Después
de
tres
años
de
intensos
trabajos
se
empieza
a
ver
la
luz
del
túnel
del
esperado
Reglamento
Europeo
de
Protección
de
Datos.
Una
norma
que
tendrá
que
ser
el
nexo
de
unión
entre
la
privacidad
de
las
empresas
y
los
ciudadanos
y el
desarrollo
de
una
industria
que
necesita
de
la
innovación
para
seguir
creciendo.
En
la
mañana
de
ayer
conocimos
que
los
Ministros
de
Justicia
de
la
UE
han
consensuado
su
punto
de
vista
sobre
este
Reglamento
Europeo.
La
idea
con
esta
reforma
es
que
Europa
sea
un
elemento
activo
de
nuestro
mundo
digital
y
esta
norma
común
sirva
para
toda
la
UE,
para
impulsar
el
propio
Mercado
Único
Digital.
Un
experto
en
estos
temas
como
es
el
abogado
y
reciente
Premio
Cátedra
Google-CEU,
Miguel
Recio,
nos
sirve
para
aclarar
conceptos
en
este
momento.
Las
negociaciones
que
ya
están
en
marcha
para
impulsar
esta
importante
reforma
europea
sobre
la
privacidad
nos
sitúan
a
finales
de
este
año
en
la
aprobación
del
mencionado
Reglamento
Europeo.
Veremos
si
se
cumplen
los
tiempos.
Buenas
noticias
llegan
desde
Luxemburgo
donde
ha
tenido
lugar
este
Consejo
de
Justicia
con
los
Ministros
titulares
de
la
Europa
de
los
28.
En
este
encuentro
que
hoy
tiene
continuidad
con
otra
reunión
de
los
titulares
de
Interior
se
ha
consensuado
su
postura
sobre
el
Reglamento
Europeo
de
Protección
de
Datos:
“Esta
toma
de
postura
era
muy
esperada
y
realmente
necesaria
en
el
entorno
que
nos
movemos.
De
hecho
nadie
oculta
que
la
aprobación
de
la
norma
lleva
mucho
retraso
respecto
a lo
previsto”,
comenta
Miguel
Recio.
Para
este
experto
son
muy
significativas
las
declaraciones
de
Andrus
Ansip,
Vicepresidente
del
Mercado
Único
Digital
que
subraya
la
necesidad
de
encontrar
esas
normas
armonizadas
sobre
la
privacidad
europea
que
impulse
a
Europa
como
elemento
activo
del
mercado
único
digital
y
de
Verá
Jourová,
Comisaria
de
Justicia,
Consumidores
e
Igualdad
de
Género
que
advierte
del
gran
paso
que
se
ha
dado
con
este
consenso
desde
el
que
se
van
a
diseñar
“reglas
modernas
de
protección
de
datos
que
mantienen
el
ritmo
de
los
últimos
cambios
tecnológicos.
Con
la
protección
de
datos
se
logra
la
confianza
en
el
mercado
digital
de
los
consumidores”;
señala.
La clave de este futuro Reglamento Europeo de Protección de Datos es que encuentre el equilibrio entre la privacidad y el desarrollo tecnológico |
Después
de
tres
años
de
intensos
debates
parece
que
ya
se
ve
el
final
a
tantas
discusiones.
Curiosamente
fue
el
ministro
saliente
del
Justicia
español
Alberto
Ruiz-Gallardón
en
la
entrega
de
la
primera
edición
del
Premio
Cátedra
Google,
hace
poco
más
de
un
año,
informaba
que
en
esta
legislatura
este
Reglamento
no
sería
posible.
En
aquél
momento
indicaba
que
el
acuerdo
estaba
lejos.
Hoy,
quince
meses
después
las
tornas
han
cambiado:
“Lo
que
se
pretende
con
esta
reforma
de
la
normativa
europea
sobre
protección
de
datos
es,
sobre
todo,
empoderar
a la
persona
física
para
tenga
más
fácil
saber
y
controlar
quién
trata
sus
datos
personales;
para
qué
y
cómo
los
trata.
Esto
se
logra
con
los
famosos
derechos
ARCO
y
ahora
se
le
une
el
derecho
al
olvido,
como
derecho
nuevo”,
señala
nuestro
interlocutor.
Desde
Bruselas
se
piensa
que
hay
un
punto
de
equilibrio
entre
la
privacidad
y la
propia
innovación
de
la
industria
y
que
un
marco
más
riguroso
y
coherente
de
protección
de
datos
proporcionará
una
mayor
seguridad
jurídica
y
práctica
para
los
ciudadanos,
las
empresas
y
las
autoridades
públicas.
“No
hay
razón
para
que
las
empresas
no
puedan
tratar
datos
personales
y
ser
competitivas
en
un
entorno
razonable
de
privacidad”,
comenta
Recio
y
nos
señala
que
ese
objetivo
“ya
se
encontraba
expresamente
en
el
considerando
7 de
la
actual
directiva
de
protección
de
datos
que
es
de
1995
y
que
aún
sigue
vigente.
La
cuestión
está
en
que
la
evolución
tecnológica
va
muy
por
delante
del
derecho
con
nuevos
fenómenos
como
Internet
de
las
Cosas,
los
drones
o el
Big
Data”,
afirma.
Se
buscan
por
tanto,
normas
flexibles
que
sepan
adaptarse
a un
mercado
muy
competitivo
y
cambiante.
Acuerdos
logrados
por
Ministros
UE
De
esta
reunión
mantenida
este
lunes
en
Luxemburgo
en
el
llamado
Consejo
de
Justicia
de
la
UE
al
que
han
acudido
todos
los
Ministros
de
Justicia
de
esta
entidad
hay
acuerdos
sobre
diferentes
asuntos
que
el
propio
Miguel
Recio
aclara
para
Lawyerpress:
Un
continente,
una
Ley:
-
“La
regulación
permitirá
cohesionar
las
diferencias
existentes
y
lograr
un conjunto
único
de
normas sobre
protección
de
datos,
válido
en
toda
la
UE.
Esto
es
fundamental
si
queremos
lograr
un
Mercado
Único
interior
sin
barreras.
Lograr
este
Mercado
no
está
siendo
fácil.
Llevamos
ya
unos
veinte
años
buscando
este
objetivo”,
comenta.
Otra
repercusión
de
esta
medida
es
que
las
empresas
afrontarán
una
ley
común,
no
28.
Esto
se
calcula
que
va
suponer
un
ahorro
para
estas
empresas
de
alrededor
€
2.3
mil
millones
al
año.
Además,
las
nuevas
normas beneficiarán
especialmente
a
las
pequeñas
y
medianas
empresas
(PYME),
la
reducción
de
los
trámites
burocráticos
para
ellas.
“Es
fundamental
que
las
pymes
tengan
un
acceso
mayor
a
información
(guías,
etc.)
y se
les
dé
más
facilidades
a la
hora
de
adoptar
medidas
para
cumplir.
En
este
tema
será
fundamental
analizar
el
riesgo
que
suponga
el
tratamiento
de
datos
personales
por
las
pymes,
más
que
su
tamaño”;
aclara
Recio.
Se
ha
calculado
que
este
ahorro
de
burocracia
podría
ahorrar
alrededor
€
130
millones
por
año.
Refuerzo
del
derecho
al
olvido:
“En
su
intervención
en
el
Consejo
de
Justicia
el
Ministro
español
Catalá
hablaba
de
tres
derechos;
el
de
borrado,
el
de
olvido
y el
de
portabilidad
de
los
datos.
Respecto
al
derecho
al
olvido,
desde
Francia,
apoyado
en
una
resolución
que
publicó
recientemente
la
CNIL,
se
pretende
aplicar
ese
derecho
al
olvido
fuera
de
la
UE”,
explica.
Sin
embargo
ser
tan
ambicioso
puede
tener
un
problema
“recuerdo
el
caso
LYCRA
versus
Yahoo
del
año
2000
cuyo
resultado
fue
impredecible
y
hubo
muchas
dificultades
a la
hora
de
aplicar
dicha
resolución”,
resalta
Recio.
Al
mismo
tiempo
con
esta
reforma
europea los
ciudadanos
también
estarán
mejor
informados
si
sus
datos
son
hackeados.
“las
notificaciones
de
brecha
ahora
serán
obligatorias
para
todas
las
empresas
cuando
representen
un
alto
riesgo
para
los
derechos
y
libertades
de
las
personas,
teniendo
que
comunicarlas
al
regulador.
Ya
se
prevé
también
en
la
propuesta
de
reforma
del
Convenio
108
del
Consejo
de
Europa.
Veremos
cómo
queda
en
la
práctica”;
comenta.
En
la
actualidad,
“es
obligatorio
informar
de
esas
brechas
en
el
sector
de
las
telecomunicaciones
y
obviamente
es
posible
que
se
extienda
a
otros
sectores
dicha
obligación”,
advierte.
Mejora
del
derecho
a la
portabilidad
de
datos:
“Estamos
hablando
de
una
cuestión
que
se
ha
suscitado
durante
los
últimos
años,
sobre
todo
en
banca,
telefonía
y
otros
servicios.
Habrá
que
ver
en
la
práctica
cómo
se
gestiona
esa
interoperabilidad
porque
puede
que
llevarse
los
datos
personales
de
un
prestador
de
servicios
a
otro
enfrente
algunos
problemas
en
la
práctica
si
no
se
buscan
garantías
desde
el
principio
para
hacer
efectiva
la
portabilidad”;
resalta
nuestro
interlocutor.
Normas
europeas
para
empresas
que
negocien
en
suelo
europeo:
“No
cabe
duda
de
que
es
uno
de
los
caballos
de
batalla
del
citado
Reglamento
Europeo
de
Protección
de
datos.
Ya
en
el
fallo
de
la
Sentencia
sobre
derecho
al
olvido
se
hablaba
de
ello.
Ahora
bien,
en
la
práctica
habrá
que
ver
si
estas
normas
son
atractivas
para
estas
grandes
empresas,
casi
todas
multinacionales
y
qué
efecto
va a
generar
en
su
actuación
empresarial.
Es
posible
que
alguna
empresa
prefiera
no
operar
en
Europa
si
encuentra
obstáculos.
Será
necesario
también
informar
al
consumidor
sobre
el
significado
y
alcance
de
su
derecho
fundamental
a la
protección
de
datos
para
que
así
pueda
tomar
una
decisión
informada”,
subraya.
¿Reguladores
nacionales
o un
regulador
único?:
“Habrá
que
ver
realmente
que
sucede
con
esta
cuestión.
Si
hay
un
único
regulador
europeo
común
que,
además,
interactúe
con
los
nacionales.
Este
es
un
tema
que
parece
no
estar
completamente
cerrado
en
la
propuesta
de
borrador
que
en
el
día
de
ayer
han
consensuado
los
Ministros
de
Justicia
de
la
UE.
De
todas
formas,
creo
que
ya
ha
llegado
el
momento
que
los
propios
reguladores
evolucionen
en
su
comportamiento
sancionador.
Lo
que
sí
son
preocupantes
son
las
multas
que
se
elevan
considerablemente
lo
que
puede
generar
sanciones
de
hasta
1
millón
de €
o
hasta
un
2%
de
la
facturación
anual
global
de
una
empresa”;
comenta
nuestro
interlocutor.
“En
definitiva,
los
expertos
que
trabajamos
en
esta
industria
TIC
esperamos
una
buena
norma
que
introduzca
principios
normativos
sólidos
que
ayuden
a
fomentar
la
innovación
y la
competitividad
al
mismo
tiempo
que
se
garantiza
a la
persona
su
derecho
fundamental
a la
protección
de
datos
personales.
Se
trata
sobre
todo
que
las
empresas
puedan
ofrecer
servicios
a
nivel
global,
escenario
actual
para
todos
y en
el
que
es
fundamental
que
este
ordenamiento
jurídico
funcione
y
sea
útil
tanto
a
las
empresas
como
a
los
propios
ciudadanos”.
A
nadie
se
le
escapa
que
el
modelo
de
privacidad
europea
es
más
garantista
y
regulado
que
el
americano
“esto
a
veces
puede
dificultar
que
actividades
innovadoras
se
pongan
en
marcha”,
advierte
Miguel
Recio.
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