El uso de las
redes
sociales,
la
telepresencia
o
incluso
la
videoconferencia
va a
modificar
de
forma
notable
la
forma
de
gestionar
los
servicios
jurídicos
Sus interpretaciones
no
dejan
indiferentes
a
nadie
y
muchas
de
sus
predicciones
se
convierten
con
el
paso
del
tiempo
en
innegables
realidades.
Así
paso
hace
quince
años
cuando
señaló
en
uno
de
sus
libros
que
las
comunicaciones
entre
abogados
y
clientes
se
desarrollarían
via
correo
electrónico.
Richard
Susskind,
http://www.susskind.com/,
una
de
las
voces
más
autorizadas
del
sector
legal,
volvió
a
España
para
cerrar
esta
primera
edición
del
Legal
Management
Forum.
Como
en
otras
ocasiones
su
brillante
exposición
no
dejó
indiferente
a
nadie.
Ofrecer
más
servicio
por
menos
dinero;
el
contexto
liberalizador
y el
impacto
de
la
tecnología
en
la
abogacía
fueron
sus
ideas
fuerzas.
En
su
opinión
en
los
próximos
diez
años
los
cambios
producidos
por
la
tecnología
modificarán
bastante
la
gestión
de
los
despachos,
En
este
contexto
el
abogado
debe
saber
anticiparse
a
los
acontecimientos
“ Se
espera
que
sea
más
competitivo
y
creativo
de
lo
que
son
sus
rivales
y
poder
ofrecer
soluciones
de
alto
valor
que
solventen
los
problemas
de
sus
clientes”,
recordó.
Si
hay
alguien
que
presenta
lo
que
ha
sido
el
lema
de
este
primer
Legal
Management
Forum
“The
Future
is
Now”
ese
es
sin
duda
Richard
Susskind,
uno
de
los
conferenciantes
más
reputados
del
sector
legal.
En
esta
ocasión
vislumbro
el
futuro,
entorno
en
el
que
el
propio
abogado
debe
anticiparse
a
sus
competidores,
desde
tres
perspectivas
complementarias
y
convergentes,
la
ecuación
más
por
menos
en
cuanto
a
los
servicios
que
demandan
las
empresas
del
sector
legal;
la
liberalización
del
entorno
y el
impacto
de
la
tecnología
en
la
gestión
de
los
propios
despachos
de
abogados.
A su
juicio
el
propio
abogado
debe
saber
resolver
los
problemas
de
sus
clientes
siendo
más
creativo
y
competitivo
que
sus
rivales:
“Esto
lo
que
hará
será
convertir
el
conocimiento
de
los
propios
letrados
en
valor
de
cara
a su
relación
con
los
propios
clientes”,
apuntó.
Desde su punto
de
vista
los
tiempos
nuevos
propiciados
por
la
crisis
promueven
un
abogado
más
proactivo
que
antes.
“El
cliente
prefiere
estar
al
borde
del
precipicio
que
le
recoja
una
ambulancia
una
vez
sucedido
el
accidente.
Sobre
todo
lo
que
quieren
ahora
es
que
se
minimicen
los
riegos
y
conflictos
legales”,
comentó.
Y en
esta
tesitura
dibujo
su
visión
del
futuro
del
sector
legal
desde
la
citada
ecuación
“Mas
por
menos”
donde
los
asesores
internos
disponen
de
menos
recursos
para
sus
asesores
externos
pero
hay
más
trabajo
que
antes.
“Este
es
uno
de
los
desafíos
que
va a
marcar
la
próxima
década
de
los
servicios
jurídicos
“. Y
es
que
en
este
entorno
se
empieza
a
cuestionar
el
trabajo
de
los
abogados
y
sus
honorarios.
“Es
el
momento
que
los
abogados
demuestren
mas
eficiencia;
sobre
todo
cuando
muchas
e
sus
tareas
pueden
realizarlas
otros
colectivos
no
jurídicos”,
recordó.
Sobre la liberalización
apuntó
varios
datos
de
gran
importancia.
Recordó
que
desde
hace
tres
años
en
países
como
Reino
Unido
está
permitido
poner
en
marcha
despachos
de
abogados
con
socios
no
jurídicos
e
incluso
que
estos
despachos
puedan
tener
financiación
ajena
a
este
sector.
“Es
evidente
que
este
tipo
de
iniciativas
generará
otra
forma
de
pensar
y de
ver
el
negocio
jurídico
en
su
globalidad.
Con
este
proceso
de
liberalización
habrá
más
competidores
en
la
propia
abogacía
de
los
negocios
y
los
clientes
se
podrán
beneficiar
de
esta
situación
invirtiendo
menos
recursos”,
recordó.
Lo
que
está
por
ver,
en
su
opinión
es
si
este
tipo
de
tendencias
tan
vanguardistas
pueden
cuajar
en
otros
mercados
jurídicos
de
otros
países
y
recordó
que
contextos
como
el
de
EEUU;
aún
sin
liberalizar
mueve
anualmente
cerca
de
18.000
millones
de
euros.
Fue en la
tecnología
y en
su
impacto
en
la
abogacía
donde
más
se
detuvo.
Y
recordó
que
ya
en
algún
libro
suyo
como
“El
Futuro
del
Derecho”
se
hablaba
de
la
importancia
de
la
tecnología
en
la
gestión
de
los
asuntos
de
los
despachos
de
abogados.
“En
ese
momento
ya
aventuré
que
la
comunicación
entre
abogado
y
cliente
se
haría
via
correo
electrónico
como
es
ahora,
mientras
recibía
muchas
críticas.
Ahora
hay
que
darse
cuenta
que
nuestros
ordenadores
tienen
un
capacidad
impensable
hace
años.”
Y
subrayó
que
ya
en
nuestro
presente
herramientas
como
las
redes
sociales;
la
videoconferencia
con
gran
calidad
e
incluso
el
sistema
de
telepresencia
genera
situaciones
muy
aprovechables
por
estar
muy
próximas
a la
propia
realidad.
“No
me
cabe
duda
que
en
los
próximos
diez
años
que
vienen
va a
haber
más
cambios
en
la
abogacía
en
los
últimos
cien
años
de
historia.
La
tecnología
va a
ser
clave
en
cómo
concebir
los
propios
servicios
jurídicos”,
apuntó.
Y
augura
hasta
el
2020
una
fase
de
cambios
y
reorganización
del
trabajo
en
la
abogacía
hasta
que
a
partir
de
esa
fecha
“asistamos
a la
generación
automática
de
documentos
y
otras
formas
de
trabajar”. |