Para
todo
hay
una
primera
vez
en
la
vida,
y
las
sensaciones
que
puedas
experimentar
son
únicas,
nunca
más
serán
como
ésta.
Cuando
me
senté
por
primera
vez
en
una
sala
de
vistas,
me
sentí
muy
pequeña,
igual
que
la
primera
vez
que
me
enfrenté
al
folio
en
blanco.
Había
escrito
para
publicaciones
jurídicas,
pero
nunca
había
redactado
una
novela,
no
tenía
antecedentes,
ni
referentes
próximos
a
quien
pedir
consejo
y la
única
relación
que
había
tenido
con
la
literatura
era
la
lectura.
Leer
mucho,
eso
si.
Pero
estaba
decidido.
Novela,
mínimo
150
páginas
y
unas
40000
palabras,
ese
era
el
objetivo
para
ser
calificada
al
menos
como
novela
corta.
Al
final,
“Vanitas
Vanitatum”
tiene
296
páginas
y
casi
70.000
palabras.
Mi
referente
en
el
género
siempre
ha
sido
John
Grisham,
no
puedo
ocultarlo,
pero
sus
historias
transcurren
fuera
de
España,
de
modo
que
las
tramas
no
se
podrían
desarrollar
en
el
sistema
legal
español.
De
2010
a
2012
se
fueron
sucediendo
muchas
reformas
en
derecho
laboral,
y
¿por
qué
no
escribir
sobre
ello,
por
qué
no
construir
una
trama
vinculada
al
mundo
de
la
empresa
desde
su
vertiente
laboral?
Una
trama
que
pudiera
suceder
aquí,
en
mi
mundo.
La
crisis
además
ha
acentuado
la
pérdida
de
los
valores
que
como
profesionales
y
como
personas
nunca
deberíamos
dejar
de
lado,
así
que
¿por
qué
no
hablar
de
ellos?
Y
así
fueron
surgiendo
ideas,
al
principio
sin
ninguna
relación
entre
ellas.
Luego,
fueron
tomando
forma
poco
a
poco,
a
través
de
los
diversos
capítulos.
La
historia
se
fue
escribiendo
sola,
hasta
el
31
de
agosto
2013
cuando
conseguí
poner
el
FIN.
Solo
mi
entorno
más
cercano
sabía
que
la
estaba
escribiendo
(y
cuando
digo
cercano
era
muy
cercano,
pues
solo
lo
sabían
tres
personas,
y
solo
un
amigo
muy
próximo
la
fue
leyendo
según
fue
tomando
forma).
Sin
duda
ha
sido
como
volver
a
empezar
en
un
proyecto
nuevo,
pero
sin
referentes,
así
que
podría
decir
que
emprendí
en
su
momento
siendo
abogada,
y
catorce
años
después
he
emprendido
como
novelista.
La
experiencia
de
construir
la
historia
desde
el
principio,
ha
sido
como
pasar
al
otro
lado,
el
lado
oscuro,
pues
a
pesar
de
que
podemos
leernos
una
novela
en
un
fin
de
semana,
el
trabajo
que
ésta
conlleva
es
tan
intenso
para
el
escritor,
que
le
permite
llegar
a
vivir
el
día
a
día
de
sus
protagonistas,
reír
y
llorar
con
ellos,
durante
muchos
meses
e
incluso
años,
que
puede
tardar
en
escribir
su
obra.
Una
vez
terminada
la
dejé
reposar
unos
meses
para
luego
empezar
con
la
revisión
que
ha
llevado
a la
versión
definitiva
y
que
ahora
he
publicado.
Sin
duda,
es
un
largo
proceso
de
trabajo.
Si
a
ello
unimos
que
tampoco
me
he
metido
en
el
mundo
editorial,
sino
que
he
optado
por
la
autoedición,
el
coctel
emprendedor
está
servido.
No
obstante
es
algo
que
me
apetecía
hacer,
apostar
por
mi
proyecto,
mi
novela,
y
vivirla
con
todas
las
dificultades
(en
cuanto
a
distribución
y
publicidad)
que
ello
conlleva,
pero
sobre
todo
con
todas
las
experiencias
positivas
mucho
mayores
que
me
está
aportando.
Yo
misma
me
he
encargado
de
montar
la
web
lasnovelasdelaura.com,
desde
donde
está
a la
venta,
buscar
las
librerías
para
su
distribución
así
como
otras
plataformas
de
venta
como
Amazon
en
este
momento.
Lo
que
se
va
encontrar
el
lector
de
“Vanitas
Vanitatum”
es
una
novela
de
ficción,
pero
en
la
que
los
hechos,
sentimientos,
vivencias
de
los
protagonistas
podrían
ocurrir
en
su
día
a
día
profesional.
Un político
sin
escrúpulos,
el
presidente
de
una
asociación
que
se
cree
con
el
poder
y un
empresario
que
utilizando
testaferros
se
ha
prestado
a
todo
un
complejo
entramado
fraudulento;
unas
compañías
de
seguros
que
han
adelantado
el
dinero
de
una
pólizas
a un
elevado
interés,
y a
un
abogado
corrupto,
serán
algunos
de
los
personajes
que
nos
acompañaran.
Soy
consciente
que
es
mi
primera
novela,
y
que
queda
mucho
por
aprender,
pero
como
decía
Machado,
(y
luego
cantó
Serrat)
“Caminante
no
hay
camino,
se
hace
camino
al
andar”,
así
que
espero
que
este
sea
el
primer
paso
para
el
camino
que
me
queda
por
recorrer.
Gracias
a
todos
los
que
dediquen
su
tiempo
de
lectura
a
acompañarme
en
este
camino.
|