El
número
de
demandas
de
disolución
matrimonial
iniciadas
en
el
primer
trimestre
de
2015
experimentó
un
incremento
del
3,6
%
respecto
al
mismo
periodo
del
año
anterior,
según
los
datos
recogidos,
y
hechos
públicos
ayer,
por
el
Servicio
de
Estadística
del
Consejo
General
del
Poder
Judicial.
Hemos
querido
conocer
la
opinión
de
diferentes
expertas
para
saber
realmente
qué
está
pasando
y
hacia
donde
nos
dirigimos.
Purificación
Pujol,
doctora,
jueza
y
escritora,
también
directora
de
Jurister
Civil,
único
master
en
España
que
ofrece
el
titulo
de
abogado
experto
en
sala
desde
la
Escuela
de
Técnica
Jurídica,
Marta
Sánchez,
magistrada
del
Juzgado
28
de
Familia
de
Madrid
y
Carmen
Varela,
socia
de
familia
de
Circulo
Legal
y
socia
de
la
AEAFA
nos
dan
las
claves
del
momento
del
derecho
de
familia.
“Esta
es
una
prueba
fundamental
de
que
la
economía
ha
mejorado
y
que
permite
a
cada
cónyuge
afrontar
sus
gastos
de
forma
independiente
y
separarse”,
comenta
Purificación
Pujol,
cuando
le
comentamos
el
repunte
de
las
separaciones
y
divorcio
casi
en
cuatro
puntos
en
este
primer
trimeste
de
año.De
la
misma
manera
opina
la
magistrada
Marta
Sánchez,
magistrada
del
juzgado
de
familia
nº
18
de
Madrid
y y
la
letrada
Carmen
Varela,
socia
de
Círculo
Legal
y
miembro
de
la
AEAFA,
Asociación
de
Abogados
de
Familia.
Para
Sánchez
“este
incremento
en
Madrid
prácticamente
no
se
ha
notado
aunque
es
evidente
que
separarse
es
caro.
Es
posible
que
el
repunte
de
la
economía
haya
ayudado
al
incremento
de
esos
datos”,
apunta
Sánchez.
“Se
percibe
el
efecto
de
más
demandas
por
una
mejor
situación
económica
que
permite
afrontar
los
costes
del
proceso”,
indica
Varela.
Según las expertas consultadas el Tribunal Supremo está marcando el paso en lo referido a la custodia compartida. El interés del menor, está por encima de todo, señalan en sus sentencias |
Otro
dato
que
conocemos
tiene
que
ver
con
las
demandas
de
mutuo
acuerdo
que
crecen
un
1,1
por
cien
y
las
contenciosas
que
crecen
algo
más
sobre
el
4,1
por
cien:
“Hay
que
saber
asimilar
la
educación
emocional
y
buscar
un
acuerdo
incluso
en
la
propia
separación
de
cada
uno,
en
lugar
de
apostar
por
una
lucha
conflictiva
que
decide
un
tercero,
juez.
Una
ruptura
pactada
tiene
un
coste
económico
y
emocional
menor”;
señala
Pujol.
Para
Varela
los
datos
están
a la
par
en
cuanto
de
mutuo
acuerdo
y
contenciosa
“si
es
contencioso
el
fallo
se
puede
tener
en
años,
sobre
todo
si
el
asunto
llega
a
los
llamados
juzgados
mixtos,
donde
la
resolución
es
más
lenta”.
Preguntamos
a
nuestras
entrevistadas
sobre
el
perfil
del
abogado
de
familia
en
la
actualidad.
Purificación
Pujol,
autora
del
libro
“Un
divorcio
elegante”,
Ed
Grijalbo
donde
se
dan
pautas
para
lograr
esa
separación
más
pacífica,
nos
habla
de
un
profesional
con
sentido
común
“ de
sentido
práctico
y
que
debe
velar
por
el
beneficio
de
toda
su
familia
no
solo
de
su
cliente.
SI
en
esa
ruptura
hay
hijos
por
medio,
el
interés
del
menor
debe
estar
por
encima
de
todo”,
advierte.
Abogado
de
familia,
clave
en
el
proceso
Desde
la
sala
de
vistas
Marta
Sánchez
señala
que
hay
buenos
abogados
de
familia
“que
además
de
la
formación
jurídica
deben
tener
un
plus
para
consensuar
acuerdos
en
determinados
temas.
Nunca
deben
ser
parte
del
conflicto”.
A
juicio
de
Carmen
Varela
“el
abogado
de
familia
de
buscar
acuerdos
entre
su
cliente
y la
otra
parte.
No
olvidemos
que
las
partes
tendrán
que
seguir
relacionándose
en
el
futuro,
sobre
todo
si
hay
hijos
por
medios.
Esta
es
una
jurisdicción
diferente
a
las
demás”,
aclara
Otro
dato
que
nos
ofrece
el
CGPJ
en
este
informe
tiene
que
ver
con
los
procedimientos
de
modificación
de
medidas
en
separación
o
divorcio.
En
el
primer
trimestre
de
2015
se
iniciaron
2.483
procedimientos
de
modificación
de
medidas
consensuadas,
un
12,7
%
más
que
en
mismo
periodo
del
año
anterior;
y
8.878
procedimientos
de
modificación
de
medidas
no
consensuadas,
un
4,1
%
más.
“Se
ha
visto
que
la
economía
da
las
familias
ha
ido
a
peor”,
indica
Pujol
y
eso
influye
en
estos
cambios
que
se
piden
al
juzgado.
También
nos
advierte
que
en
función
del
juzgado
que
le
toque
a
uno
este
procedimiento
puede
llegar
hasta
el
Tribunal
Supremo,
incluso.
“Hay
modificaciones
que
se
piden
por
pérdida
de
poder
adquisitivo
y no
se
puede
hacer
frente
a
esas
pensiones
y al
mismo
tiempo
también
alguna
de
las
partes
reclama
la
custodia
compartida.
A
este
respecto
los
fallos
del
Tribunal
Supremo
están
ayudando
mucho
en
este
tema”,
aclara
la
magistrada
Sánchez.
En
opinión
de
Varela
“es
lógico
este
incremento
de
modificaciones,
muy
superior
al
incremento
de
divorcios
y
separaciones.
En
este
caso
tampoco
aconsejamos
ir a
un
proceso
contencioso
si
tu
oponente
tiene
menos
ingresos
que
antes”,
destaca.
En
este
caso
también
prefiere
las
modificaciones
de
mutuo
acuerdo.
“Hay
que
darse
cuenta
que
en
cualquier
contencioso
las
costas
pueden
ser
importantes
si
pierdes
el
proceso”.
Custodia
compartida,
a la
espera
de
su
Ley
También
preguntamos
a
estas
expertas
por
la
custodia
compartida,
un
elemento
en
el
que
ahora
el
Tribunal
Supremo
se
posiciona
más,
a
falta
que
el
legislador
ultima
una
ley
sobre
este
asunto.
“Cada
vez
más
los
jueces
son
más
abiertos
a la
custodia
compartida,
donde
padre
y
madre
deben
tener
la
misma
relación
con
sus
hijos.
Salvo
en
el
periodo
de
lactancia,
creo
que
a
partir
de
dos
años
puede
cuidar
a
ese
menor
cualquier
de
los
cónyuges.
“El
interés
del
menor
es
lo
que
contemplan
los
jueces
a la
hora
de
dar
o no
la
custodia
compartida”;
aclara
Pujol.
Por
su
parte,
Marta
Sánchez
recalca
que
no
es
partidaria
ni
detractora
de
ningún
régimen
de
custodia
concreto:
“En
cada
caso
de
familia
hay
que
valorar
unas
circunstancias
y
por
encima
de
todo
el
interés
del
menor.
En
los
supuestos
de
custodia
compartida
que
hemos
acordado
vemos
que
funcionan
bien”,
aclara.
“La
sensación
que
me
indican
compañeros
de
AEAFA
es
que
se
están
dando
más
casos
de
custodia
compartida.
Ahora
el
Supremo
hace
lo
que
el
legislador
no
está
haciendo.
Es
un
tema
polémico
del
que
esperamos
que
antes
de
que
acabe
la
legislatura
tengamos
esa
ley
nacional
que
regule
esta
figura”,
subraya
Varela.
Con
la
evolución
del
derecho
de
familia
a lo
largo
de
estos
años
parece
que
aquella
leyenda
que
señalaba
que
muchos
fallos
judiciales
beneficiaban
única
y
exclusivamente
a la
mujer
ya
es
historia:
“Vivimos
otro
momento
de
la
sociedad
y
los
mismos
derechos
tienen
el
padre
o la
madre
delante
de
su
hijo”,
señala
Purificación
Pujol.
En
opinión
de
Marta
Sánchez
esa
sensación
es
posible
que
se
tuviera
antes
“ahora
tenemos
otro
tipo
de
sociedad
donde
la
capacidad
de
padres
y
madres
es
similar
y
los
fallos
de
los
jueces,
por
encima
de
todo,
buscan
el
beneficio
del
menor”.
Para
Carmen
Varela
la
percepción
es
que
hay
más
igualdad
en
los
fallos
judiciales
que
antes
“la
sociedad
está
cambiando
y
cada
vez
más
hay
más
hombres
con
problemas
económicos
lo
que
hace
que
la
resolución
del
conflicto
sea
diferente”.
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