A la hora de ejercer como mediadores, es importante poner en práctica diversas
habilidades, una de las más importantes es la confianza, que humildemente
reconozco que es el bien más importante de una sociedad,
ha sido siempre fundamental tanto en nuestras relaciones personales, laborales,
profesionales. Sin embargo, es un elemento que solemos dar por sentado.
Cuando hay confianza las cosas se arreglan más deprisa, las cosas van bien!
Este bien recobra una importancia a la hora de ejercer como Mediador, ya que es
el único bien que si se remueve puede llegar a destruir el gobierno más
poderoso, el negocio más exitoso, la amistad más sólida, el amor más profundo.
Sin embargo si se desarrolla y se potencia, es lo único que puede crear éxito
sin precedentes y generar prosperidad en todas las dimensiones de la vida.
Por ello creemos que el Mediador debe generar confianza desde el minuto
uno de las sesiones de mediación, cultivar esa confianza para aumentar
a medida que el proceso se vaya desarrollando, y Conservarla
a lo largo de todo el proceso, obteniendo así mejores resultados. Porque si hay
poca confianza la velocidad de la negociación, la posibilidad de llegar a
acuerdos, el número de sesiones y por ende los costos aumentarán. En cambio
cuando hay confianza todo disminuye.
AMBITOS DE LA CONFIANZA
¿Cómo puede el Mediador establecer, cultivar, aumentar y mantener la confianza?
Debemos tener un comportamiento orientado hacia ello, desde un modo de ver y
hablar. Lo ideal es tener en cuenta estos tres ámbitos de la confianza.
1.
CONFIANZA EN UNO MISMO:
Ralph Waldo Emerson dijo: “La confianza en uno mismo es el primer secreto para
tener éxito… Es la esencia del heroísmo”. Es la seguridad personal, el
convencimiento de nuestras
propias
capacidades y
habilidades
cuando comprobamos nuestras aptitudes, cuando vemos
que somos capaces de realizar determinadas actividades y de cumplir los
objetivos que nos proponemos. Siendo fundamental para ello, la
credibilidad
que se puede palpar y generar en:
a.
La integridad.-
Es lo primero que pensamos cuando hablamos de confianza. Tiene que ver con lo
que pregonamos y con tener el coraje de actuar de acuerdo a nuestros valores y
creencias. La integridad es más que honestidad. La integridad significa: Ser coherente
con uno mismo, vivir en armonía con nuestras creencias y valores más profundos,
es decir, según la voz de la conciencia;
Humildad:
según las investigaciones, los líderes de las compañías que triunfan suelen ser
reservados, tranquilos y tímidos. La gente humilde reconoce que no está sola
sino que está parada sobre los hombros de sus predecesores;
Coraje:
Ser humilde no significa ser débil, reticente o pusilánime significa
preocuparse más por el equipo que por uno mismo y reconocer el aporte de los
demás que esperar el reconocimiento de los demás. La integridad supone el coraje
de hacer todo lo correcto por muy difícil que este sea, significa ser los
suficientemente humilde y valiente como para aceptar que puede haber principios
y conocimientos diversos a los nuestros. Significa estar abiertos a nuevos
conocimientos.
b.
Propósitos:
Son nuestros motivos, agendas o comportamientos. La confianza crece cuando
tenemos motivos claros y nos preocupamos genuinamente por los demás. Cuando la
gente sospecha que tenemos un motivo inconfesable, aumentan las suspicacias ante
todo lo que hacemos y decimos. El propósito es una cuestión de corazón. Es algo
que no se puede fingir al menos durante mucho tiempo.
c.
Capacidades:
Son habilidades que inspiran confianza. Son el medio para obtener resultados. Es
posible que un médico tenga integridad y sus motivos sean buenos, pero, a menos
que esté bien entrenado, carecerá de credibilidad. Las capacidades también
tienen que ver con nuestra habilidad para establecer, cultivar, aumentar y
restaurar la confianza. Para conservar la credibilidad hoy en día, es necesario
mejorar constantemente las habilidades, talentos, actitudes, destrezas,
conocimiento y estilo.
d.
Resultados:
tiene que ver con su historial y desempeño. Si usted no cumple con lo que tiene
que hacer, su credibilidad disminuirá. Pero cuando hacemos lo que habíamos
prometido, mejoramos nuestra reputación ya que ésta nos precede.
2.
CONFIANZA EN LAS RELACIONES.-
Aquella que hay entre uno mismo y los demás. La misma que debe incrementarse
manteniendo el principio de “un comportamiento coherente” que permita generar
confianza entre las partes y alcanzar los resultados. El comportamiento es muy
importante a la hora de crear y restaurar una relación de confianza. Podemos
decir que amamos a alguien; pero nuestras palabras no significan nada a menos
que lo demostremos. Hay una serie de comportamientos que podemos adoptar con el
fin de generar confianza, y estos emanan de la personalidad y la
competencia, o de una mezcla de ambos, por citar algunos:
a.
Hablar claramente:
significa seguir los principios de la integridad, la honestidad y la sinceridad.
Decir la verdad y generar una buena impresión en fundamental para generar
confianza. La mayoría de la gente no miente descaradamente, sino que finge. Por
ejemplo, dice cosas de un modo engañoso, retiene información, sostiene un doble
discurso, halaga etc. Todo esto crea una falsa impresión y disminuye la
confianza. No manipule a la gente y no esconda la verdad. Hablar claramente es
expresar nuestros pensamientos y sentimientos con sinceridad, y buscar una
solución que beneficie a todos. Sin embargo hablar claramente no significa ser
cruel o brutal. Hay que hablar con tacto y buen juicio.
b.
Mostrar Respeto:
se enmarca dentro de los principios de la Justicia,
la verdad y el amor, lo contrario de mostrar respeto es irrespetar o mostrar
respeto sólo algunos y no a otros. Mostrar respeto es preocuparse realmente por
los demás, es importante tratar a todo el mundo con respeto sobre todo a quienes
no pueden hacer nada por uno, hay que mostrar amabilidad hasta en los detalles
más pequeños.
c.
Crear transparencia.
Es decir, hay que ser genuinos y decir la verdad de una manera que todo el mundo
puede verificar. Es poner en práctica los principios de la honestidad, la
integridad y la autenticidad. Cuando actuamos transparentemente, reconfortamos a
la gente.
3.
CONFIANZA HACIA LOS DEMAS.
Es importante crear valores para los demás y para la sociedad en su conjunto,
nuestra función de Mediador así lo exige ya que hoy en día los ciudadanos
reconocemos que cada vez más dependemos unos de los otros. El principio
fundamental es la “Contribución” para contrarrestar la falta de confianza dentro
de la sociedad. Las últimas investigaciones reconocen es cada vez más importante
contribuir con la sociedad ya que en una sociedad global la contribución en este
sentido es un gran aporte. El mediador como profesional que lo primero que tiene
en mente es la contribución a la sociedad con el ejercicio real y concienciado
de su profesión. |