El Consejo de la
CNMV acabada de autorizar a la Bolsa Social (www.bolsasocial.com) como
plataforma de financiación participativa. Se trata de la primera plataforma de
equity crowdfunding o crowdinvesting que se autoriza en España de acuerdo con la
Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, también conocida como la “ley del
crowdfunding”. La Bolsa Social tiene alianzas con actores clave de la
financiación ética y el emprendimiento social en España: Triodos Bank, Analistas
Financieros Internacionales, Ashoka o Impact Hub Madrid, entre otros. La
plataforma ha publicado tres ambiciosos proyectos del área de la mHealth (Wake
App Health), la economía colaborativa (utopic_US) y los biofertilizantes (Nostoc
Biotech), que se abrirán a la inversión del público a finales de octubre.
Esta ley que fue aprobada por el Congreso de los Diputados en abril de este año,
establece un nuevo marco jurídico, pionero en Europa, que regula la financiación
participativa en sus modalidades de crowdinvesting (inversión en capital) y
crowdlending (inversión en préstamos). La ley confiere seguridad jurídica a la
inversión a través del crowdfunding y eleva los requisitos que deben cumplir las
plataformas, que a partir de ahora deben contar con la autorización de la CNMV y
estar sujetas a su supervisión. Con esta autorización, la inversión a través de
la Bolsa Social cuenta con todas las garantías que establece la ley.
La financiación participativa permite a los inversores, tanto profesionales como
minoristas, invertir directamente en el capital de empresas. Según estudios de
Ernst & Young, esta nueva forma de desintermediación financieraalcanzó el año
pasado un volumen de negocio de 82 millones de euros, con unas tasas de
crecimiento del 116% desde 2012.
La Bolsa Social se dirige a inversores y empresas con valores. Para ello,
selecciona y publica empresas con un buen modelo de negocio y potencial de
crecimiento, con la particularidad de que deben producir un impacto positivo
constatable en la sociedad y el medio ambiente. La inversión se realiza a golpe
de clic, de una manera ágil y sencilla. Durante campañas de dos a tres meses los
inversores depositan su dinero en una cuenta especial en Triodos Bank. Si se
alcanza el objetivo de financiación, la Bolsa Social formaliza la ampliación de
capital en nombre de todos los inversores. Si no se logra, se devuelven las
aportaciones sin coste para los inversores.
La plataforma cuenta con un equipo de profesionales procedentes del mundo de las
finanzas, la tecnología, el derecho y el emprendimiento social. Está dirigida
por Jose Moncada, que cuenta con una trayectoria profesional vinculada a la
política financiera nacional y europea tras años de trabajo en el Tesoro
español, la Comisión Europea en Bruselas y la Autoridad Europea del Mercado de
Valores en París. Moncada es, además, presidente de la Red Española de Impacto
Social (REDIS), asociación que aúna a los principales inversores de impacto
social de España.
La Bolsa Social se inscribe dentro de las llamadas finanzas éticas, un sector
que experimenta un importante crecimiento desde hace años. Como señala Jose
Moncada: “se está dando un cambio de mentalidad. La gente comprende que también
debemos aplicar nuestros valores cuando decidimos ahorrar o invertir, y que no
está reñido buscar rentabilidad e invertir en empresas con impacto positivo en
la sociedad”. En este sentido, Moncada ve un gran potencial en el crowdfunding
de inversión. “La Bolsa Social nace con el objetivo de convertirse en el mercado
financiero de referencia para inversores y empresas con valores positivos. Por
eso seleccionamos las empresas con el rigor del capital riesgo, las financiamos
mediante la fuerza colaborativa de la financiación participativa y aportamos la
dimensión ética de la inversión de impacto social”.
Para cumplir su objetivo, la Bolsa Social cuenta con el apoyo de Triodos Bank,
banca ética y sostenible de referencia en Europa, o la firma de análisis
financiero Analistas Financieros Internacionales (AFI). Además se ha aliado con
partners relevantes del ecosistema del emprendimiento social en nuestro país
como Ashoka, UnLtd Spain, Ueia o Impact Hub Madrid, entre otros
mHealth,
economía colaborativa y biofertilizantes, objetivo de las tres primeras empresas
Tres serán los proyectos protagonistas de la primera campaña de inversión
participativa de la plataforma, que dará comienzo el 28 de octubre y durará tres
meses: Nostoc Biotech, Utopic_US y Wake App Health.
Nostoc Biotech trabaja con el objetivo de reducir la aplicación de químicos en
la agricultura, reequilibrar los suelos y preservar su salud a través de
productos agrícolas naturales como biofertilizantes elaborados con productos
biológicos, que han demostrado una alta eficiencia para reducir el uso de
productos químicos en la agricultura.
La economía colaborativa es el sector en el que se centra Utopic_US, una
compañía que promueve un modelo organizativo y social basado en el coworking, la
creatividad, la responsabilidad individual y la transparencia. Para lograrlo no
sólo dispone de espacios diversificados que suman más de 2.300 m2 sino que
también organiza el Zinc Shower, el mayor evento de economía creativa y
colaborativa de España.
Wake App Health, por su parte, es un consolidado proyecto de mHealth dedicado al
desarrollo de estrategias de intervención en salud a través de la tecnología
móvil. En sus tres años de vida ha creado un total de 10 apps para dar respuesta
a problemas de salud en ámbitos como la dermatología, la oncología, la salud
cardiovascular, el embarazo y la salud mental. Además es un referente clave en
el sector de la mHealth con un posicionamiento estratégico en investigación y
difusión y con capacidad, recursos y conocimiento para convertirse en la
lanzadera de empresas especializadas en el sector.
Analizados en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI),
todas las empresas que publica la Bolsa Social han de tener un buen modelo de
negocio, potencial de crecimiento y generar un impacto positivo en la sociedad.
La plataforma ofrece a los futuros inversores toda la información sobre los
proyectos, así como los riesgos y limitaciones que implica la participación en
las acciones de estas empresas. Si la campaña de equity crowdfunding finaliza
con éxito, la Bolsa Social exige a las empresas reportes periódicos de los
resultados económicos y del impacto social o medioambiental generado por cada
una de ellas.