Hace pocos días y para
sorpresa de todos, o al menos de aquellos que nos dedicamos al mundo jurídico,
el Banco Central Europeo adoptó, entre otras medidas, la histórica decisión de
rebajar la tasa de interés en 5 puntos básicos, hasta un histórico 0%.
Tal y como señalan los
expertos en la materia, y recogen medios de comunicación, “la entidad que
preside Mario Draghi pretende con estos nuevos estímulos apuntalar el
crecimiento y ahuyentar la amenaza deflacionista en la Eurozona” (El
Mundo).
Pues bien, como Abogado
dedicado en parte a la actividad inmobiliaria en general, me pregunto qué
efectos puede tener esta decisión en el precio del suelo.
A este respecto, hay que
adelantar que esta medida debería producir en principio un incremento del
apetito inversor en el mercado inmobiliario, puesto que pueden financiarse las
adquisiciones de suelo, de una manera más ventajosa puesto que es más barato.
Pero no debemos caer en el
error de pensar que esta ventaja financiera afecte a todo tipo de suelo. Como
consecuencia de la crisis inmobiliaria que ha azotado a España y a otros países
del entorno desde el año 2006 y cuyos efectos se están ahora mitigando
paulatinamente, existe un importante stock de suelo finalista, que aunque sea
duro decirlo, no tiene ningún valor por mucho que exista la posibilidad de
adquirirlo en óptimas condiciones financieras.
Sin embargo, está claro que
esta medida afecta positivamente a una parte de ese stock. Concretamente al
suelo finalista para viviendas en grandes ciudades. Se trata de la materia prima
básica de los promotores y, desde hace meses, había cierto interés por él.
Esta situación, ha sido
detalladamente analizada en el estudio “Madrid
Suelo 2016” de la Consultora Knight Frank, que destaca, entre otros
aspectos, que “la situación actual del mercado ha despertado el interés de
operadores con la finalidad de posicionarse en la promoción y el desarrollo a
corto y medio plazo”. Señala además que “el volumen de inversión en suelo y
rehabilitación ha superado los 940 millones de euros, lo que supone un 5% más
que en 2014”.
Se pone de relieve la escasez
de suelo consolidado para la construcción de viviendas en la capital de España y
se anticipa un incremento en venta del mismo debido a la alta demanda existente.
La tendencia expansiva en lo
que se refiere a este tipo de suelo consolidado debe verse reforzada, a priori,
por esta política de bajada de tipos de interés ya que, como explica el informe
de Knight Frank, “el
mercado de suelo está estrictamente ligado al acceso a la financiación, por eso,
este segmento del sector inmobiliario es el que ha sufrido más el cierre de
flujo financiero”.
Ahora sólo falta poner fin a
la incertidumbre política que por desgracia está afectando a toda la economía y
sería una pena que España, en plena recuperación, no aprovechara esta
oportunidad de bajada de los tipos de interés para conseguir la finalidad
pretendida por la máxima autoridad monetaria europea: consolidar el crecimiento
y evitar la deflación. |