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Hacia una Justicia Penal con enfoque restaurativo
MADRID, 16 de MAYO de 2014 - LAWYERPRESS

Por Virginia Domingo de la Fuente, coordinadora del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León-Amepax y presidenta de la Sociedad Científica de Justicia Restaurativa

Virginia Domingo de la Fuente, coordinadora del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León-Amepax y presidenta de la Sociedad Científica de Justicia Restaurativa“La mujer que mató en 2005 al violador de su hija ya duerme en prisión. De poco han servido las tres peticiones de indulto”
Este caso cuenta con diversos matices, desde el punto de vista jurídico, humano y también restaurativo. Por un lado ¿quién no entiende la impotencia y el dolor de una madre, que ve como el agresor de su hija, se cruza con ella en un permiso y se comporta de una manera supuestamente cínica? Muchos hemos pensado que quizá nosotros, hubiéramos actuado de la misma manera.
Sin embargo, desde el punto de vista jurídico, esta mujer cometió un asesinato ya que ha matado a una persona y en un acto de teórica venganza, algo que el estado y el sistema, no puede permitir para no perturbar la paz social. Esta venganza privada, permitida en otras épocas, se ha eliminado por nuestro derecho penal para evitar el caos y que cada persona que sea víctima, actúe y se tome la justicia por su cuenta. Se elude la venganza pero es el estado, como decía Christie, el que se apropia del delito, utiliza a la víctima como “carnaza” para conseguir castigar al delincuente, con una pena que puede ser reparadora para el propio estado pero rara vez para la víctima.
Y desde el punto de vista restaurativo, está claro que esto ha sucedido porque el sistema ha fallado clamorosamente. ¿Por qué? Es necesario una Justicia Restaurativa entendida en sentido amplio, como la define las Naciones Unidas: “respuesta evolucionada al crimen que respeta la dignidad y equidad de cada persona, construye comprensión promueve armonía social a través de la sanación de las víctimas infractores y comunidad”.
Si partimos de esta Justicia Restaurativa como filosofía y como forma amplia de atender a los afectados por el delito, claramente la justicia penal tradicional, no lo hizo con esta mujer.
La Justicia Restaurativa es una justicia más justa que no abandona a las víctimas ni las deja de lado, una vez acabado el juicio, está con ellas antes, durante y después y hasta que puedan dejar de sentirse como tal.
En este caso, no sabemos a ciencia cierta, si hubiera sido posible un encuentro restaurativo entre víctima y agresor, por cuanto parece que el infractor no tenía voluntad, al menos a priori de asumir el delito y el daño causado, aunque se hubiera podido trabajar individualmente con él para este fin. Lo que sí es verdad es que en este caso, una mediación penal no hubiese sido la herramienta correcta, si la entendemos como un “proceso que permite a víctima e infractor participar activamente en la solución de las dificultades resultantes del delito…” (R 99 19, del Comité de Ministros del Consejo de Europa)
Esto es así, porque hubiera dejado fuera a una víctima indirecta de este delito, pero igualmente afectada por él: la madre. El delito, aunque sea el mismo impacta de diferente forma en cada persona y en esta madre, como víctima indirecta la traumatizó aún más si cabe, que a la directa.
De ahí que, a pesar de los que se empeñan en equiparar justicia restaurativa y mediación penal, éstas, sean dos cosas diferentes y en este caso concreto debería haberse acudido a otra fórmula. Para resolver el delito de forma global, intentando transformar el impacto tan grande que éste tuvo, el posible encuentro restaurativo debería haber incluido también a la madre, bajo otras herramientas más inclusivas como las conferencias o los círculos.
Pero más allá, de estos teóricos encuentros restaurativos que serían el último escalón debemos ir dotando al sistema penal de justicia que ya tenemos, de una serie de valores, elementos y principios restaurativos. Se trataría de no “olvidarse” de las víctimas, intentando que encuentre su camino restaurativo y transformador, que las ayude a despojarse del “rol de víctima”. Las víctimas tienen una lucha interna con sentimientos, en ocasiones contradictorios, venganza, ira, dolor, pero también otros como la culpa o la vergüenza. Las víctimas tanto directas como indirectas necesitan reconciliarse consigo mismas, sentir que son dignas de respeto y consideración para poco a poco, incorporar lo sufrido como un aspecto más de su vida. No lo olvidaran pero lo podrán recordar, sin el dolor tan intenso.
Esta Justicia Restaurativa es una justicia que genera confianza, sanación, cicatrización de las heridas tras el delito y promueve armonía social. Por eso, es de gran importancia para ayudar a las víctimas a “encontrar su vía “ hacia la transformación de su dolor y sentimientos negativos en otros más positivos.
A la vez esta Justicia Reparadora debe fomentar en el agresor, la responsabilización por su conducta, intentando que se genere en él un punto de inflexión que lo haga no querer dañar a otro ser humano. No siempre se conseguirá con los delincuentes pero lo que si es cierto es que esta justicia siempre podrá, si así lo decide la víctima, y con independencia del delito sufrido, ayudarlas en su proceso de reconciliación consigo mismas, con su entorno y con la sociedad, en general. Las ayuda a reconectar con el resto de ciudadanos y a hacerse más fuertes. Se consiguen menos víctimas sintiéndose así, de forma permanente y más supervivientes.
Un primer paso , tras la directiva de 25 de octubre de 2012 sobre derechos de las víctimas de delitos, ya se ha dado en España, con el futuro y próximo Estatuto de las víctimas que ayudará y atenderá a las víctimas tanto directas como indirectas hasta que puedan dejar de serlo, promoviendo la reparación no solo material sino moral, y además habla de los servicios de justicia restaurativa, dando la posibilidad de que éstos en colaboración con otros profesionales se encarguen de esta labor, en la que los encuentros restaurativos ( que ya no solo serán mediación penal, lo que sin duda, es un gran acierto pues permitirá llegar a muchos más casos y más diversos y sanar a más afectados, serán una opción a valorarse de manera general , si la víctima así lo desea o solicita)
Estamos dando los primeros pasos para que la Justicia penal sea más restaurativa y por ende, más humana y justa que tenga en cuenta que los afectados son personas, no números de expedientes y así se pueda generar más armonía social, con la sanación de todos los “tocados” por el delito de alguna manera. Lo importante es que casos como estos, con esta Justicia no deberían volver a suceder.
 

 

 

 

 

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