Diez
años
después
de
la
creación
del
Club
Español
del
Arbitraje
muchas
cosas
han
cambiado
en
esta
década.
La
práctica
arbitral
a
nivel
internacional
se
consolidad
mientras
no
crece
lo
que
debiera
el
arbitraje
doméstico.
Aprovechando
la
celebración
de
este
X
Congreso
del
Club
del
Arbitraje
hemos
charlado
con
muchos
expertos
de
la
práctica
arbitral.
Hay
presidentes
de
entidades
arbitrales
como
Juan
Serrada,
de
CIMA
o
Julio
González
Soria
que
lo
fue
de
la
Corte
de
Arbitraje
de
la
Cámara
de
Madrid,
árbitros
pioneros
como
Bernardo
Cremades
o
Juan
Fernández Armesto
de
indudable
prestigio
internacional.
Junto
a
ellos
otros
más
jóvenes
como
David
Arias,
socio
del
despacho
que
lleva
su
nombre,
Jesús
Remón,
socio
procesal
de
Uría
o
Gonzalo
de
los
Santos,
socio
director
de
Garrigues.
Profesionales
de
visión
internacional
como
Javier
Fernández
Samaniego,
socio
de
Bird
&
Bird,
Nazareth
Romero,
socio
de
Ovoli
Romero
o
Luis
Felipe
Castresana
comentan
con
nosotros
lo
que
han
sido
estos
diez
años.
Muchos
reclaman
la
puesta
en
marcha
de
una
Corte
Arbitral
de
carácter
internacional
y la
necesidad
de
extender
el
arbitraje
a
las
pymes.
El
Congreso
arrancó
ayer
inaugurado
por
el
Ministro
Rafael
Catalá
que
señaló
el
papel
clave
de
cortes
y
árbitros
para
el
desarrollo
del
arbitraje
en
nuestro
país.
Juan
Serrada,
presidente
de
CIMA,
una
de
las
entidades
arbitrales
de
más
prestigio
en
nuestro
país
y
que
recientemente
cumplió
veinticinco
año
de
vida,
es
uno
de
los
asistentes
a
este
X
Congreso
del
Club
del
Arbitraje.
Desde
su
punto
de
vista
esta
entidad
se
ha
convertido
en
una
de
las
plataformas
que
acoge
a
diferentes
actores
del
arbitraje
con
una
proyección
internacional
importante.
“Nadie
duda
que
ha
trabajado
con
rigor
y
seriedad
en
el
desarrollo
de
la
conciencia
de
la
práctica
arbitral”,
apunta.
Serrada,
como
otros
expertos
consultados
por
esta
publicación,
echa
en
falta
una
Corte
Arbitral
de
carácter
internacional
“da
la
sensación
que
no
hay
una
entidad
de
referencia
en
nuestro
país
para
terceros”,
comenta.
A su
juicio
una
entidad
como
CIMA
podría
ocupar
ese
lugar
a
medio
plazo
tanto
por
su
trayectoria
como
por
la
experiencia
de
sus
árbitros.
No
cree
que
existan
tantas
diferencias
entre
las
cortes
españolas
y
las
europeas
de
más
prestigio.
Para
este
jurista
no
es
necesario
ningún
cambio
lesgtislativo
importante
de
cara
a
potenciar
el
arbitraje
como
práctica.
“Somos
optimistas
de
cara
al
futuro
y de
la
extensión
del
arbitraje
a
las
pymes,
de
forma
especial,
donde
hay
una
enorme
labor
que
hacer”,
resalta.
Muchos de estos expertos consideran que es necesario trabajar en una mejor profesionalización de los árbitros. Clave para que genere confianza a los empresarios. |
Julio
González,
Soria,
presidente
hace
años
de
la
Corte
de
Arbitraje
de
la
Cámara
de
Madrid,
es
otro
de
los
juristas
que
puso
en
marcha
este
Club
de
Arbitraje
hace
diez
años.
Como
viene
siendo
habitual
se
ha
encargado
de
la
organización
de
este
congreso:
“En
su
momento
fue
una
iniciativa
notable
de
la
sociedad
civil.
Todos
sabíamos
que
debíamos
aunar
esfuerzos
para
impulsar
el
arbitraje
en
habla
hispana
y
portuguesa,
como
así
hicimos”,
recuerda.
Al
final
pese
a
que
muchos
eran
competidores,
grandes
despachos,
pequeñas
firmas
o
boutiques
tuvieron
su
sitio
en
el
CEA.
“Se
puso
por
encima
de
todos
los
intereses,
el
interés
general
de
la
propia
difusión
del
arbitraje”,
aclara.
El
no
convertirse
en
una
Corte
Arbitral
es
uno
de
los
elementos
que
ha
ayudado
a la
consolidación
del
propio
Club
como
entidad
independiente.
“Tanto
la
puesta
en
marcha
de
los
Capítulos
Internacionales
como
la
edición
del
documento
de
las
Buenas
Prácticas
en
el
arbitraje
han
sido
claves
en
el
desarrollo
de
la
entidad”.
Este
jurista
es
partidario
de
reducir
el
número
de
Cortes
existentes
“o
al
menos
que
tuvieran
un
reglamento
similar
como
propusimos
desde
el
Club
del
Arbitraje”,
indica.
Mejorar
la
independencia
de
los
árbitros
Entre
la
veintena
de
juristas
que
pusieron
en
marcha
el
Club
Español
del
Arbitraje,
árbitros
del
prestigio
internacional
de
Juan
Fernández–Armesto
quien
recuerda
con
agrado
aquellos
momentos
en
que
se
gestó
la
iniciativa:
“Es
un
hito
una
organización
con
más
de
mil
socios
y
que
representa
al
arbitraje
internacional
en
lengua
española.
Ha
sido
una
de
las
más
gratas
sorpresas
de
mi
vida
profesional”,
comenta.
En
su
opinión
el
no
ser
una
Corte
Arbitral
como
otra
cualquiera
y su
carácter
de
unidad
entre
profesionales
son
dos
valores
a
tener
en
cuenta
en
estos
diez
años
de
vida:
“No
hemos
excluido
a
nadie.
Aquí
están
los
árbitros
más
expertos
con
los
más
jóvenes.
Un
dato
importante
es
que
la
mayor
parte
de
los
socios
tienen
algo
más
de
cuarenta
años.
Ellos
son
la
savia
de
nuestra
organización”.
Para
el
ex
presidente
de
la
CNMV
no
se
necesita
tanto
retoques
legislativos
como
“una
gran
corte
española
con
proyección
internacional
y
ofrecer
más
confianza
a
empresarios
para
que
usen
el
arbitraje.
Aún
no
hemos
logrado
la
confianza
del
usuario
final”.
Y
nos
revela
como
los
números
del
arbitraje
interno
no
acaban
de
despegar
como
lo
hizo
en
su
momento
el
arbitraje
internacional.
Nazareth
Romero,
abogada
y
árbitro,
es
una
de
las
impulsoras
del
Capítulo
italiano
del
Club
del
Arbitraje.
Una
profesional
que
estuvo
muy
próxima
a la
creación
de
esta
entidad,
en
ese
momento
responsable
del
área
de
Relaciones
Internacionales
del
ICAM.
A su
juicio
ese
año
2005
fue
un
año
intenso
dedicado
a la
vocación
del
servicio
desde
el
arbitraje
con
la
creación
de
la
citada
entidad
arbitral:
“El
propio
Ministro
de
Justicia
en
sus
palabras
ha
destacado
las
ventajas
del
arbitraje
como
método
de
resolución
de
controversias.
Creo
que
todos
los
actores
del
arbitraje
debemos
trabajar
para
mejorar
la
práctica
en
la
medida
de
lo
posible”,
comenta.
Para
esta
experta
hay
que
seguir
trabajando
en
los
estándares
de
honorabilidad
y
calidad
con
un
marco
de
trabajo,
atractivo,
definido
y
riguroso.
“Es
encomiable
el
trabajo
que
están
haciendo
las
actuales
Cortes
Arbitrales.
Crear
otra
de
mayor
proyección
es
una
iniciativa
que
habría
que
estudiar
con
calma
“,
asegura.
Y
recuerda
como
hace
escasas
semanas
se
puso
en
marcha
CIAR,
la
Corte
Iberoamericana
con
sede
en
el
propio
ICAM.
Sobre
el
futuro
del
arbitraje
cree
que
encajará
mejor
en
la
sociedad
“el
empresario
quiere
salir
al
exterior
y
debe
contar
con
un
sistema
de
resolución
de
disputas
ágil”.
Y
señala
la
irrupción
del
arbitraje
online
fruto
de
la
necesidad
de
trasponer
diferentes
directivas
comunitarias
pendientes
de
llegar
a
nuestro
país.
En
la
entrada,
esperando
a
las
autoridades,
coincidimos
con
David
Arias,
uno
de
los
copresidentes
actuales
del
CEA.
También
es
otro
de
aquellos
profesionales
que
diez
años
antes
pusieron
en
marcha
esta
entidad
impulsora
del
arbitraje:
“Creo
que
hemos
logrado
mejorar
la
posición
de
la
comunidad
española
en
el
arbitraje.
Estos
diez
años
han
sido
muy
productivos
y no
nos
podemos
quejar
de
donde
estamos”,
indica.
A su
juicio,
no
es
necesario
ningún
cambio
legislativo
para
poder
trabajar
con
garantías
en
el
arbitraje
en
nuestro
país:
“El
proyecto
de
arbitraje
societario
que
venía
incluido
en
el
Código
Mercantil
no
nos
gusta
y
así
se
lo
dijimos
al
Ministro
Catalá.
Esperamos
que
no
salga
adelante”,
resalta.
Arias,
árbitro
de
las
principales
Cortes
Arbitrajes
españolas
e
internacionales
cree
que
nuestros
árbitros
tienen
el
mismo
prestigio
que
sus
colegas
de
más
allá
de
nuestras
fronteras.
“Su
profesionalidad
está
fuera
de
toda
duda
a
nivel
de
transparencia
arbitral”;
recalca.
Sobre
la
gran
proliferación
de
Cortes
Arbitrales
en
nuestro
país
cree
que
sería
bueno
una
unificación
de
muchas
ellas
“eso
nos
ayudaría
a
competir
a
nivel
internacional
con
otras
entidades
similares”
El
reto
de
cara
al
futuro:
llegar
a
las
pymes
y
que
utilicen
el
arbitraje
en
nuestro
país
“
Aún
se
gestionan
pocos
arbitrajes,
realmente”.
Cuidado
con
los
detractores
del
arbitraje
El arbitraje online, pese a que algunas directivas comunitarias lo impulsan, no acaba de ser visto de igual manera que el arbitraje internacional. |
Luis
Felipe
Castresana,
en
aquel
momento
abogado
de
Simmons
&
Simmons,
fue
otro
de
los
fundadores
del
Club
del
Arbitraje
hace
diez
años.
Su
diagnóstico
sobre
la
situación
del
arbitraje
es
prudente”
Se
ha
avanzado
bastante
aunque
aquellos
que
no
son
partidarios
del
arbitraje
siguen
teniendo
posiciones
importantes
dentro
de
la
sociedad”,
subraya.
Sobre
este
comentario
pesa
la
jurisprudencia
española
sobre
ciertos
laudos
arbitrales
y la
posición
de
Bruselas
donde
parece
que
no
es
muy
partidaria
de
esta
práctica
“sobre
todo
en
lo
referente
a
arbitraje
de
inversión”,
indica.
Otro
experto
que
no
pide
cambios
a la
legislación
actual
del
arbitraje
por
considerarla
muy
buena.
“Gracias
al
propio
Club
las
cortes
han
ido
convergiendo
en
muchos
aspectos
sobre
todo
a
nivel
de
procedimientos,
lo
que
hace
equilibrarlas
con
otras
entidades
arbitrales
de
Europa.
“Todas
ellas
tienen
reglamentos
adaptados
a
los
nuevos
tiempos.
Creo
que
la
asignatura
pendiente
es
crear
una
corte
a
nivel
internacional,
con
sede
en
Madrid
que
sea
capaz
de
competir
con
otras
extranjeras”,
subraya.
Bernardo
Cremades,
uno
de
los
impulsores
del
arbitraje
en
nuestro
país,
muchos
años
Presidente
de
la
Corte
Española
de
Arbitraje
y
uno
de
nuestros
árbitros
más
internacionales
también
estuvo
en
la
creación
hace
diez
años
del
CEA:
“Hablamos
de
una
asociación
que
ha
ayudado
mucho
a
implantar
el
arbitraje
desde
su
difusión
al
tener
diferentes
capítulos
internacionales
repartidos
por
los
cinco
continentes”,
comenta.
Para
este
experto
jurista
nadie
puede
discutir
el
trabajo
que
se
ha
hecho
en
estos
treinta
años
últimos
en
nuestro
país
en
materia
de
arbitraje.
“La
legislación
actual
es
la
adecuada.
Proviene
de
1988
que
fue
retocada
en
el
2003,
en
primera
instancia
y
más
tarde
en
el
2011
para
ver
qué
problemas
existían
entre
la
justicia
y el
arbitraje”,
recuerda.
Como
árbitro
es
crítico
y
resalta
que
faltan
entidades
arbitrales
que
den
confianza
al
empresario
español
en
materia
de
arbitraje
doméstico.
“Mientras
tanto
el
arbitraje
internacional
está
funcionando
muy
bien”,
indica.
De
cara
a
los
próximos
diez
años
ve
necesario
la
profesionalización
de
árbitros,
abogados
y
Cortes
para
que
el
arbitraje
cuaje
a
nivel
interno.
Javier
Fernández
Samaniego,
abogado,
arbitraje
y
socio
director
de
Bird
&
Bird
fue
otro
de
los
precursores
del
CEA.
De
hecho
al
mismo
tiempo
que
el
despacho
anglosajón
entraba
en
España
se
configuraba
esta
entidad:
“Creo
que
al
final
las
expectativas
han
sido
superadas
ampliamente,
ahí
están
los
resultados”;
indica.
Para
este
experto
aún
no
ha
llegado
el
momento
de
las
cortes
arbitrales
que
tienen
que
competir
con
entidades
emergentes
como
Singapur
“que
tienen
más
influencia
económica
y
política
que
Madrid
en
el
mundo”.
A su
juicio
ha
sido
loable
la
labor
internacional
del
CEA
para
poder
romper
fronteras
y
que
se
conociera
lo
que
se
hace
en
materia
de
arbitraje
fuera
de
nuestro
país.
“Pocos
profesionales
españoles
se
ven
en
el
arbitraje
de
inversión
a
nivel
internacional,
donde
todavía
la
influencia
anglosajona
es
importante”.
De
cara
a
los
próximos
diez
años
cree
que
el
arbitraje
de
inversión
se
incrementará
al
hilo
de
los
últimos
tratados
suscritos
“al
mismo
tiempo
el
arbitraje
comercial
internacional
se
incrementará
porque
las
pymes
entrarán
en
el
arbitraje”.
Para
este
experto
esta
práctica
aún
no
ha
tocado
techo.
Reformas
legislativas
adecuadas
Para
Jesús
Remón,
socio
de
procesal
y
arbitraje
de
Uría
Menéndez,
fundador
y
expresidente
del
CEA
las
esperanzas
que
había
de
esta
institución
impulsora
del
arbitraje
se
han
cubierto
con
creces
después
de
diez
años
de
actividad.
“Siempre
tuvimos
claro
que
debíamos
ser
una
plataforma
de
impulso
del
arbitraje
en
el
ámbito
hispano
y
portugués”.
Para
este
jurista
no
será
necesario
cambios
normativos
adicionales
para
el
desarrollo
de
la
práctica
arbitral.
“Creo
que
las
últimas
reformas
que
se
han
hecho
para
mejorar
la
independencia
de
los
árbitros
eran
razonables
y
necesarias.
Lo
más
importante
es
que
estaban
en
línea
con
los
estándares
internacionales.
En
el
arbitraje
internacional
la
homogeneización
de
las
prácticas
es
fundamental
para
su
desarrollo.
Congresos
como
éste
y
sus
conclusiones
ayudan
mucho”.
De
cara
a
los
próximos
diez
años
del
CEA
comenta
que
“seguirá
creciendo
como
comunidad
de
lengua
española
y
portuguesa
en
el
ámbito
internacional”.
Sobre
el
arbitraje
online
solo
lo
ve
en
determinados
asuntos
de
poca
cuantía.
“El
arbitraje
internacional
es
otra
cosa
más
centrado
en
operaciones
complejas
de
carácter
trasnacional”.
Que
el
arbitraje
en
nuestro
país
está
creciendo
de
forma
notable
es
evidente.
Ese
es
un
escenario
que
Carlos
de
los
Santos,
socio
director
de
arbitraje
de
Garrigues,
valora
de
forma
notable.
Este
abogado
también
fue
otro
de
los
impulsores
del
citado
CEA.
“Un
dato
a
tener
muy
en
cuenta
es
que
la
comunidad
en
habla
hispánica
y
portuguesa
cada
vez
tiene
más
presencia
y
eso
se
ha
notado
en
el
desarrollo
de
esta
institución”,
indica.
Para
este
letrado
ha
sido
un
acuerdo
el
haber
podido
dejar
los
intereses
particulares
y
buscar
los
más
comunes
de
cara
a
impulsar
el
propio
arbitraje.
“Tenemos
que
seguir
trabajando
para
que
mejore
la
práctica
arbitral.
No
sabemos
si
cambiará
el
modelo
de
arbitraje
societario
existente
porque
la
alternativa
que
nos
planteó
el
Ministro
no
nos
gustó
demasiado”.
Para
De
los
Santos
este
tipo
de
Congreso
ayudan
a
estudiar
los
temas
y
ver
realmente
que
actividades
hay
que
mejorar
para
que
se
siga
impulsando
el
arbitraje.
“Las
últimas
reformas
han
incidido
en
los
árbitros
y en
mejorar
sus
condiciones
de
independencia
porque
realmente
el
arbitraje
vale
lo
que
realmente
valen
sus
árbitros”.
Y
también
apuesta
por
una
gran
Corte
Internacional
que
proyecte
el
arbitraje
fuera
de
nuestras
fronteras.
|