Por
quinto
año
consecutivo,
la
Fundación
Adecco
presenta
el
informe
"¿Qué
3
deseos
le
piden
al
nuevo
año
las
personas
con
discapacidad?",
un
análisis
cuyo
objetivo
es
detectar
sus
necesidades,
demandas
y
reivindicaciones.
El
informe
basa
sus
conclusiones
en
una
encuesta
a
150
personas
con
discapacidad.
Este
análisis
se
realiza
tras
un
ejercicio
en
el
que
la
contratación
de
trabajadores
con
discapacidad
ha
alcanzado
su
máximo
histórico:
en
2014
las
personas
con
discapacidad
han
firmado
más
contratos
que
nunca.
Hasta
noviembre,
se
registraron
76.700
contratos,
una
cifra
que
ya
supera
la
total
de
2013,
de
69.684,
y
que
entonces
ya
supuso
un
valor
máximo.
Son
buenas
noticias
para
el
colectivo,
que
sin
embargo
chocan
con
su
aún
ínfima
tasa
de
actividad,
del
37%,
lo
que
quiere
decir
que
un
63%
de
las
personas
con
discapacidad
en
edad
laboral
no
tiene
empleo
ni
lo
busca.
Un
porcentaje
que
se
reduce
hasta
el
40%
entre
el
resto
de
la
población.
Asimismo,
el
desempleo
también
es
un
indicador
de
desigualdad:
se
estima
que
la
tasa
de
paro
de
las
personas
con
discapacidad
se
sitúa
en
el
doble
que
la
del
resto
de
la
población,
en
una
cifra
que
hoy
rondaría
el
50%.
Se
definen
como
trabajadores
sacrificados,
motivados
y
comprometidos.
El presente año ha terminado con un máximo histórico en la contratación de personas con discapacidad, circunstancia que supone un gran avance a nivel cuantitativo. |
Según
este
informe
que
ha
sido
editado
por
quinto
año
consecutivo,
el
60% pide al nuevo año un empleo
que
le
permita
demostrar
sus
capacidades
y
ser
autónomo.
Un
10%
solicita
medidas
para
normalizar
la
vida
de
las
personas
con
discapacidad:
“menos
barreras
para
el
acceso
al
ocio”
o,
incluso,
“erradicar
la
discriminación
positiva
en
el
trato,
ya
que
no
normaliza
sino
que
acentúa
las
diferencias”.
7 de
cada
10
encuestados
opina
que
la
discapacidad
continúa
siendo
un
obstáculo
para
acceder
al
mercado
laboral
y
más
de
la
mitad
cree
que
la
solución
pasa
por
cambiar
la
mentalidad
de
las
empresas.
También
proponen
otras
medidas
como
una
mayor
orientación
laboral,
un
refuerzo
de
la
educación
en
la
infancia
o
una
revisión
de
la
política
de
prestaciones.
Un
65%
cree
que
los
entrevistadores
perciben
negativamente
el
hecho
de
tener
un
certificado
de
discapacidad,
por
desconocimiento,
miedo
a
bajas
o
absentismo.
El
75%
ve
con
optimismo
la
nueva
Ley
General
de
la
Discapacidad,
opinando
que
supondrá
un
paso
adelante
con
respecto
a
las
anteriores
normativas.
El
empleo:
prioridad
número
1 en
2015
El
empleo
se
ha
convertido
en
una
preocupación
vital
para
todos
los
españoles,
pero
aún
más
si
cabe
para
aquéllos
que
tienen
una
discapacidad.
De
hecho,
6 de
cada
10
encuestados
sitúa
el
empleo
como
su
prioridad
número
1 en
el
año
venidero
Aquéllos
que
no
tienen
trabajo
desean
encontrarlo
y
los
que
ya
lo
tienen,
piden
conservarlo
o
mejorar
sus
condiciones.
Según
Francisco
Mesonero,
director
general
de
la
Fundación
Adecco:
“esta
cifra
resulta
lógica,
teniendo
en
cuenta
que
el
empleo
es
la
herramienta
que
normaliza
la
vida
de
las
personas
con
discapacidad,
el
vehículo
a
través
del
que
se
integran
plenamente
en
la
sociedad
como
cualquier
otro
ciudadano.
Sin
embargo,
hoy
nos
encontramos
con
una
doble
problemática;
en
primer
lugar,
algunas
personas
con
discapacidad
cuentan
con
grandes
competencias
para
el
empleo
pero
deciden
no
buscar
trabajo
por
diversas
razones
(miedo
al
rechazo,
inaccesibilidad,
sobreprotección
familiar,
prestaciones
económicas,
etc);
y,
en
segundo
lugar,
aquéllas
que
sí
buscan
empleo
siguen
encontrándose
con
barreras
psicológicas
en
la
empresa,
que
dificultan
su
acceso
normalizado
a un
puesto
de
trabajo.
Ante
esto,
hay
que
apostar
por
políticas
activas
de
empleo
que
acerquen
la
discapacidad
a la
empresa
e
incrementen
la
confianza
de
todas
las
personas
con
discapacidad
en
edad
laboral”.
En
este
sentido,
las
personas
con
discapacidad
hacen
un
llamamiento
a
las
empresas
para
que
apuesten
por
su
talento
en
2015.
Los
encuestados
han
destacado
sus
puntos
fuertes
y,
en
general,
se
definen
como
trabajadores
acostumbrados
a
convivir
con
el
sacrificio,
con
una
mayor
tolerancia
a la
frustración,
una
dosis
extra
de
motivación
y un
alto
grado
de
compromiso.
Además,
muchos
de
ellos
destacan
su
gran
sentido
de
la
responsabilidad
y la
búsqueda
de
la
estabilidad
en
aras
de
llevar
a
cabo
una
vida
normalizada.
Estos
valores
se
traducen
en
una
mejora
del
clima
laboral,
un
mayor
orgullo
de
pertenencia
y
una
mejora
en
los
resultados.
En
segundo
deseo
más
repetido
de
las
personas
con
discapacidad
tiene
que
ver
con
la
salud
personal
(19%).
Y
aunque
algunos
han
mencionado
este
aspecto
de
manera
genérica,
otros
encuestados
han
concretado
más
sus
respuestas:
“no
tener
ninguna
racaída
en
mi
enfermedad”
o
“que
los
tratamientos
y
rehabilitación
mejoren
mi
salud”.
En
tercer
lugar,
los
encuestados
solicitan
una
mejora
de
la
calidad
de
vida
de
las
personas
con
discapacidad
(10%),
reivindicando
que
puedan
integrarse
plenamente
en
la
esfera
social
y
laboral
y
normalizar
su
vida.
En
este
sentido,
algunos
han
pedido
“menos
barreras
para
el
acceso
al
ocio”
o
“más
sensibilización
y
educación
sobre
discapacidad
para
que
la
sociedad
no
discrimine”.
Destaca
la
respuesta
de
uno
de
los
encuestados
que
pide
“erradicar
la
discriminación
positiva
en
el
trato,
ya
que
no
normaliza,
sino
que
acentúa
las
diferencias”.
Así, tres cuartas partes (75%) considera que los nuevos cambios legislativos supones un paso adelante hacia la plena integración del colectivo. |
Llama
la
atención
el
hecho
de
que
un
7%
ha
mencionado
el
aspecto
formativo
como
uno
de
los
deseos
más
preciados
para
2015,
cuestión
que
está
muy
relacionada
con
la
prioridad
número
1:
el
empleo.
En
este
sentido,
se
recogen
respuestas
como
“aprobar
mi
oposición”
o
“aprender
habilidades
en
el
sector
comercio
para
poder
encontrar
empleo”.
Por
detrás,
un
3%
tiene
muy
presente
a la
familia
y
pide
para
los
suyos
cuando
se
trata
de
formular
sus
deseos
para
el
próximo
año.
Por
último,
un
2% y
un
1%
no
se
ha
olvidado
de 2
aspectos
clave
para
cumplir
sus
sueños
en
2015:
felicidad
y
amor
Medidas
para
incentivar
el
empleo
de
las
personas
con
discapacidad
Como
ya
se
ha
mencionado,
el
presente
año
ha
terminado
con
un
máximo
histórico
en
la
contratación
de
personas
con
discapacidad,
circunstancia
que
supone
un
gran
avance
a
nivel
cuantitativo.
Sin
embargo,
la
presente
encuesta
ha
querido
profundizar
en
el
plano
más
cualitativo,
preguntando
a
las
propias
personas
con
discapacidad
cómo
perciben
su
integración
en
el
mercado
laboral.
Los
datos
arrojan
que
aún
queda
un
importante
camino
por
recorrer
en
este
sentido,
ya
que
7 de
cada
10
encuestados
opina
que
la
discapacidad
sigue
siendo
un
hándicap
para
acceder
al
mercado
laboral,
pese
a
todos
los
avances
que
se
han
producido
en
los
últimos
años.
En
la
misma
línea,
un
65%
cree
que
su
discapacidad
es
percibida
de
forma
negativa
en
los
procesos
de
selección,
por
desconocimiento,
miedo
a
bajas
o
absentismo.
Ante
esta
situación,
se
ha
propuesto
a
los
encuestados
plantear
medidas
concretas
para
favorecer
la
integración
de
estos
trabajadores.
El
resultado
es
que
más
de
la
mitad
(52%)
opina
que
hay
que
promover
más
acciones
de
sensibilización
en
las
empresas,
para
“desestigmatizar”
la
discapacidad
y
dejar
de
ser
percibida
como
una
desventaja
o
coste
añadido.
En
segundo
lugar,
un
35%
propone
dotar
de
más
recursos
y
ayudas
a
las
personas
con
discapacidad
de
cara
a su
búsqueda
de
empleo,
ya
que
en
muchos
casos
y
sobre
todo
en
ciertos
tipos
de
discapacidades,
necesitan
una
ayuda
adicional
a la
hora
de
afrontar
este
proceso:
desconocimiento
de
los
canales
disponibles,
dudas
a la
hora
de
preparar
de
la
candidatura
o
afrontar
la
entrevista
de
selección,
etc.
En
tercer
lugar,
un
11%
opina
que
la
clave
es
cambiar
la
mentalidad
de
la
sociedad
desde
las
edades
más
tempranas,
a
través
de
formación
específica
en
colegios,
institutos
y
medios
de
comunicación
garantizando
así
un
futuro
más
igualitario.
Por
último,
un
2%
propone
revisar
la
política
de
prestaciones,
destacando
la
posibilidad
de
compaginar
estas
ayudas
con
el
empleo
y
apostando
por
sistemas
de
retribución
mixtos
Nueva
y
esperanzadora
legislación
Los
encuestados
ven
con
buenos
ojos
los
recientes
cambios
legislativos
que
se
han
producido
en
el
marco
de
la
discapacidad.
Recordemos
que
la
nueva
Ley
General
de
los
derechos
de
las
personas
con
discapacidad
y su
inclusión
social
(diciembre
2013),
unifica
y
armoniza
las
normativas
anteriores
(Ley
de
Integración
Social
del
Minusválido,
Ley
de
igualdad
de
oportunidades,
no
discriminación
y
accesibilidad
universal
y la
Ley
de
sanciones
e
infracciones
en
materia
de
igualdad
de
oportunidades,
no
discriminación
y
accesibilidad
universal).
Así,
tres
cuartas
partes
(75%)
considera
que
esta
ley
supone
un
paso
adelante
hacia
la
plena
integración
del
colectivo.
Según
Francisco
Mesonero,
director
general
de
la
Fundación
Adecco:
“esta
ley
evita
la
dispersión,
unificando
la
normativa
en
materia
de
discapacidad
bajo
un
mismo
marco
y
dotándola
de
una
identidad
más
consolidada
y
fortalecida.
Sin
embargo,
la
ley
no
será
suficiente
para
eliminar
barreras
y
potenciar
la
igualdad,
ya
que
los
cambios
de
mentalidad
no
se
producen
a
golpe
de
legislación.
La
clave
y el
verdadero
acicate
es
convencer
a
las
empresas
y a
todos
los
actores
sociales
del
valor
de
la
diversidad,
haciendo
que
perciban
su
valor
cualitativo.
|