Mundo
online
y
offline
son
parte
de
la
misma
realidad.
Otra
cosa
es
ver
qué
impacto
tiene
en
el
ámbito
laboral
un
fenómeno
como
las
redes
sociales.
El
pasado
jueves
la
firma
española
Mlegal
Abogados
organizó
un
desayuno
de
trabajo
en
el
que
explicaron
que
tipos
de
conflictos
pueden
suceder
en
los
socialmedia
y
cómo
proteger
tu
reputación
corporativa.
La
ponencia
estuvo
liderada
por
Antonio
Estella
socio
director
del
despacho,
Nicolas
Martín,
experto
en
derecho
laboral
y
Francisco
Estella,
Field
Clinical
Engineer
del
área
Neuromodulation
Europe
de
la
firma
Boston
Scientific
señalaron
a
los
asistentes
las
necesidades
de
tener
una
política
de
privacidad
adecuada
desde
el
desarrollo
de
sistemas
de
cumplimiento
normativo
que
minimicen
los
riesgos.
A
nivel
laboral
supimos
que
ya
muchas
empresas
introducen
en
sus
contratos
diferentes
cláusulas
para
poder
gestionar
lo
que
se
puede
y no
se
puede
hacer
con
el
uso
de
las
herramientas
informáticas
de
la
empresa.
Al
final
se
trata
que
cada
empresa
pueda
tener
su
propio
código
de
conducta
sobre
estos
temas.
Las
redes
sociales
es
parte
de
una
realidad
que
ha
llegado
para
quedarse
y a
la
que
tendremos
que
saber
adaptarnos.
No
hay
día
que
en
los
medios
informativos
leamos
alguna
información
sobre
un
mal
uso
de
alguna
de
las
redes
más
conocidas.
Tal
y
como
señalo
Antonio
Estella
en
algunas
prácticas
hay
que
tener
en
cuenta
el
secreto
de
empresa
“cada
vez
más
las
compañías
establecen
cláusulas
en
sus
contratos
para
dejar
claro
que
la
propiedad
intelectual
de
las
cosas
pertenece
a la
propia
empresa”,
comenta.
“Otra
situación
es
si
en
vez
de
ser
trabajador
de
la
firma
eres
investigador,
es
posible
que
en
ese
caso
tú
seas
el
autor
del
trabajo,
de
todas
formas
este
tipo
de
particularidades
hay
que
ponerlas
por
escrito”,
aclara
Nicolás
Martín.
A
este
respecto
ambos
juristas
hablaron
de
un
caso
sobre
salida
de
datos
de
una
empresa
“evitable
si
esa
compañía
hubiera
tenido
su
programa
de
compliance
activo”,
comenta.
Sobre
el
comportamiento
en
rede
sociales
Antonio
tiene
claro
que
no
existe
un
derecho
constitucional
al
insulto.
“En
cuestión
de
insultos
se
pueden
llegar
a
vulnerar
el
derecho
a la
libertad
de
expresión
y al
honor”
Y
recordaba
un
fallo
por
una
persona
que
había
tuiteado
una
noticia
en
la
que
había
añadido
algunos
insultos
“
eso
al
final
generaba
una
intromisión
ilegítima
al
honor,
la
condena
a
eliminar
comentarios
y a
publicar
la
sentencia
en
Twitter
durante
los
próximos
30
días
por
la
mañana,
así
como
una
indemnización
de
4000
euros,”
subrayaba.
Respecto
a
las
cantidades
que
se
exigen
ese
aspecto
era
la
ponderación
que
el
juez
pudiera
hacer
en
cada
caso.
Otro
uso
de
las
redes
sociales
tiene
que
ver
con
su
entorno
laboral.
O
mejor
dicho
su
abuso
en
horas
de
trabajo.
“Al
trabajador
normalmente
se
le
advierte
o
sabe
de
antemano
que
esas
herramientas
son
de
la
empresa.
Por
eso
un
uso
alejado
del
laboral
los
tribunales
lo
toman
como
despido
procedente,
a no
ser
que
no
esté
regulado
por
la
propia
empresa”
comenta
Nicolás
Martín.
Para
este
abogado
laboralista
es
fundamental
que
algo
tan
sencillo
como
el
cambio
de
las
claves
sea
algo
que
la
empresa
tenga
a
bien
regular,
sobre
todo
cuando
los
responsables
de
las
mismas
dejan
la
empresa.
“Los
procedimientos
de
compliance
son
muy
útiles
porque
minimizan
riesgos
en
la
empresa,
también
a
nivel
de
Internet”,
señala.
De
hecho
esperamos
una
reforma
penal
a
corto
plazo
que
impulse
de
forma
obligatoria
el
desarrollo
de
estos
programas
de
cumplimiento
normativo
para
mitigar
cualquier
delito
que
haga
la
propia
persona
jurídica.
Francisco
Estella
es
un
brillante
ingeniero
que
trabaja
para
una
multinacional
norteamericana
en
Europa,
reconoce
que
para
su
trabajo
en
este
entorno
global
el
uso
de
las
redes
sociales
es
fundamental.
En
su
exposición
comentó
qué
uso
hay
que
dar
a
las
redes
sociales
y
cómo
se
pueden
gestionar
en
la
empresa.
“Es
un
dato
importante
pero
cerca
del
88
por
cien
de
las
empresas
no
tienen
protocolos
propios
de
comportamiento
en
la
red”,
advirtió.
A su
juicio
en
este
entorno
digital
hay
que
saber
adaptarse
de
forma
progresiva
sin
miedo
y
así
poder
enfrentarse
a
amenazas
como
los
virus
o
troyanos
que
llegan
a
través
del
correo
electrónico
u
otros
fenómenos
como
el
phising
donde
al
usuario
se
le
pide
diferentes
datos
bancarios
por
parte
de
los
hacker
o
piratas
informáticos:
“Es
fundamental
saber
configurar
bien
la
privacidad
de
la
empresa,
evitar
entrar
desde
la
Intranet
de
nuestra
compañía
a
redes
sociales
porque
pueden
robarnos
algún
dato
y,
sobre
todo,
ser
prudente
con
aquello
que
comentemos
o
subamos
a la
red”,
señala. |