La "Mediación Técnica", promovida por los arquitectos mediadores del “Col∙legi
d’Arquitectes de Catalunya”, tendrá una repercusión muy importante en la
resolución de las controversias que a menudo afloran en las comunidades de
propietarios y podrá contribuir a pacificar las relaciones, a veces complicadas,
entre vecinos de un mismo edificio.
Para entender la forma de posibilitar la mejora de relaciones entre los
componentes de una comunidad de propietarios hay que reflexionar de entrada,
sobre las particularidades de este espacio de convivencia entre personas.
En el campo inmobiliario podemos definir el concepto "comunidad de propietarios"
como el conjunto de personas que comparten la propiedad de un inmueble.
Si vamos al aspecto funcional y relacional, podemos entender como "comunidad de
propietarios" el conjunto de personas que "comparten" el día a día en un
edificio o conjunto de edificios.
La primera definición nos enmarca exclusivamente en los aspectos relacionales
como copropietarios del inmueble, mientras que la segunda nos amplía el campo a
los usuarios del edificio que lo ocupan y utilizan, ya sea como propietarios,
como ocupantes bajo el régimen de alquiler o subarrendamiento, o singularmente
mediante ocupación ilegal.
De la primera se pueden desprender diferentes puntos de vista sobre cómo
gestionar el inmueble, puntos de vista que pueden originar controversias o
conflictos entre propietarios, que estarán acotados normalmente al régimen de
propiedad.
La segunda definición nos sitúa en el día a día y en las relaciones derivadas de
la convivencia entre personas. Personas que podrán tener diferente estatus
económico, diferente nivel cultural, edades y situaciones familiares diversas,
de culturas diferentes, ideologías contrapuestas o sencillamente diferentes
puntos de vista en algo muy concreto, lo cual hace que se amplíe el campo de las
posibles controversias que pueden aparecer en esta convivencia.
Todo esto lo podemos agrandar aún más cuando incorporamos la variedad de usos,
aparte del de residencia habitual, que pueden desarrollarse en los diferentes
departamentos del edificio; desde las oficinas, despachos, locales comerciales,
talleres, almacenes, etc. hasta posibles actividades, digamos irregulares, que
partiendo de los diferentes intereses de sus titulares podrán generar
situaciones de relación que pueden ser como mínimo complicadas.
Este rompecabezas relacional nos sitúa en un espacio idóneo para la Mediación en
las comunidades de propietarios.
Hay que observar de que la palabra que más ha salido hasta ahora es "relación".
Y no podía ser de otra manera. La pacificación de las relaciones interpersonales
encriptadas en los diferentes grupos sociales representativos: naciones,
estados, comunidades religiosas, comunidades culturales, asociaciones, etc. es
hoy uno de los principales retos de una sociedad democrática cada día más
globalizada.
También las comunidades de propietarios, a una escala más reducida, necesitan
disfrutar de esta pacificación universal que propone nuestra sociedad para
desarrollarse en armonía bajo el lema que presidió la revolución francesa:
libertad, igualdad y fraternidad, principios que hoy siguen vigentes, tan sólo
con el cambio de denominación de la fraternidad por solidaridad.
En esta voluntad de pacificación, conformada dentro de la tolerancia y el
respeto a los demás, es en lo que la Mediación puede adquirir un papel
protagonista de gran recorrido, sin duda también en las comunidades de
propietarios.
La Mediación, en la que una de las características más notables es la rapidez,
puede ayudar de manera inequívoca a prevenir, controlar y desactivar situaciones
de vecindad a veces altamente conflictivas. Pero lo más importante, más que la
solución de controversias, es la transformación del conflicto, lo que generará
automáticamente en muchas ocasiones la mejora en las relaciones entre personas
enfrentadas que han de convivir juntas.
En una comunidad de propietarios eso es primordial. Cualquier planteamiento que
pase por una mejora relacional contribuye, seguro, a la resolución de conflictos
y en este terreno, la Mediación no presenta ninguna duda en cuanto a su
efectividad. La neutralidad del mediador, facilitando sin proponer soluciones,
que sean las partes las que construyan los acuerdos, a través de técnicas de
transformación del conflicto, genera una mejora relacional, aunque no se llegue
a acuerdos o éstos sean parciales.
La Mediación además es voluntaria; en cualquier momento y unilateralmente, las
partes pueden abandonar el proceso. Esta es otra característica notable en el
camino de determinar la bondad de la Mediación en el sentido de la solidez de
los acuerdos que se puedan tomar y también la duración de los mismos.
En las comunidades de propietarios, como conjunto de personas que son, los
conflictos serán fundamentalmente de relación, pero de etiología variada en
función de las circunstancias.
Las situaciones derivadas de las incidencias en el edificio nos llevan a un
terreno eminentemente técnico que puede precisar de una mediación especializada.
Aunque el mediador no puede ni debe aportar soluciones, sí será más efectivo si
entiende los problemas que se plantean. No importará que la solución a la que
lleguen las partes sea la mejor técnicamente, pero sí que no puede ser
inadecuada constructivamente en detrimento de la seguridad, ni puede suponer un
incumplimiento de normativas obligatorias.
Reivindicamos desde aquí la "Mediación Técnica" especializada como una
herramienta trascendental para la resolución de conflictos en comunidades de
propietarios en que aparezcan componentes de índole técnica. Como en todos los
campos profesionales la evolución hacia la especialización es obligada e
inevitable. Los cambios derivados de esta evolución sólo pueden suponer una
mejora de la Mediación en términos globales.
Naturalmente esto no descarta procesos mediadores en comediación entre personas
mediadoras de
diferentes profesiones. Al contrario, en muchas ocasiones la Comediación será
seguro el mejor y quizás el único camino para la resolución de determinados
conflictos más complejos. La comediación entre arquitectos, abogados, psicólogos
o trabajadores sociales debe dar una mayor amplitud y posibilidades a la
mediación, en el mismo sentido en el que reivindicamos una especialización. Los
conflictos complejos y quizá también algunos no tant complejos, a menudo tienen
componentes diferenciales que precisan de diferentes puntos de vista en su
tratamiento dentro de un proceso de mediación. Esta comediación interdisciplinar
debe aportar sin duda un notable valor añadido a la Mediación.
Abogamos pues por la "Mediación Técnica", dentro del concepto de mediación
interdisciplinar, como una nueva forma de abordar las controversias vecinales,
tanto individualmente en casos derivados exclusivamente de incidencias técnicas
en los edificios, como en comediación con otros profesionales cuando la
situación lo aconseje, siempre con el objetivo final de transformar las
relaciones vecinales deterioradas y, si es posible, para llegar a acuerdos
sólidos y duraderos en el tiempo.
Bienvenidos a la Mediación Técnica! |