Los
directores
jurídicos
están
ganando
peso
en
las
firmas.
¿Cómo
es
su
posición
y
papel
en
Leroy
Merlin?
Es
un
puesto
clave
desde
una
triple
perspectiva:
por
su
componente
estratégico
en
la
definición
y
toma
de
decisiones;
por
el
rol
fundamental
de
acompañamiento
del
negocio;
y,
finalmente,
por
el
establecimiento
de
políticas
dirigidas
a
minimizar
los
riesgos
de
explotación
de
la
actividad
de
la
compañía,
garantizando
en
todo
momento
la
seguridad
patrimonial
de
la
misma.
¿Cuáles
serían
sus
principales
tareas
y
grupos
de
asuntos
que
atiende
el
departamento?
Somos
un
departamento
transversal.
Colaboramos
con
todas
las
áreas,
departamentos
y
unidades
de
explotación
de
la
compañía,
y en
todas
las
materias
jurídicas
vinculadas
a su
actividad
(inmobiliaria,
logística,
contratación
mercantil,
corporate,
compliance,
competencia,
comercio,
consumo,
propiedad
intelectual
e
industrial,
Tic’s,
internet,
privacidad
de
datos,
etc.),
con
excepción
de
los
temas
laborales
y
fiscales,
aunque
sí
gestionamos
los
contenciosos
de
naturaleza
tributaria.
Para
nosotros
es
prioritario
llevar
a
cabo
nuestra
misión
anteponiendo
en
todas
las
áreas
y
por
encima
de
todas
las
cosas
la
prevención,
para
lo
cual
resulta
fundamental
la
implantación
de
procedimientos
y
protocolos
de
actuación
y la
formación
jurídica
de
los
diferentes
equipos
operacionales.
La
relación
entre
departamentos
jurídicos
y
despachos
ha
cambiado.
Desde
los
despachos
se
dice
que
ahora
los
General
Council
tienen
la
sartén
por
el
mango.
¿Cómo
ve
Usted
éste
cambio?
Desde
luego
los
despachos
tienen
hoy
una
mayor
competencia
que
antes,
no
sólo
lógicamente
con
la
llegada
de
nuevos
despachos
y el
refuerzo
de
otros
ya
existentes,
sino
también
con
los
departamentos
jurídicos
internos
de
las
empresas,
cada
vez
más
comunes
y
numerosos.
Aunque
en
este
último
caso,
hablaría
más
bien
de
una
relación
de
complementariedad
en
la
que
el
liderazgo
en
la
toma
de
decisiones
ya
no
corresponde
al
asesor
externo
sino
al
jurista
interno.
Desde
mi
punto
de
vista,
como
General
Counsel,
cada
vez
más
el
negocio
de
los
despachos
depende
o
está
en
manos
de
los
Directores
Jurídicos
internos.
De
ahí
que
la
preocupación
fundamental
de
los
despachos
hoy
deba
ser,
por
un
lado,
ofrecer
un
servicio
jurídico
de
alta
calidad
al
precio
más
competitivo
posible,
y
por
otro,
integrar
la
visión
compañía
y
sus
concretas
particularidades
como
fórmula
para
alcanzar
esa
necesaria
complementariedad.
Por
otro
lado
las
nuevas
tecnologías
también
constituyen
un
reto
para
los
despachos
y la
relación
con
sus
clientes.
Project
management,
matter
management,
etc.,
son
términos
que
parece
que
a
los
despachos
les
cuestan.
¿Qué
herramientas
utiliza
Leroy
Merlin
para
la
gestión
de
sus
asuntos?
Utilizamos
una
herramienta
basada
en
un
estándar
de
mercado
adaptada
a
nuestras
necesidades
para
la
gestión
de
los
diferentes
expedientes
de
los
que
nos
ocupamos.
En
esta
herramienta
actualizamos
la
información
de
cada
caso
con
documentación
asociada.
De
este
modo,
disponemos
de
una
base
de
datos
vinculada
al
gestor
documental
de
la
compañía
con
los
expedientes
en
curso
y el
histórico
de
los
ya
cerrados
accesible
en
remoto
y
con
edición
online.
Adicionalmente
utilizamos
herramientas
de
gestión
financiera
para
el
seguimiento
de
la
cuenta
de
explotación,
control
de
costes
y
productividad.
Sin
perjuicio
de
que
una
parte
considerable
de
nuestro
trabajo
no
tenga
una
repercusión
económica
evidente
(labor
preventiva,
resultado
normalmente
intangible,
si
me
apuran
un
“no
news
good
news”),
disponemos
de
una
matriz
que
nos
permite
objetivar
los
ingresos
y
ahorros
generados
a
favor
de
la
compañía
en
el
desempeño
de
nuestra
función.
Todo
ello
nos
ayuda
en
la
consecución
de
los
recursos
necesarios
para
hacer
evolucionar
el
Departamento,
tanto
operativamente,
como
en
recursos
humanos,
en
recursos
formativos
o
simplemente
en
presupuesto.
En
el
sector
de
la
distribución
debe
haber
muchas
reclamaciones.
¿Cómo
los
maneja
Leroy
Merlin?
¿Hay
herramientas
para
mediación
o
soluciones
extrajudiciales?
La
distribución
es
un
sector
muy
competitivo
y
dinámico.
Por
ello,
la
función
jurídica
debe
estar
alineada
con
las
características
del
sector.
En
nuestro
caso
es
cierto
que
recibimos
reclamaciones,
que
gestionamos
ágil
y
diligentemente,
pero
nuestra
litigiosidad
es
franca
y
afortunadamente
baja
(no
fruto
de
la
casualidad,
sino
gracias
a
esa
filosofía
basada
en
la
prevención
y en
la
formación
de
los
equipos
operacionales).
Todo
ello
contribuye
a
que
no
recurramos
con
carácter
general
a
fórmulas
de
mediación
o
arbitraje.
En
cualquier
caso,
la
gestión
de
esas
reclamaciones
supone
una
parte
menor
del
trabajo
del
equipo
jurídico
que,
en
algunos
casos
y en
función
de
su
tipología,
externalizamos
(es
de
las
pocas
tareas
que
sacamos
fuera),
para
destinar
más
tiempo
y
dedicación
a
tareas
de
mayor
valor
añadido.
Leroy
Merlin
es
una
multinacional
francesa.
¿Hay
diferencias
culturales
importantes
en
materia
legal
entre
Francia
y
España?
Cada
vez
menos.
El
hecho
de
compartir
un
espacio
jurídico
común,
tendente
a la
normalización/homogeneización
de
las
diferentes
legislaciones
que
lo
conforman,
y
también
de
los
operadores
jurídicos
que
intervienen
en
los
diferentes
países
miembros,
hace
que
las
diferencias
sean
cada
vez
menores
y de
menor
calado.
Si
queremos
hacer
referencia
a
alguna
diferencia
cultural,
me
parece
interesante
subrayar
que
en
sus
facultades
de
derecho
se
forma
específicamente
a
los
alumnos
que
así
lo
elijan
para
desarrollar
su
carrera
como
abogados
(juristas)
in-house.
¿Cómo
ve
Usted
el
futuro
de
los
abogados?
¿Hay
buenas
alternativas
para
el
talento
dentro
de
las
empresas?
Contamos
con
excelentes
abogados
en
España.
Aun
así,
la
profesión
debe
continuar
avanzando
hacia
la
especialización
y a
la
internacionalización
de
los
servicios.
Además,
debemos
ser
flexibles
ante
la
innovación
y
saber
adaptarnos
al
ritmo
frenético
que
marca
la
tecnología.
Por
otra
parte,
en
España
existen
excelentes
bufetes
de
abogados
que
hacen
una
gran
labor,
aportando
valor
añadido
tanto
a
empresas
como
particulares.
En
el
caso
de
asesorías
o
departamentos
jurídicos
internos,
hay
un
gran
futuro
por
delante,
tanto
para
juristas
que
estén
empezando,
como
para
profesionales
que
hayan
hecho
carrera
en
despachos
(y
viceversa,
aunque
en
mucha
menor
medida
y
aún
de
una
manera
incipiente).
Leroy
Merlin
es
una
compañía
que
apuesta
por
las
personas
que
la
integran:
ofrece
planes
de
desarrollo
profesional
individuales,
un
proyecto
de
empresa
en
el
que
se
incentiva
la
autonomía,
la
iniciativa
y
una
política
de
participación
en
el
progreso,
resultados
y
beneficios
de
la
empresa
a
todos
sus
colaboradores/as.
En
Leroy
Merlin
contamos
con
un
equipo
jurídico
formado
por
personas
altamente
preparadas
y
adaptadas
a la
forma
de
ser
y
actuar
de
la
propia
compañía
y
del
sector.
Un
equipo
de
primerísimo
nivel
y un
modelo
de
gestión
del
talento
de
los
que
me
siento
muy
orgulloso.
¿Cuáles
son
los
retos
que
considera
que
tendrán
que
abordar
los
Departamentos
Jurídicos
Internos
a
corto/medio
plazo?
Salvando
las
distancias
entre
sectores
de
actividad
y
ámbitos
territoriales
de
actuación,
desde
mi
punto
de
vista
son
varios
los
retos:
Gobierno
Corporativo/Compliance;
RSE/Reputación
Corporativa;
y
por
último,
pero
no
menos
importante,
la
revolución
digital.
Debemos
saber
cómo
dar
respuesta
a
todos
los
intereses
en
juego
y
bajo
qué
reglas
hacerlo
en
el
entorno
digital:
comercio
on-line,
omnicanalidad,
logística
adaptada,
big
data,
cloud
computing,
redes
sociales,
data
privacy,
defensa
de
consumidores
y
usuarios,
protección
de
contenidos,
medios
de
pago,
fraude,
blanqueo
de
capitales,
competencia,
seguridad
de
los
sistemas,
ciberataques,
reputación
corporativa,
pruebas/evidencias
digitales,
etc…
Todo
ello
en
un
entorno
globalizado
sujeto
a
sistemas
jurídicos
diversos
y no
necesariamente
equiparables
en
función
de
la
nacionalidad
del
operador,
y en
el
que
las
reglas
tradicionales
se
antojan
insuficientes
para
dar
una
respuesta
adecuada
a
esta
nueva
realidad.
Finalmente,
para
muchos
despachos
la
relación
con
el
cliente
se
ha
convertido
en
una
prioridad.
¿Qué
consejos
daría
a
los
despachos
en
sus
relaciones
con
las
grandes
empresas,
y
sobre
todo
multinacionales??
Los
dos
principales
retos
de
los
despachos
pasan
por
ofrecer
la
mejor
relación
calidad-precio
posible
y
una
respuesta
más
flexible
que
integre
un
mejor
conocimiento
de
la
empresa
y
una
mayor
adaptación
a
sus
necesidades
y
particular
filosofía.
El
rigor
técnico,
por
si
solo,
no
es
suficiente.
Debe
también
acompañar
al
negocio.
De
ahí
que
sea
fundamental
que
los
despachos
consoliden
el
necesario
espacio
de
complementariedad
con
el
abogado
interno. |