@LP_Hans
Visto
las
tendencias
en
el
mercado
legal
internacional
con
fusiones,
como
la
última
de
Dentons
y Da
Cheng,
que
producen
mega
firmas
con
más
de
6.000
abogados
hay
que
empezar
a
creer
en
las
auténticas
multinacionales
de
firmas
de
abogados,
tal
y
como
nos
tienen
acostumbrados
en
otros
sectores
como
el
automóvil,
las
bebidas,
el
software,
la
telefonía
móvil,
etc.
El
2014
también
nos
ha
deparado
fusiones
entre
firmas
americanas
y
anglosajones,
entre
anglosajones
y
australianos
y
viceversa
hasta
entre
chinos
y
españoles.
No
sólo
los
nombres
se
hacen
cada
vez
más
largos,
también
las
plantillas
de
abogados,
de
staff
y el
número
de
oficinas.
Los
grandes
están
en
todas
las
jurisdicciones
y
economías
importantes.
Sus
organizaciones
ya
no
duermen
nunca
y
sus
equipos
están
disponibles
world
wide
24/7.
Como
en
las
grandes
firmas
de
otros
sectores
siempre
pensamos
que
estos
mastodontes
eran
difíciles
de
manejar,
lentos
y
muy
burocráticos.
Sin
embargo
vemos
como
un
Inditex
es
capaz
de
gestionar
sus
redes
de
tiendas
en
tiempo
real,
con
supply
chains
perfectamente
sincronizadas
y
cada
dos
por
tres
con
nuevos
productos.
Lo
mismo
nos
espera
de
las
grandes
firmas
legales.
El
apoyo
de
IT a
estas
estructuras,
la
incorporación
de
nuevos
modelos
de
“thinking”
como
elementos
de
New
Law,
la
oportunidad
de
elaborar
trabajo
legal
en
países
en
donde
los
costes
sean
más
bajos
(y
dentro
del
propio
aparato),
la
creación
de
auténticos
“intercultural
and
global
work
groups”
que
pueden
seguir
al
cliente
desde
Singapur
a
Santiago
de
Chile,
son
sólo
algunas
ventajas
que
aportan
las
grandes
estructuras,
que
además
generan
“knowledge”
con
más
de
seis
mil
generadores…
Es
indudable
que
despachos
internacionales
y
grandes
generan
otro
tipo
de
valor
para
sus
clientes
y
con
el
avance
de
los
programas
de
gestión,
del
management
data
analysis,
con
la
gestión
de
proyectos
y
con
software
que
indica
la
disponibilidad
de
los
abogados
en
cualquier
parte
del
mundo,
una
mega
estructura
puede
desarrollar
un
servicio
a
escala
global.
De
un
estudio
entre
las
firmas
anglosajonas
sabemos
que
más
del
60%
de
las
firmas
había
entrado
en
alguna
conversación
con
posibles
socios
para
una
fusión.
La
principal
razón:
el
crecimiento
y
estabilidad
financiera.
Pues
estamos
ante
más
fusiones,
eso
está
claro,
también
a
nivel
internacional.
Si
los
grandes
supermercados
de
las
cadenas
internacionales
han
acabado
con
los
ultramarinos
y
ZARA
e
Ikea
han
cambiado
los
mercados
textiles
y de
muebles,
los
Denton
Da
Cheng,
los
DLA
Piper
& ?
o
A&O&?,
cambiarán
definitivamente
la
manera
de
ejercer
la
abogacía
y
asesorar
a
empresas.
Si a
todo
ello
añadimos
los
avances
tecnológicos,
de
AI y
el
cambio
de
la
demanda,
tenemos
delante
un
mundo
legal
que
no
sólo
ha
reorientado
su
peso
hacia
nuevos
mercados
en
el
down
under,
sino
también
las
formas
de
trabajar.
Pero
siempre
hemos
dicho,
aunque
ya
no
sea
tanta
verdad,
que
donde
hay
algunos
grandes,
hay
sitio
para
pequeños.
Sin
embargo
en
el
momento
actual
dudo
de
ésta
afirmación.
Los
grandes
saben
organizar
muchas
unidades
pequeñas,
pero
con
poder
económico,
con
fuerza
de
venta
y
con
marcas
que
suenan
igual
que
Pepsi
o
Coca
Cola.
Los
gurús
del
sector
legal
ya
llevan
años
dibujando
nuevos
escenarios
muy
pesimistas…
y
por
ello
me
pregunto
aquí
y
los
pequeños
¿Qué?
Buena
pregunta
me
dirían
porque
la
respuesta
es
altamente
difícil
de
dar.
Primero
por
lo
duro
y
segundo
por
las
incógnitas
de
la
marcha
de
las
tecnologías
y de
la
Inteligencia
artificial.
Pero
junto
a
otros
me
atrevo
a
decir
que
debería
volver
la
especialización,
la
aportación
de
mucho
valor
a
través
de
los
conocimientos,
para
que
los
despacho
pequeños
puedan
defender
sus
existencias
frente
a
los
gigantes
que
además
tendrán
a
los
clientes
rodeados
de
ofertas
de
todo
tipo.
Especialistas
que
puedan
aportar
respuestas
y
soluciones
rápidas,
que
conozcan
el
sector
de
la
industria
donde
se
mueven,
y
que
dispondrán
de
las
herramientas
de
IT
modernos
para
comunicar
con
sus
clientes,
tendrán
sus
oportunidades,
dentro
y
fuera.
Los
demás
verán
como
los
peces
grandes
les
desplazarán
y se
comerán
la
comida
de
la
pecera,
esa
es
la
parte
más
dura
de
asumir
en
el
mercado
legal. |