MARKETING
COMUNICACIÓN
INTERNET
FORMACIÓN
RRHH
PUBLISHING & EVENTS
DIRECTORIO
Noticias de Despachos
Operaciones
COLABORACIONES
Por Alberto Gilarranz, Abogado Área Laboral de Chávarri & Muñoz Abogados
Ha calado bastante en ciertos sectores de la población la idea de que perdiendo tu trabajo, puedes solicitar al servicio público de empleo capitalizar el paro para emprender. En otras palabras, quiero montar un negocio, me autoempleo y las prestaciones que me corresponderían cobrar del desempleo generado previamente, me las pagan de una sola vez. No obstante, como todo lo relacionado con el derecho laboral en los últimos tiempos, esta figura no está exenta de “bulos”, rumores o diretes entre el público en general, que a menudo pueden llegar a confundir y llegado el caso, incluso a frustrar una idea para la que contabas con un capital X y que al final no puedes obtener, lo que merece alguna reflexión. La primera pasa por recordar que más allá de los requisitos objetivos que están recogidos en la Ley, y que se pueden cumplir o no por los solicitantes de la medida, en la práctica no pocos emprendedores están encontrando problemas a la hora de acreditar el inicio de esa actividad empresarial para la que solicitaron la capitalización del paro, lo que les lleva a que se deniegue la capitalización e incluso, en ocasiones, a tener que devolver lo abonado previamente, con recargos. El legislador debe hacer un esfuerzo para facilitar los trámites administrativos que, en no pocas ocasiones, desincentivan el negocio y ponen palos en unas ruedas que de por sí tienen que sortear muchos obstáculos en el entorno económico que vivimos. La segunda reflexión tiene que ver con uno de los requisitos legales para acceder a la capitalización: que el trabajador desempleado no debe tener abierto un procedimiento judicial frente a su anterior empleador. Esta incompatibilidad, no demasiado conocida por otra parte, no deja de tener cierto sentido “legal”, ya que hay que recordar que el despido impugnado por el trabajador puede declararse nulo (lo que implicaría la reincorporación obligatoria del trabajador a su puesto de trabajo) o improcedente (donde sería la empresa la que tendría la opción de reincorporar al trabajador). Alternativas ambas que frustrarían hipotéticamente el proyecto empresarial que se ha decidido emprender. Sin perjuicio de esta razonabilidad “legal”, para muchos, entre los que me incluyo, el Estado, independientemente del signo político que lo dirija, debería potenciar los proyectos empresariales que ayuden a reducir, grano a grano, las intolerables tasas de desempleo que llevamos sufriendo en los últimos años. Si se entiende la capitalización del paro como una fuente de financiación pública, con garantías, quizás sea oportuno que el legislador se replantee el alcance de este requisito en tanto en cuanto, puede resultar altamente perjudicial para muchos trabajadores, que siendo despedidos, se ven penalizados por el hecho de iniciar acciones judiciales frente a su anterior empleador. Si a esto le unimos el embotellamiento generalizado que sufren nuestros Juzgados y Tribunales, una reflexión sobre este punto es más que necesaria. Una vez cumplidos todos los requisitos legales, el emprendedor estaría en condiciones de iniciar los trámites para solicitar esta ansiada ayuda, que en defecto de financiación privada, se ha convertido en un verdadero chaleco salvavidas para muchas personas que ven en el autoempleo una vía de escape a la generalizada carencia de trabajo por cuenta ajena. Y la tercera tiene que ver con la oportunidad de la medida que se anuncia. En este contexto y haciéndose eco de una reivindicación recurrente de las asociaciones de trabajadores autónomos, ha sido donde la ministra de Empleo, Dª. Fátima Báñez, ha anunciado que también los mayores de 30 años podrán aspirar a capitalizar el 100% del paro, posibilidad ésta que estaba reservada por un lado, a los varones menores de 30 años y a las mujeres de hasta 34 años y por otro, a los autónomos que acreditasen una minusvalía igual o superior al 33%. Desde luego que este anuncio es una buena noticia. Claro, si llega a ratificarse y no va unida de una interminable lista de requisitos adicionales que dificulten la adscripción sencilla a una medida positiva para el conjunto de la sociedad. Y es que no podemos olvidar que según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, la preocupación de los españoles por el empleo, no sólo no desciende sino que sigue aumentando. El 83,9% de los encuestados sitúan al empleo como su principal preocupación, ergo es imprescindible tomar medidas que lo incentiven, de verdad. Y tampoco se puede olvidar qué, como recuerda la propia ministra de Empleo, los trabajadores autónomos se han convertido en uno de los motores de la recuperación económica que aunque tímida y en ocasiones difusa, se empieza a vislumbrar. Es sumamente significativo el hecho de que en el primer trimestre de 2014, las altas en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos aumentaron en un 14% con respecto al mismo período de 2013 y sobre todo, que por primera vez desde el inicio de la crisis, se han registrado más altas de autónomos que bajas en un trimestre, según datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos. Por todo ello, resulta obligatorio, por no decir, ineludible que desde todos los estamentos públicos y privados se potencie la creación de un empleo responsable y entusiasta, que empiece a curar de una vez por todas, quizás el principal mal de nuestra sociedad, el paro. Medidas como la posibilidad de que “todos los públicos” capitalicen sus prestaciones por desempleo, ayudan sin duda a este fin. Ahora solo queda esperar y cruzar los dedos para que todos, colaboremos en uno de los retos más importantes que tiene que afrontar esta sociedad: devolver la ilusión a la gente a través del trabajo.
Buscar en lawyerpress.com
comparte ésta información
Tweet
copyright, 2014 - Strong Element, S.L. - Peña Sacra 18 - E-28260 Galapagar - Madrid - Spain - Tel.: + 34 91 858 75 55 - Fax: + 34 91 858 56 97 - info@lawyerpress.com - www.lawyerpress.com - Aviso legal
