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14 de SEPTIEMBRE de 2015

Maheta Molango, responsable área Sports & Entertainment de Baker & Mckenzie en España:
“Es fundamental que se regule el futuro de los fondos de inversión en deportes como el fútbol”

LAWYERPRESS / @LuisjaSanchez

El final del verano supone la puesta en marcha del deporte profesional en nuestro país. Un año que, en esta oportunidad estará cargado de eventos nacionales e internacionales. Para conocer el problema jurídico del mundo del deporte profesional hemos conversado con Maheta Molango, responsable del área de Sports & Entertainment de la firma multinacional Baker & Mckenzie, un despacho que en seguida vio el carácter transversal del deporte y su asesoramiento. “La crisis económica ha modificado las relaciones entre deportistas y sus clubes; en el caso del fútbol la venta de los derechos televisivos dentro de un año va a modificar el escenario y hacer la Liga de Primera División más competitiva y solvente”, aclara nuestro interlocutor. Todas estas circunstancias hacen que los clubes de fútbol hayan apostado por un asesoramiento jurídico diario con expertos internos o despachos de abogados como el nuestro. “Ahora muchos clubes están poniendo en marcha sus actividades de Compliance tras la última reforma penal, mientras que los deportistas nos preguntan sobre su relación contractual hasta el último detalle”, comenta. El momento actual es de mucha actividad a nivel de transacciones internacionales donde “despachos como el nuestro ha sabido adaptar la estructura de honorarios a la realidad del futbol y competir con cualquier boutique especializada en derecho deportivo”, resalta.

Sr. Molango, este mes de septiembre supone el arranque de una temporada cargada de eventos que culminará este verano con las Olimpiadas de Río de Janeiro. ¿Hay mucha diferencie entre este evento y el de Londres del 2012?

Desde luego que sí. La pregunta que se hacen los organizadores de una Olimpiada es sobre el legado que va a dejar este macro evento deportivo. Siempre se pretende que no sea un hito temporal y que esas instalaciones se puedan reutilizar en el futuro. El gran reto es buscar su rentabilidad y darle continuidad en el futuro.

Londres y Río son dos ciudades diferentes. Es evidente que el haber organizado el Mundial de Fútbol en varias ciudades brasileñas da un plus desde el punto de vista organizativo.  Lo importante en este tipo de eventos es lograr el apoyo social necesario.

“La crisis también ha reorientado al deportista profesional y le ha acercado a la dura realidad. En el mundo del fútbol los salarios se han reducido notablemente. Ahora son muy pocos los jugadores que cobran cifras importantes.”

Y desde el punto legal, ¿qué cuestiones surgen en este tipo de eventos trasnacionales?

Son cuestiones recurrentes, en definitiva, como la entrada y salida de trabajadores del propio evento; la apertura o cierre de los aeropuertos que no es sencilla; entre otros.

También tiene que ver con los tiempos del evento. Hay una fase primera que tiene que ver con la propuesta de candidatura; su elaboración y presentación que requiere un trabajo legal determinado.

Más tarde, si es elegida, está la fase de implementación durante la competición y la fase post evento donde también pueden surgir cuestiones legales a resolver. En cada una de ellas la perspectiva es transversal desde el punto de vista laboral, fiscal, inmigración o mercantil. Un evento de este tipo se contextualiza en muchos contratos y cuestiones legales interesantes.

El deporte de élite no sería nada sin la televisión. ¿Tan importante son los derechos televisivos en el mantenimiento de estas competiciones?

Es un pilar fundamental de deportes como el fútbol profesional.  Ahora se plantea por parte de la Liga de Fútbol Profesional un cambio en el reparto de los derechos televisivos en nuestro país.

Era un cambio necesario que, incluso, llega tarde tras muchos años de batallar para conseguirlo. Nos estábamos quedando atrás en comparación con las ligas de otros países como es el caso de la Premier inglesa.

Ahora esta venta conjunta hará que la competición sea más equilibrada porque muchos clubes podrán tener más ingresos y ser más competitivos. De cara al exterior manda otro mensaje sobre que la Liga española es un producto más atractivo. Con ese dinero los clubes españoles podrán retener a sus jóvenes talentos que ahora se marchan a jugar a otros países.

Entonces, ¿cuál es el calendario de entrada de esta medida sobre derechos centralizados?

Como se sabe, se aprobó un Real Decreto que regula la venta centralizada de los derechos en nuestro país y que entrará en vigor la temporada que viene. Esto se ha gestado así ya que había equipos que aún tenían contratos en vigor con diferentes operadores que acababan ahora.

Lo que se ha logrado es adelantar un año esa venta colectiva con un incremento importante del dinero que se va a recibir por televisión. Un incremento con el que los equipos no contaban realmente. La medida es muy interesante y ayudará a la viabilidad económica de muchos clubes de fútbol españoles.

Desde fuera se ve la profesionalización de los clubes de fútbol, que funcionan como si fueran empresas.

Es cierto. Hace años el mundo del fútbol era un sector muy poco regulado y poco profesional comparado con lo que es ahora, una actividad muy fiscalizada y controlada desde diferentes perspectivas.

A este respecto, La Liga de Fútbol Profesional está muy pendiente de cada club y vigila que no gasten más de los ingresos que generan. Se ha convertido en un mal necesario pero resulta fundamental.

Al mismo tiempo observamos como las autoridades fiscales son muy agresivas en cuanto a inspecciones de clubes y futbolistas mediáticos. Y, además, los entes supranacionales como la UEFA  y la FIFA también ejercen otro tipo de control.

Todas estas circunstancias hacen que los clubes de fútbol hayan apostado por un asesoramiento jurídico diario con expertos internos o despachos de abogados como el nuestro.  Ahora muchos clubes están poniendo en marcha sus actividades de Compliance tras la última reforma penal.

A este respecto parece no encontrarse un punto de encuentro entre la justicia ordinaria y la propia de las competiciones deportivas.

Es cierto, no es fácil que se entiendan. Hay que darse cuenta de que el fútbol no deja de ser una actividad económica y ninguna actividad de este tipo puede estar al margen de la legalidad ordinaria.

Hay que convencerse de eso y buscar un punto de entendimiento entre la competición deportiva y la justicia tradicional. Solo así irán disminuyendo los problemas entre ambas instituciones.

Respecto del deportista, ¿qué perfil tiene en el siglo XXI?

La crisis también ha reorientado al deportista profesional y le ha acercado a la dura realidad. En el mundo del fútbol los salarios se han reducido notablemente. Ahora son muy pocos los jugadores que cobran cifras importantes.

El deportista sabe que tiene que ahorrar y formarse para un futuro fuera del deporte, porque muchos de ellos no siguen en su actividad. Al mismo tiempo han crecido los controles a nivel fiscal y tienen más cuidado con lo que  hacen.  En este contexto, el deportista también te hace consultas continuadas de índole jurídica sobre su relación contractual. Muchos de ellos tendrán que seguir en activo en otras ocupaciones porque lo que ganan no les dará para estar tranquilos.

Da la sensación de que sus relaciones laborales son diferentes a las de cualquier trabajador…

Desde luego. Son contratos más sofisticados con más cláusulas donde tanto el jugador como el club pretenden protegerse el uno del otro. El deportista quiere que se refleje el pago puntual  de forma clara mientras que el club pretenderá negociar esos emolumentos.

 Ahora el escenario se sitúa en una cantidad fija y otra variable por objetivos deportivos donde clubes y jugadores comparten riesgos y ganancias. Se trata de redactar bien el contrato con sus cláusulas correspondientes y evitar las trampas que puedan generarse de su lectura equivocada.

Sobre el tema fiscal, no hay temporada en la que salte el escándalo porque un jugador tiene problemas con Hacienda.

Es cierto, como comprenderá prefiero no entrar en casos concretos porque desconozco los detalle. Sí le puedo decir, a nivel general, como los criterios de inspección de Hacienda se han endurecido en el deporte de alta competición.

En el mundo del fútbol existe la sensación de que como nunca ha pasado nada con este tema, nunca pasará. Pero realmente puede pasar. Actualmente existen ciertos asuntos que veremos como se resuelven por la vía judicial.

Al final lo que está sucediendo es que la cesión que hacen los deportistas sobre sus derechos de imagen no está bien realizada. No basta con crear una compañía para su gestión, sino también dotarla de contenido.

 Tiene que haber una actividad real y una cesión real de esos derechos. Se está investigando si está bien hecha la cesión, en qué país está ubicada,  etc. O si estamos ante rentas de trabajo o un contrato mercantil como se quiere hacer pensar.

El mercado deportivo es complejo, agentes, deportistas y ahora aparecen los fondos de inversión que hasta hace poco eran propietarios de jugadores.

En nuestro país se han prohibido los llamados TPO (Third Party Ownership) que suponía la posibilidad de que un tercero podría participar en un porcentaje importante de un traspaso.

Esta práctica deja muchos interrogantes respecto al futuro de los fondos de inversión en el fútbol. De todas formas es bastante lógico que la justicia ordinaria prevalezca sobre este asunto y autorice su viabilidad a corto y medio plazo.  No se puede privar a los clubes de fútbol de utilizar su mejor activo, sus jugadores. La prohibición tajante de esta actividad no tiene ningún sentido.

Ahora hay varios casos que están pendientes, uno de ellos a nivel europeo por la propia Liga de Fútbol Profesional Española y otros dos en el TAS  ( Tribunal de Arbitraje del Deporte) que no sabemos cómo acabarán.

 

 

 
 
 

 

 

 
 
 
 
 
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