Durante los días 11 y 12 de Noviembre, tuvo lugar en Logroño el XXII Congreso
Nacional de la Asociación Profesional de la Magistratura en Logroño bajo el
nombre “Poder Judicial, un Valor Social”. El pasado 12 de Noviembre de 2015
tuvo lugar la elección como Presidente de la APM, de Manuel Almenar Belenguer.
Por 107 votos a 78 se imponía al otro candidato y presidente saliente.
Se ha celebrado dicho congreso en el marco de una legislatura convulsa, donde
hemos asistido a una degradación de nuestro Estado de Derecho, a un evidente
intento de deteriorar la Independencia del Poder Judicial y a una considerable
pérdida de competencias del Consejo General del Poder Judicial.
Se ha desarrollado todo además mediante la conculcación del pacto de
legislatura con la ciudadanía, traicionando la promesa electoral de que los 12
vocales judiciales del CGPJ serían elegidos por y entre los jueces de todas las
categorías judiciales, para garantizar de éste modo la independencia del Poder
Judicial. La Ley Orgánica 4/2013 de reforma del Consejo General del Poder
Judicial supuso uno de los mayores ataques a la autonomía del CGPJ, y por ende a
la Independencia del Poder Judicial.
Se soslayaban de paso, las recomendaciones expuestas en la Sentencia del
Tribunal Constitucional 108/1986 en cuanto al sistema de elección de vocales
judiciales del Consejo General del Poder Judicial. Lo anterior, ha determinado
una notoria pérdida de influencia de las asociaciones judiciales y de los jueces
y magistrados en el desarrollo de la política judicial. Las reformas han
provocado una degradación del Estado de Derecho, un desprestigio de las
instituciones judiciales, una notoria desmotivación en la Judicatura, la
situación precaria de jueces de nuevo ingreso sin juzgado estable, afectando a
principios esenciales de inamovilidad judicial y consolidación profesional.
Ante ello la línea trazada por el Presidente Almenar Belenguer se compadece
bien poco con ningún tipo de tremendismo ni alarmismo sino más bien con una
defensa firme de los postulados de la Asociación Profesional de la Magistratura.
Y se reivindica dicha defensa desde la existencia de una asociación unida.
Almenar Belenguer resaltó la necesidad de unidad, de una asociación en la que
“cabemos todos los que estamos”, en la que “todos somos compañeros y amigos”, en
la “que nos unen más cosas que las que nos separan”.
Una línea estratégica basada en convencer con la palabra, en conciliar
estrategias, en responsabilidad institucional al tiempo que liderazgo, firmeza e
influencia en la política judicial. Estamos ante la elección del mejor candidato
posible a Presidente de la APM. La trayectoria del Magistrado Almenar Belenguer,
aparece sobradamente acreditada.
No ya sólo por su extraordinaria cualificación jurídica, sino sobre todo por su
compromiso con los principios y con los valores, con la honestidad profesional
ajena a cualquier tipo de oportunismo político o interés personal. Se trata de
un Magistrado íntegro que ya ha desempeñado funciones institucionales como vocal
de nuestro órgano de gobierno. Desarrollando su labor, desde la fidelidad a la
vocación de Juez, tendiendo puentes con el resto de asociaciones judiciales, en
aras de un objetivo común como es la defensa de la Independencia Judicial.
Un Magistrado con la suficiente humildad, como para reconocer posibles errores
cometidos. En su etapa como vocal del CGPJ, desde la coherencia y sin miedo a
sufrir perjuicio alguno en su trayectoria profesional, defendió firmemente su
oposición a la reforma de la Ley Orgánica 4/2013 de reforma del CGPJ .
Resaltó el riesgo directo que para la Independencia Judicial suponía la reforma
aprobada. Como Presidente defiende una Asociación que no renuncie a sus
postulados, a la oposición firme ante reformas inaceptables que interfieran o
socaven la independencia judicial. Una asociación que reivindique el ideario de
la APM y que no mediatice sus acciones en base a un mero cálculo político para
conseguir copar nombramientos.
Alcanzar altos cargos de la Judicatura desde los principios de mérito y
capacidad, ajenos a los tratos de favor o relaciones personales, como medio para
defender la Independencia Judicial y mejorar las condiciones de la Judicatura,
no como un fin en sí mismo.
Afirmó que la APM se encontraba en la actualidad estancada, que se había
perdido el contacto con la carrera y con los asociados, sin capacidad de
influencia y con nula presencia en los medios de comunicación. El nuevo
Presidente basó su exposición en una apuesta firme por una asociación referente
en la carrera judicial, que la lidere, que se abra a sus asociados y a los no
asociados, que enarbole la bandera de un compromiso de solidaridad entre
compañeros unidos por la vocación de ser Juez.
Propuso de manera valiente una mayor democratización de la APM, sin que ello
suponga pérdida alguna de influencia de las secciones territoriales, con la
propuesta de que la Presidencia sea elegida por los asociados y sin que ello
colisione con la elección del comité ejecutivo por un sistema que asegure la
representatividad proporcional de las distintas secciones territoriales.
Apostó con claridad por un lema, “la APM no será la voluntad de su Presidente,
sino la de sus asociados”. Proclamó así mismo que los modelos de hace treinta
años ya no sirven, que había que abrir la APM a sus asociados y adaptarnos a los
nuevos tiempos. Reivindicó su idea de jueces vivos que quieren tener voz y
participar. Se abre un tiempo nuevo, liderado por un Magistrado de principios
que devuelve la ilusión perdida durante dos años y que ejemplifica el compromiso
con el Estado de Derecho , que asumimos quienes decidimos ingresar en la carrera
judicial, estrictamente por una vocación de servicio público.
Es hora de situar a la APM en el epicentro de la defensa firme de la
Independencia Judicial, desde la responsabilidad institucional pero también
desde la unidad en la carrera judicial y desde el compromiso con la vocación y
condición de ser Juez, guiados por los principios y ajenos a intereses
particulares.
La Presidencia de Manuel Almenar representará fielmente esa idea y el autor de
éste artículo no puede sino mostrar su agradecimiento por devolver la ilusión a
quienes creemos que otra Judicatura y otro país son posibles. Tiempo de
convertir las expectativas en realidades. Hora de trabajar por los principios
que nos unen, sin partidismos, frente a quien sea, sea quien sea. |