Dos generaciones
de mediadores. Y de los buenos. De los que pueden presumir en este país que
viven de ello. Es posible que no estén de acuerdo entre ellos en muchas cosas
pero lo que sí tienen claro es que la mediación tiene un futuro en nuestro país.
Este décimo aniversario de AMM, Asociación Madrileña de Mediadores, está
sirviendo para profundizar en la memoria histórica de la mediación. Por ese
motivo decidimos conversar con Daniel Bustelo, abogado y mediador argentino,
creador de AIEEF, primer centro de mediación en nuestro país, y uno de los
primeros profesionales que habló de mediación en España. En el otro lado, otro
profesional de prestigio como es el caso de Ana Criado, “es una brillante
estratega con valores”, dice de ella su compañero de tertulia. Ana es la
presidenta de la propia AMM desde sus inicios, habitual en cursos y actividades.
Con ellos hablamos la sobremesa del pasado sábado Bustelo acababa de impartir un
taller de coste pro bono para muchos asociados de esta entidad con motivo de
dicha efeméride. Hacemos un extracto con lo más importante. Su pasión por la
mediación queda clara en muchos de los pasajes de este reportaje.
“Tuvimos que romper con la imagen que la mediación estaba ligada al seguro. A
poco de llegar a España en 1990 veía publicidad sobre mediador pero como le digo
ligada al seguro. Hemos hecho camino al andar sin mirar atrás. Nuestros primeros
talleres fueron en el País Vasco y recuerdo que el primer curso que hicimos lo
dimos gratis en 1993. La gente venía por curiosidad, a ver que era esto de la
mediación. Tras el Congreso de El Escorial de 1995 se crearon al año siguiente
sesenta instituciones de mediación”, comenta Daniel Bustelo, cuando arrancamos
esta conversación. Hemos logrado un hueco en una cafetería del Barrio Salamanca.
En la barra, nos observan de reojo muchos de los alumnos, todos ellos mediadores
que han acudido al curso. Entre Ana Criado y Daniel Bustelo, se encuentra este
periodista quien, apoyado en su block de notas y grabadora, procurará dar fe de
este encuentro entre ambos profesionales.
Ambos expertos coinciden en que en España se piensa que Argentina es el padre de
la mediación. “No estoy muy de acuerdo con ello”, indica Bustelo mientras que
Ana asiente que es verdad. “Esa Ley argentina de mediación se presentó en el
Congreso Mundial que organizamos en España en septiembre de 1995 para luego
aprobarse un mes más tarde”, añade nuestro interlocutor. “Sería bueno que la
sesión informativa en países como España fuera obligatoria impartida por
auténticos profesionales”, indica Ana Criado, quien es consciente que en nuestro
país hay mucho por conseguir en el asentamiento de este método extrajudicial.
“Estoy de acuerdo con Ana pero si es en el ámbito jurídico debería darla un
abogado entrenado para que tenga el efecto que se busca de acabar las partes en
mediación”, recuerda Bustelo.
Ana Criado: “Sería bueno que la sesión informativa en países como España fuera obligatoria e impartida por auténticos profesionales.” |
En el desarrollo de la mediación en nuestro país siempre se ha hablado de la
necesidad de implicar a los abogados, colectivo especialmente sensible en este
tema, de cara a que sea un prescriptor de esta actividad. “Todas las
profesionales tienen que desaprender de cosas que ya saben. Muchos piensan que
ya median pero no es así. Al abogado le pasa lo mismo, cree que ya media cuando
lo que hace es negociar”, indica Ana. Para Bustelo “el abogado convencido del
uso de la mediación es un buen prescriptor, si ha logrado cambiar el chip y
conocer a fondo la mediación será un gran aliado para la propia mediación. Es
más fácil que vea estos cambios el abogado que un psicólogo o trabajador social
que hacen actividades similares”, comenta. Pese a todo Ana advierte que “los
abogados tienen que evolucionar y darse cuenta que hay otras fórmulas de
solventar un conflicto. Se trata que el cliente quede satisfecho y no solamente
gane el pleito cuando sucede al acudir a un juzgado”. A su juicio, el futuro de
la mediación está también en que muchos despachos de abogados tengan a un tipo
de profesional multidisciplinar que conozca bien estas prácticas de arbitraje,
mediación y conciliación. “En un país como España, abogacía y litigio van muy de
la mano, por eso muchos abogados no saben hacer otra cosa que litigar”, indica
Bustelo quien revela que en una época fue asesor del CGAE en materia de
mediación.
Sociedad cambia
y ayuda a desarrollar la mediación
Para estos dos profesionales de la mediación los cambios que se producen en
nuestra sociedad son importantes: “No todo el mundo está dispuesto a aguantar
años y años en un pleito; el abogado que advierta esta situación y se forme en
mediación tendrá más posibilidades de generar más negocio”, comenta Ana.
Introducimos en la conversación el derecho colaborativo, “una herramienta más
que puede ayudar a este cambio”, comenta Bustelo. Quienes si parecen haber
entendido lo que significa la mediación son los jueces. “Hemos logrado en algún
curso de doscientas cincuenta horas tener a una quincena de magistrados que
deseaban conocer la mediación aplicada al derecho de familia”, prosigue. Para
Ana Criado es fundamental que a los jueces se les explique bien lo que es la
mediación de cara a que su papel sea más relevante cuando tengan que derivar a
las partes a la misma. “Debería ser parte de su programa de formación contínua,
conocer a fondo lo que es esta práctica. Tiene que haber más implicación desde
el Ministerio de Justicia sobre este tema”, señala.
Daniel Bustelo: “Necesitamos a la mediación, como elemento clave que necesita la sociedad en su evolución para desterrar la cultura del litigio.” |
Cuando hablamos de los jueces hay que citar su asociación GEMME, donde hay
muchos magistrados que creen a su manera en la mediación. Este es uno de los
pocos momentos tensos de esta conversación: “Creen que la única mediación que
debe existir es la intrajudicial y se equivocan”, apunta Ana. Para Daniel
Bustelo habría que procurar crear canales para desarrollar la mediación
extrajudicial “es importante también que no se acuda a los juzgados que se
colapsan. Para ello hay que contar con buenos mediadores a los que se pueda
derivar”, aclara. Desde su punto de vista el desarrollo de la mediación en
España fue bueno hasta que se sacó la ley 5/2012 de Mediación Civil y Mercantil
“es una norma confusa y deja abierta a muchas interpretaciones más desde el
punto de vista jurídico que desde el propio del mediador”, indica. En opinión de
Ana, los jueces no están sabiendo derivar y no se puede pedir a los mediadores
que hagan su trabajo de forma voluntarista sin cobrar nada, práctica que viene
siendo habitual en muchos juzgados de mediación intrajudicial.
Mejorar las
sesiones informativas
Los datos dejan claro que aún hay mucho camino por recorrer en cuanto a
mediación. Nuestros 5.200 jueces lidian al año con cerca de nueve millones de
asuntos que entran en nuestros tribunales. Frente a ello, el CGPJ habla de
apenas 1200 asuntos derivados a mediación. Algo parece que no funciona “mientras
que en la mediación extrajudicial queda mucho por hacer, a nivel intrajudicial
las sesiones informativas son malas por eso no se logra derivar a mediación a
las partes”, subraya Ana. “Da la sensación aun que los abogado hacen el trabajo
que quieren los jueces que hagan, se ve sobre todo en familia. En Argentina
puedes demandar a juez por desacato, cuestión que en España es inviable”, señala
Bustelo. En su opinión se podría seguir el modelo inglés, que obliga al abogado
a dar a conocer a su cliente que hay otro método además del pleito. “También
sería bueno que los mediadores pudiéramos trabajar más conjuntamente. Así
podríamos ver lo que podemos ganar”.
Los mediadores, mientras tanto, buscan hacerse un hueco en la sociedad. En
algunas ocasiones ha surgido la posibilidad de trabajar para crear su propio
Colegio Profesional. “No me cabe duda que sería de gran ayuda para que la
sociedad viera nuestro trabajo y fuera el lugar para discutir sobre nuestra
actividad profesional”, indica Bustelo. Nuestro interlocutor reconoce ya que
ahora se centra en temas formativos “ahora la lucha por posicionar la mediación
les toca a la generación de Ana y venideras. Creo que nosotros ya hicimos
bastante por ponerla sobre la mesa”, indica. Desde su perspectiva el papel que
AMM ha hecho estos diez años es notable, siempre a la defensa de los intereses
de los mediadores “una de las entidades que más ha hecho por la mediación en
nuestro país”, puntualiza. Por su parte, Ana valora el papel de los asociados de
su entidad, algo más de trescientos que están siendo soporte a la entidad.
“Hemos preferido no buscar financiación pública para evitar cualquier tipo de
conflicto”, comenta.
Llega el momento de hablar del futuro de la mediación. Otro momento de tensión
de esta conversación que hemos extractado entre estos dos profesionales en
activo de la mediación. “Debemos aspirar lo máximo e ir a por todas. La
mediación es un fenómeno que no hay quien lo pare. La mediación es pasión y una
vez que se transmite te rindes a ella”, comenta Ana Criado quien recuerda que
cuando Daniel Bustelo empezó a hablar de mediación en los noventa en nuestro
país “prácticamente no había nada, ni normativa y apenas cursos formativos”,
indica. “Necesitamos a la mediación, como elemento clave que necesita la
sociedad en su evolución para desterrar la cultura del litigio”, comenta el
propio Bustelo. Ha pasado casi una hora y hemos conocido mejor la mediación. Nos
despedimos de estos expertos emplazándonos para el día 26 de noviembre cuando
AMM entregará sus Premios en su Quinta Edición.