Este pasado jueves se ha celebrado en la Facultad de Ciencias Políticas de la
UNED en Madrid la conferencia “Trabajo, crecimiento y sostenibilidad”,
encabezada por las organizaciones europeas Green Budget Europe y la
consultoría Climate Strategy. El evento ha reunido a expertos
internacionales y a representantes de los principales partidos políticos para
confrontar visión técnica y política de la
reforma fiscal medioambiental. En su conjunto, los expertos participantes han
querido señalar que la lucha contra el cambio climático no solo es necesaria
sino beneficiosa para la economía.
Numerosos
ensayos que aplican modelos específicos para el caso español calculan que los
impuestos sobre la energía podrían generar en España más de 10.000 millones de
euros anuales de ingresos adicionales para 2020, con un menor impacto sobre
el PIB y sobre los impuestos al consumo o al trabajo (Vivid Economics 2012).
Así Pablo Renieblas, Director
asesoría fiscal en Aduanas, Impuestos Especiales y Medioambientales y Miguel
Buñuel, Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid coincidieron en que la
fiscalidad verde si es viable si se lleva a cabo de una forma gradual y
evolutiva y podría aplicarse a estos 4 sectores : hidrocarburos (fijar impuestos
de forma pautadas), residuos, impuesto de circulación y agua.
Para Alberto Cornejo,
“una reforma fiscal medioambiental es compatible con la política social”. Dr.
Constanze Adolf, organizadora del evento y Vice Director de Green Budget Europe
explicó que “durante más de 25 años y en muchos países, un desplazamiento de la
presión fiscal sobre el trabajo hacía el medio ambiente y los recursos ha
conseguido reducir los costes relacionados con la supresión de los impactos
ambientales negativos y ha contribuido a generar ingresos que pueden ayudar a
financiar incluso retroalimentar los programas de eficiencia de energéticos que
crean puestos de trabajo locales y fomentar la innovación y la mejora de los
servicios sociales.
En Europa, dos
países acaban de dar un primer paso. Así Francia ha adoptado medidas para
reducir en los próximos 5 años la diferencia de precio entre gasóleo y gasolina
de manera progresiva. Por su parte, y desde el 2014 Portugal se ha embarcado en
una "reforma fiscal verde" que, a día de hoy parece ser un claro éxito, aunque
modesto en tamaño. Medidas emblemáticas incluyen un impuesto al carbono y un
impuesto sobre bolsas de plástico desechables. “Hemos dado los primeros pasos de
un largo viaje”, señala Joao Joanaz de Melo, del Centro for
Environmental & Sustainability Research de Lisboa.
Impuestos medioambientales en España
“España por su
parte, está todavía lejos de alcanzar los objetivos de Kioto e infravalora el
uso de herramientas fiscales efectivas para alcanzarlos”, alerta Constanze
Adolf. “Con la segunda taza más alta de desempleo de la UE, España sufre las
consecuencias de una economía aún deprimida. Mientras que en los impuestos
medioambientales de la UE representan un promedio del 6,3% del total recaudado
de los impuestos, en España los impuestos ambientales son 5,65% del total. Esto
coloca a España la última en la lista de los 28 Estados miembros de la UE.
Además, España ocupó el 26 de 28 en lo que respecta a la reducción de las
emisiones: En el año 2012 sus emisiones eran 122,48% de 1990 las emisiones de
efecto invernadero. La media de la UE es 82,14% de 1990 las emisiones de efecto
invernadero.
Coincide
con Profesor Paul Ekins, Profesor de Recursos y Políticas Medioambientales y
Director del Instituto para la Sostenibilidad del University College de Londres,
que la
Reforma Fiscal Medioambiental puede generar beneficios ambientales, económicos y
laborales.
Ekins sostiene que “los países que sean capaces de aumentar
los
impuestos sobre el carbono y energías fósiles podrán mejorar
su competitividad siendo mas eficientes con sus recursos, desarrollando
tecnologías limpias y especialización de las empresas, lo cual a su vez
permitirá aumentar la demanda, puesto que cada vez más países querrán reducir
sus emisiones de gas y otras presiones ambientales”.
“Cada país tiene que encontrar su propio camino pero tenemos la experiencia
considerable de muchos países de Europa que han enfrentado este reto” concluye
Ekins.
Por su parte los representantes de los partidos políticos presentes (el PP no
envió ningún representante) han querido dar su posición al respeto.
“El PSOE ya ha diseñado su programa económico alrededor de la lucha contra el
cambio climático”, explico Para Pilar Lucio. “Un nuevo modelo económico es
necesario” añado.“La
recaudación de una Reforma Fiscal Medioambiental tiene que ir destinada a
medidas de I+D” declaro David González, coordinador del área de vivienda de
Ciudadanos.
Por fin, Iván H.
Ayala, miembro del círculo nacional 3E de Podemos, ha insistido sobre “la
necesidad de una transición del sistema energético
para poder bajar la dependencia energética y las emisiones.”Pero el
argumento recaudatorio no es el único. Así Enrique Segovia, de WWF insistió en
que “lo que hace falta es un claro cambio de actitudes hacia el medio ambiente
entre la opinión pública”.
“Esto es primordial
este año con la próxima COP21 en París a finales de noviembre y en lo que
respecta a la aplicación de los objetivos universales fijados por la ONU en
materia de Desarrollo Sostenible, decidió en septiembre de 2015” declaró
Constanze Adolf.