Volvemos a hablar de sinceridad en esta cuestión. Hay clientes que piensan que por contratar un abogado de prestigio van a tener más suerte en el desarrollo de sus asuntos. Al final es más productivo luchar la causa en el juzgado que otra cosa y hablar con quién sea necesario para que esa causa se agilice.
Al final , lo que queremos transmitirle al cliente es que su asunto está en mejores manos. De profesionales, especializados y expertos en la materia en cuestión de referencia. Que haremos el mejor trabajo posible sin garantizarle un resultado concreto, eso sería muy presuntuoso.
D.J.: Estoy de acuerdo con Margarita de que hay que hablarles con claridad de estos temas. Por desgracia, creo que no ha habido interés en que la justicia funcionase. Deberían dedicarse más recursos humanos y materiales a la administración de Justicia. Desde fuera se ve falta de voluntad política de resolver este problema.
No podría hablar de un único cliente, lo hay sofisticado que conoce muy bien la administración de Justicia y otros que es posible que tengan un pleito importante en su vida y se sienten frustrados cuando conocen la justicia por dentro.

¿Dónde estará SLJ Abogados en cinco años?
M.S.: No aspiramos a que la firma se convierta en una gran estructura. Nos interesa por encima de la cantidad los buenos profesionales con un volumen razonable de asuntos. Reconozco que nos atraen los asuntos con complejidad jurídica, donde se necesita un abogado especializado.
En ese espacio de tiempo que usted señala confiamos ser una boutique de referencia en el campo amplio de la litigación
D.J.: Nos gustaría estar entre los mejores despachos de litigación del país llevando asuntos similares al os que llevamos hoy en día, de carácter complejo e internacional.
Nuestro tamaño sería más grande, entre 15 y 20 abogados como mucho y a lo mejor un máximo de cuatro socios. Pero siempre dedicados a la litigación. No queremos expandir la firma a otras áreas, eso lo tenemos claro.

Sabiendo que usted, Margarita es penalista ¿Cómo valora las últimas reformas efectuadas en nuestro Código Penal?
M.S.: Eran necesarias de todas, todas. De hecho la figura que se regula de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, realizada en el 2010 sirve para detectar diferentes delitos que se hacían desde sociedades instrumentales, donde no era sencillo identificar el autor de es acción penal.
Al mismo tiempo se ha puesto en marcha la Ley de Blanqueo de capitales, otra ley importante desde la jurisdicción penal. En este terreno hay modificaciones legislativas en los últimos cuatro años importantes. Ahora es importante que exista jurisprudencia y la aplicación normativa se pueda tener en cuenta como fruto de su aplicación.

Y usted, Daniel, experto en métodos extrajudiciales, ¿Cómo observa el desarrollo del arbitraje y la mediación en nuestro país?
D.J.: Creo que ambos métodos extrajudiciales son complementarios. Dicho esto hay que darse que hay ciertos pleitos que solo se pueden resolver en arbitraje. Requieren una respuesta rápida, es el caso de los litigios internacionales.
Respecto a la mediación creo que hay que darle una oportunidad y apostar por ella. En países como Reino Unido funcionan. De hecho el 80 por ciento de los asuntos que se llevan a mediación se transaccionan. Recuerdo una mediación en este país con un cliente español para un tema importante y fue un rotundo éxito.
Necesitamos apostar a la vez por la formación de los mediadores. Si no hay buenos mediadores los abogados no sugeriremos a nuestros clientes que acudan a la mediación. La clave está en los buenos mediadores. Con medio centenar de mediadores hiperespecializados y con experiencia sería suficiente.
 

 

 

 

 

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