El otro día tuve la suerte de encontrarme en el ascensor con mi vecina del
quinto: además de ser muy inteligente (tiene dos carreras y un master) es muy
agradable también en otros aspectos. En nuestro corto trayecto, en lugar de
hablar del calor, quiso saber mi opinión, sobre el caso de Grecia, y yo,
tratando de darme importancia y de no asomarme a su escote (he de reconocer, que
me pierden sus redondeces), se lo expliqué como pude:
“Igual que Manolo Escobar, en plena propaganda del turismo tardo franquista,
venía a decir aquello de “entre flores, fandanguillos y alegrías, nació en
España la tierra de mi amor”; cualquier griego, podría decir que Grecia nació al
euro “entre recortes, penurias y rescates” y un alemán o un francés seguramente
diría aquello de “se lo merecen, se lo merecen”.
Sin embargo, yo diría que no tiene razón ni los unos ni los otros; aunque creo
que la verdad está más cerca del griego que del francés o del alemán-
ruborizándome le dije- sabes que no estoy hablando de sexo, que cuando en una
frase hablas de griego o de francés…
Trataré de explicarme, Grecia entró en el euro, maquillando sus cuentas, pero
también porque interesaba a Alemania o a Francia para venderles sus coches,
lavadoras, etc. (vamos igual que España). Como los griegos no tenían para
pagarlo, se endeudaron. Principalmente, el dinero se lo dejaron los alemanes y
franceses.
Cuando la soga de la deuda empieza a apretar, se ve que Grecia no va a poder
pagar. Pero entonces no se puede decir, porque los bancos alemanes y franceses
que son los que han dejado los cuartos, quebrarían.
Con lo que se busca la solución del rescate y de paso se revisa al resto de
países a los que en mayor o menor medida se les ha hecho lo mismito lo mismito
que a los griegos. Países a los que se les falta al respeto, dándoseles en
llamar los PIIGS: Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y Spain, digo España (ya
sabes que la palabra PIGS en inglés significa cerdos).
Rescate o rescates, que no son, más que patadas a la lata hacia adelante.
Mientras que vayan pagando lo que puedan, hasta perpetuar la deuda (como se hizo
en Iberoamérica en los ochenta). Para ello que recorte de todos, absolutamente
de todos lados (pensiones, sanidad, educación), menos de uno (sector militar).
Curioso no, Grecia no ha recortado significativamente su presupuesto militar.
Este dato, no se suele aparecer en el Telediario, pero igual que yo, un simple
abogado pueblerino, he sido capaz de sacarlo de la estadística oficial de la
contabilidad del dicho país, cualquiera puede hacerlo.
Igual se piensa que es un gasto menor. Nada más lejos de la realidad, Grecia
tiene el segundo (si segundo) presupuesto militar de toda la Unión Europea, solo
detrás del Reino Unido. La justificación que se le da (y que no tiene) es el
eterno enfrentamiento con Turquía. Recordemos que ambos países (Turquía y
Grecia), son técnicamente aliados en la OTAN.
¿Ese presupuesto militar a dónde va? Casi todo a tanques y submarinos (de
fabricación alemana, claro está), cazas y helicópteros (estadounidenses), no se
esto a que reino peninsular me recuerda.
Con lo que, pongamos nuestras barbas a remojar y estemos atentos, cuando nos
dicen que los griegos se pueden jubilar a los 42 años o nos cuenta lo da la isla
de los ciegos; puesto que con ser cosas en su mayoría ciertas, no lo es menos
que hay otras que no nos cuentan. Y claro siempre se ha dicho que la mitad de
una verdad, no es una media verdad, sino una mentira y de las gordas”.
El ascensor hacía ya tiempo que había parado, ella me miró, sonrió y según se
despedía, sin duda iba pensando:
-
Vaya plomo de tío.
Razón, no le falta. Que la fuerza os acompañe. |