La
antesala
de
su
despacho
es
un
pequeño
museo
destinado
a
conservar
reliquias
del
siglo
XIX;
cuando
en
1865
nació
esta
empresa
española.
“En
su
día
solicitamos
patentes
para
Edison;
Graham
Bell
en
1878
o
marcas
como
Martini
o
Sal
de
frutas”
explica
con
orgullo
Alberto
de
Elzaburu,
sexta
generación
de
una
empresa
familiar
convertida
ahora
en
una
multinacional
de
la
propiedad
intelectual
e
industrial.
Junto
a
él,
Javier
Fernández-Lasquetty,
socio
de
la
firma
y
una
de
sus
personas
de
más
confianza,
asiste
a
esta
entrevista.
Con
ellos
dibujaremos
el
pasado
y el
presente
de
esta
firma
que
ha
cumplido
150
años
en
este
2015.
“En
aquel
momento
con
cien
pesetas
bastaba
para
registrar
una
marca”,
comenta
D.
Alberto.
Hablar
de
Elzaburu
es
hacerlo
de
un
apellido
ligado
a la
implantación
de
la
Oficina
de
Patentes
y
Marcas
en
Alicante,
a la
creación
de
la
AIPPI
(Asociación
Internacional
para
la
Protección
de
la
Propiedad
Industrial),
la
asociación
más
importante
del
mundo.
“Nuestros
antepasados
estuvieron
volcados
por
la
defensa
de
la
propiedad
industrial
y
por
la
innovación”,
advierte.
Ahora
nuestro
entrevistado
es
el
socio
mayoritario
y
asegura
la
sexta
generación
de
Elzaburus
al
frente
del
negocio
y
reconoce
que
hay
participaciones
que
tienen
otros
socios,
ajenos
a la
familia
como
el
propio
Fernández-Lasquetty.
“Otro
gran
apoyo
es
nuestro
consejero
delegado
Antonio
Tavira,
clave
para
marcar
el
rumbo
de
la
empresa
en
estos
momentos”,
reconoce.
En
primera
persona
“Gracias
a un
negocio
como
es
el
de
la
propiedad
intelectual
e
industrial
hemos
viajado
por
todo
el
mundo
y
expandido
nuestro
negocio
en
los
principales
foros
de
interés.
Tengo
87
años
y
llevo
65
años
en
este
despacho.
Mi
mejor
satisfacción
ha
sido
ver
crecer
y
consolidarse
este
despacho.
No
es
sencillo
explicar
las
claves
de
nuestro
éxito.
Quizás
una
de
ellas
es
poder
haber
convertido
en
amigos
a
nuestros
socios
y
clientes
de
todo
el
mundo.
Esta
circunstancia
hace
que
el
trabajo,
sin
lugar
a
dudas,
sea
más
llevadero.
Todos
tenemos
la
idea
de
hacer
bien
las
cosas
y
persistir
en
una
tradición
que
comenzó
en
1865
Si
hubiera
que
elegir
algunas
fechas
claves
en
el
desarrollo
de
la
empresa,
salvada
1865,
fecha
del
inicio
podemos
citar
1897
cuando
mi
abuelo
Francisco
Elzaburu
asiste
al
Congreso
de
Viena
en
la
que
se
funda
la
AIPPI,
organización
más
importante
por
la
defensa
de
la
propiedad
industrial.
En
aquel
momento
era
el
único
español
miembro.
Luego
fundaría
la
sección
española
de
esta
entidad.
Otra
de
las
claves
es
su
internacionalidad.
Desde
el
inicio
teníamos
muchos
clientes
norteamericanos
y
luego
la
firma
ha
tenido
gran
presencia
fuera
de
las
fronteras
con
esta
fecha
de
1897
y la
AIPPI.
Eso
ha
generado
los
viajes
que
antes
le
comentaba
profesionales,
a
cualquier
lugar
del
mundo.
Esta
internacionalización
ha
hecho
que
todos
los
profesionales
de
Elzaburu
hablen
inglés
y en
muchos
casos
conozcan
otra
lengua.
Otra
fecha
clave
es
1955
cuando
somos
desahuciados
de
la
oficina
de
la
calle
Barquillo
porque
el
propietario
del
inmueble
quería
esa
finca
para
su
hijo.
Afortunadamente
hemos
ido
a
mejor
y
este
inmueble
de
la
calle
Miguel
Angel,
con
varias
plantas
y
espacioso,
es
ideal
para
nuestro
trabajo
diario.
En
la
actualidad,
la
plantilla
la
configuran
160
`profesionales,
50
titulados,
hay
un
total
de
35
abogados
y el
resto
ingenieros,
físicos,
químicos,
o
biólogos
La
incorporación
de
abogados
a la
firma
ha
sido
gradual
en
estos
últimos
años.
En
mi
caso
soy
colegiado
del
ICAM
con
cincuenta
años
de
ejercicio,
dato
que
ha
servido
para
recibir
la
medalla
de
la
entidad,
de
lo
que
estoy
agradecido.
Hemos
desarrollo
un
área
de
litigios
con
grandes
expertos
dirigida
por
Antonio
Castán,
nieto
de
Castán
Tobeñas,
presidente
del
Supremo
y
autor
de
uno
de
los
libros
de
derecho
civil
más
conocido
hasta
la
fecha.”
Sr.
Elzaburu,
¿cómo
se
convierte
una
empresa
familiar
como
Elzaburu
en
una
multinacional
del
negocio
de
la
propiedad
intelectual
e
industrial?
No
hemos
tenido
demasiados
problemas
en
asimilar
nuestro
crecimiento.
Hablamos
de
la
misma
empresa
familiar,
centralizada
en
Madrid
que
ha
ido
creando
delegaciones,
como
la
creada
en
China,
como
oficina
propia.
También
tenemos
otra
en
Munich
(Alemania)
y en
algunas
ciudades
españolas.
Junto
con
ellas,
tenemos
una
red
de
corresponsales
en
todo
el
mundo,
despachos
que
desde
la
relación
de
best
friend
nos
ayudan
a
generar
negocios
en
los
cinco
continentes.
Hay
buenas
relaciones
con
Iberoamérica,
EEUU,
donde
un
tio
abuelo
mio
estuvo
casado
con
una
americana
lo
que
permitió
conoce
a
personajes
como
Edison
y
Graham
Bell.
¿Realmente
se
ha
incrementado
la
cultura
en
nuestro
país,
sobre
todo
de
creadores
de
la
necesidad
de
proteger
su
marca?
Es
parte
de
nuestro
trabajo
sin
duda.
Uno
de
los
actos
jurídicos
esenciales
es
la
protección
de
su
marca
que
luego
es
el
distintivo
por
el
que
se
conoce
mundialmente.
Esa
protección
le
distingue
de
los
demás
y
luego
habrá
que
protegerla
de
imitaciones.
Parte
de
nuestro
trabajo
es
la
contínua
vigilancia
que
hacemos
en
defensa
de
las
marcas
a
las
que
asesoramos.
Hay
un
organismo
europeo
que
se
dedica
a la
protección
de
las
marcas
internacionales.
Este
organismo
está
localizado
hoy
en
día
en
Alicante
pese
a
que
en
su
día
Londres
pujó
mucho
por
ser
sede
de
esa
oficina
europea.
En
esa
protección
de
la
marca,
Internet
parece
que
puede
convertirse
en
un
riesgo
importante
para
las
empresas.
Javier.Fernández-Lasquetty:
Internet
como
herramienta
tiene
sus
riesgos
y
oportunidades.
En
nuestro
caso
estamos
en
la
Red
desde
hace
mucho
tiempo.
Quizá
nuestra
web
sea
una
de
las
más
antiguas
de
España
y
una
de
las
primeras
en
materia
de
propiedad
industrial
e
innovación.
El
hermano
de
Alberto,
Fernando
era
un
fanático
de
las
tecnologías
y
ayudo
a la
implantación
de
los
medios
electrónicos
en
el
despacho.
En
nuestro
caso,
hemos
estado
acostumbrados
a
las
tecnologías
desde
el
principio.
Las
hemos
aprovechado
en
la
gestión
de
nuestro
negocio
y
nos
resultan
familiares.
Así
surgió
Elzanet
como
servicio
online
para
nuestros
clientes
de
cara
a
que
puedan
entrar
en
nuestros
servidores
y
hacer
las
gestiones
oportunas
sobre
sus
expedientes
que
se
tramitan.
Paralelo
a
este
trabajo
es
la
implantación
de
Elzaburu
Green,
un
proyecto
impulsado
hace
siete
años
para
ir
reduciendo
el
uso
del
papel
en
la
oficina.
Gestionamos
asuntos
el
97
por
ciento
sin
papeles.
Todo
se
digitaliza
y se
incorpora
a
nuestra
base
de
datos
de
expedientes.
Solo
se
mantiene
aquellos
documentos
que
son
necesarios.
“Con la Reforma Penal asesoramos a empresas en materia de Compliance en las áreas de propiedad intelectual, industria y IT” |
¿Con
el
paso
del
tiempo,
el
trabajo
de
la
OAMI
en
Alicante
está
siendo
fructífero?
Funciona
bastante
bien.
Son
miles
de
marcas
las
que
se
registran
anualmente.
En
nuestro
caso
tuvimos
el
honor
de
presentar
la
marca
número
uno
para
la
AIPPI.
Fue
una
especie
de
premio
de
honor
a
nuestra
labor
por
haber
pujado
que
la
Oficina
se
estableciera
en
España.
Al
propio
Felipe
González
le
explicamos
lo
importante
que
era
tener
esa
sede
europea
en
España.
Nos
hablaba
antes
del
área
de
litigios.
¿Cómo
se
combina
esa
práctica
con
la
posibilidad
de
llegar
a
acuerdos
extrajudiciales?
J.F-L.:
En
esta
área
de
trabajo
nuestra
pese
a
haber
cierta
litigiosidad
si
se
observa
que
puede
haber
un
acuerdo
entre
las
partes
previo
a la
vista
judicial.
Para
ello
es
fundamental
que
el
asunto
esté
manejado,
tanto
en
un
lado
como
en
otro
por
profesionales.
De
hecho,
hay
un
porcentaje
importante
de
los
asuntos
que
no
llegan
a la
sentencia
judicial
sino
que
se
logra
alcanzar
ese
acuerdo
extrajudicial.
El
mundo
de
la
propiedad
intelectual
e
industrlal
es
pequeño
y
aquí
todos
nos
conocemos.
Es
viable
que
tras
un
primer
contacto
judicial,
demanda
y
contestación
se
logre
ese
acuerdo
extrajudicial
En
este
escenario
europeo
con
la
implantación
de
la
nueva
directiva,
¿Cuál
es
el
peso
especifico
de
nuestro
país
en
estos
temas?
A.E.:
Nuestro
país
tiene
una
tradición
importante
en
el
campo
de
la
protección
a la
propiedad
intelectual
e
industrial.
Hay
muchos
antecedentes
que
hacen
que
el
papel
de
nuestro
país
sea
importante
a
nivel
internacional,
como
la
puesta
en
marcha
de
la
Oficina
comunitaria
de
marcas
de
la
que
ya
hemos
hablado.
Nuestra
presencia
en
los
principales
organismos
internacionales
es
notable
y
eventos
como
el
Forum
Iberoamericano
de
Marcas
en
el
2000
en
Madrid
da
buena
prueba
de
ello
J.F-L.:
Sobre
la
directiva
hay
que
señalar
que
la
presión
de
las
autoridades
comunitarias
sobre
su
implantación
afecta
a
España
como
a
otros
países.
Todos
tendremos
que
adaptarnos
a
diferentes
modificaciones
en
las
directivas
de
marcas
que
ya
proceden
de
años
atrás.
La
primera
que
se
conoce
fue
de
1988
y
desde
esa
fecha
hemos
un
esfuerzo
de
adaptación.
Hay
temas
pendientes
sobre
todo
de
encaje
de
la
directiva
en
nuestro
sistema
jurídico
pero
que
habrá
que
hacerlo.
Hemos
participado
en
muchos
debates
nacionales
e
internacionales
al
respecto
y
observamos
como
esa
adaptación,
no
solo
afectan
a
los
españoles
sino
también
a
otros
países.
¿Qué
es
lo
que
más
preocupa
de
esta
nueva
directiva
de
marcas?
J.F-L.:
Hay
una
serie
de
aspectos
que
hay
que
ver
cómo
se
van
a
implementar,
sobre
todo
en
lo
concerniente
a
las
acciones
por
nulidad
y
caducidad
que
ahora
pasan
del
ámbito
de
los
tribunales
de
justicia
ordinario
a
los
de
la
oficina
española
de
patentes
y
marcas.
Lo
importante
es
ver
cómo
se
implementa
todo
esto.
Desde
la
OEPM
hay
preocupaciones
concretas
sobre
este
tema
porque
le
va a
obligar
a
gestionar
asuntos
como
se
hacía
antes
a
través
de
los
tribunales
de
justicia.
En
EEUU
gestionamos
a
través
de
nuestros
colaboradores
diferentes
asuntos
de
empresas
españolas.
Y
observamos
que
la
práctica
norteamericana
de
la
oficina
de
patentes
y
marcas
de
este
país
se
asemeja
a la
práctica
de
nuestros
tribunales.
Habrá
un
traspase
de
los
asuntos
de
un
ambiente
judicial
a
otro
administrativo
y
eso
nos
va a
llevar
a
una
adaptación.
Sin
embargo
la
gestión
de
los
asuntos
tendrá
que
homogeneizarse.
Por
segundo
año
consecutivo,
el
ranking
de
Expansión
de
despachos
de
abogados
sitúa
a
Elzaburu
como
el
despacho
más
rentable
por
socio
Este
reconocimiento
es
fruto
del
trabajo
duro
diario
frente
a
nuestros
clientes.
No
tenemos
problemas
graves
de
cobro,
algún
episódico
si
ha
habido
como
pasa
en
cualquier
empresa.
El
trabajo
en
equipo
es
clave
en
estas
circunstancias.
Esto
ayuda
a
que
los
asuntos
salgan
mejor
y
ningún
compañero
pisa
a
otro.
Al
mismo
tiempo
la
expansión
de
la
firma
se
ha
pensado
muy
bien
tanto
a
nivel
empresarial
como
poniendo
en
marcha
la
Fundación
Alberto
Elzaburu.
Desde
ella
promovemos,
la
emprendeduría,
la
protección
del
a
propiedad
intelectual
e
industrial
bajo
la
defensa
española
según
dice
nuestros
Estatutos.
Sobre
la
expansión
internacional,
¿cuál
es
la
hoja
de
ruta
de
Elzaburu
para
los
próximos
años?
A.E.:
De
momento
creemos
que
tenemos
ya
la
estructura
cubierta
para
operar
a
nivel
mundial
con
garantías.
Nuestra
oficina
de
Madrid
es
un
punto
fuerte,
bien
equipado
para
realizar
este
tipo
de
trabajo.
Disponemos
de
red
de
corresponsales,
via
best
friend,
que
nos
evita
crear
sucursales
en
diferentes
países.
China
es
una
excepción
por
la
particularidad
del
negocio.
Eso
nos
hizo
crear
una
oficina
propia
con
cuatro
profesionales
al
frente.
El
modelo
actual
funciona
y es
lo
que
nos
ha
permitido
nuestra
internacionalización.
J.F_L.:
Nuestras
relaciones
con
despachos
norteamericanos,
iberoamericanos
y
europeos
son
sólidas
y
vienen
ya
de
hace
tiempo.
No
nos
planteamos
crecer
de
momento.
Ya
estamos
bien
posicionados
donde
debemos
estar.
Con
esta
reforma
penal
que
acaba
de
entrar
el
pasado
1 de
julio,
¿se
va a
proteger
mejor
la
marca,
realmente?
J.F-L.:
No
solo
la
marca
sino
todos
los
derechos
de
propiedad
industrial
e
intelectual.
De
hecho
la
firma
está
desarrollando
ahora
actividades
en
materia
de
compliance
para
temas
de
propiedad
industrial
e
intelectual
y de
tecnología
de
la
información
Hay
empresas
que
olvidan
que
los
derechos
de
propiedad
intelectual
e
industrial
han
estado
siempre
protegidos
penalmente.
Es
importante
que
las
empresas
tengan
en
cuenta
esta
necesidad
porque
se
producen
muchas
infracciones
sobre
todo
en
propiedad
intelectual,
en
software
y
otras
obras
porque
las
empresas
no
tienen
el
cuidado
y
control
de
la
actividad
de
esos
departamentos
que
tienen
conciencia
más
laxa
sobre
derechos
de
terceros.
Las
empresas
reclaman
asesoramiento
y
apoyo
en
esta
materia
en
la
elaboración
de
mapas
de
riesgo
específicos
en
materia
de
propiedad
industrial
,
intelectual
y
tecnología
de
la
información.
Hay
una
gran
sensibilidad
sobre
estos
temas
que
se
va a
mantener.
|