Quizás
no a
todos
suene
a la
primera
el
nombre
de
René
Burri,
sin
embargo
queda
grabada
en
nuestra
memoria
la
inmemorable
fotografía
de
Che
Guevara
fumando
un
cigarro
cubano
que
realizó
en
la
Habana
en
1961.
Capaz
de
entregar
historias
poderosas
en
fechas
límites
y de
hacernos
viajar
a
través
de
los
hechos
más
relevantes
del
siglo
XX,
Burri
desarrolló
un
género
que
hoy
se
define
como
fotografía
de
autor.
Según
Klaus
Honnef,
los
“fotógrafos
que
realizan fotografía
de
autor tienen
una
visión
singular
de
las
cosas
y
por
ende,
una
particular
temática
pictórica”.
Testigo
privilegiado
de
seis
décadas
de
historia
que
inmortalizó
en
350
imágenes,
nos
sorprende
la
lectura
que
el
mismo
da
de
su
habilidad:
“Mi
fotografía
es
el
resultado
de
estar
en
el
sitio
en
el
momento
oportuno”.
La
visión
singular
de
las
cosas
y el
saber
estar
en
el
sitio
justo
en
el
momento
oportuno
es
lo
que
está
diferenciando
algunos
grandes
despachos
con
respecto
a
sus
decisiones.
En
una
reciente
entrevista
de
Hans
Böck
a
George
Beaton,
el
co-autor
de “Remaking
Law
Firms:
Why
and
How”
comentaba
que
la
mayoría
de
los
despachos,
especialmente
los
socios
de
ellos,
no
están
conscientes
de
los
cambios
que
se
producen
a su
alrededor,
sin
embargo
hay
un
pool
de
firmas
excelente
que
desde
10
años,
de
una
forma
continua
y no
siempre
visible,
ha
estado
detrás
de
la
transformación
del
mercado
jurídico,
a
veces
entendiendo
con
perspectiva
asumiendo
el
cambio
y a
veces
impulsándolo.
El
Legal
Project
Management
es
parte
de
esta
visión
singular
de
las
cosas
que
están
adoptando
los
despachos
más
visionarios.
El
servicio
o
solución
que
entregarán
al
cliente
será
el
resultado
de
haber
estado
en
dónde
había
que
estar
y en
el
momento
oportuno.
Desde
el
año
pasado
estamos
monitoreando
más
de
cerca
la
implantación
del
enfoque
LPM
en
algunos
grandes
despachos
y
resulta
cada
vez
más
claro
que
ya
solo
no
se
habla
de
LPM,
sino
que
hay
una
importante
inversión
por
parte
de
los
actores
de
sector
(y
con
eso
incluyo
firmas
jurídicas,
asesorías,
consultorías,
escuelas
de
formación
executive,
universidades
entre
otros,
administraciones
públicas)
con
respecto
al
project
management
para
satisfacer
las
demandas
de
los
clientes,
sean
privados
o
públicos,
corporativos
y
particulares,
internos
o
externos.
Este
pushing
de
los
clientes,
y en
particular
de
aquel
especial
cliente
que
es
el
departamento
de
servicios
jurídicos
in
house,
hacía
el
binomio
valor
y
eficiencia
ha
producido
como
resultado
que
en
el
mercado
se
busque
cada
vez
más
el
perfil
del
legal
project
management
y
que
por
otro
lado
se
estén
formado
los
propios
recursos
en
LPM
y se
le
esté
suportando
con
sistemas
y
procesos
adecuados.
Linklaters,
Clifford
Chance,
Freshfields
Bruckhaus
Deringer,
Hogan
Lovells,
Herbert
Smith
Freehills
(HSF),
Ashurst
y
Baker
&
McKenzie
son
algunas
de
las
firmas
excelentes
que
ocupan
las
primeras
líneas.
En
un
comunicado
de
prensa
publicado
en
su
web,
Herbert
Smith
Freehills,
firma
australiana
16ª
en
Global
100,
informa
que
ha
ampliado
su
oferta
global
de
LPM
como
parte
del
compromiso
de
la
firma
de
entregar
un
servicio
consistente,
de
alta
calidad
y
efectivos
en
costes
a
sus
clientes
en
todas
las
regiones
del
mundo.
Operativa
con
23
oficinas
en
Asía
Pacífica,
EMEA
y
Norte
América,
tras
tres
años
de
trabajo
continuo
y
cercano
de
investigación
y
diagnóstico
con
sus
clientes,
HSF
ha
creado
un
único
Modelo
LPM
que
incluye
dos
Centros
de
Excelencia
(COE),
uno
en
Melbourne
directo
por
Libby
Jarvis,
Head
of
Legal
Project
Management
para
Australia
y
Asia,
y el
otro
en
Londres,
coordinado
por
Cathy
Mattis,
Head
of
Legal
Project
Management
para
UK,
Europa,
Oriente
Medio
y
Africa
(EMEA).
De
estos
COEs
dependen
los
Legal
Project
Managers
de
las
diferentes
sedes
de
la
firma.
Se
trata
de
abogados
con
conocimientos
y
experiencia
en
legal
project
managment
que
se
incorporan
a
diferentes
grupos
de
práctica
y
regiones
para
trabajar
transversalmente
sobre
determinados
proyectos
y de
esta
forma
asegurar
al
cliente
una
experiencia
contundente
del
servicio
propuesto.
Según
Justin
D'Agostino,
Global
Head
of
Herbert
Smith
Freehills'
Disputes
Resolution
Practice,
“los
clientes
quiere
una
gestión
eficiente
de
sus
asuntos
jurídicos
con
un
enfoque
de
proyecto.
El
LPM
nos
permite
dar
al
cliente
un
approach
más
sistemático
y
disciplinado
a la
solución
legal
que
ofrecemos.
Conseguimos
finalmente
entregar
un
mejor
producto
y
optimizar
los
costes
legales”.
Según
las
cifras
publicadas
en
Octubre
2015,
el
Equipo
LPM
contaba
con
10
profesionales
y se
estaba
planificando
una
nueva
expansión.
La
apuesta
de
HSF
llama
además
la
atención
por
el
nuevo
modelo
asociativo
que
se
ha
creado.
De
hecho
HSF,
con
un
fichaje
“lateral”
que
refleja
un
cambio
importante
en
un
sector
que
peca
de
poca
innovación,
ha
contractado
un
team
de
cuatro
profesionales
expertos
de
Berwin
Leighton
Paisner
(BLP),
una
firma
del
U.K.
Silver
Circle,
dirigido
por
Cathy
Mattis,
Head
of
Process
Improvement
en
BLP,
ex
solicitor
y
MBA
en
Operaciones
y
procesos.
El
equipo
de
expertos
es “client-facing”
y de
hecho
está
involucrado
en
las
ventas
más
complejas,
para
explicar
como
el
legal
project&process
management
puede
permitir
crear
una
relación
win
to
win
con
el
cliente
basada
en
valor
entregado
(calidad
del
servicio
+
efectividad
en
costes).
Este
valor
difícilmente
se
puede
replicar
por
otros
despachos
debido
a
las
variables
en
la
que
se
basa
(cultura,
personas,
procesos,
técnicas),
con
lo
cual
los
relaciones
puntuales
se
transforman
en
relaciones
institucionales
a
largo
plazo.
Por
otro
lado,
el
LPM
se
está
confirmando
como
una
pieza
clave
en
lo
que
es
la
estrategia
y
determinación
de
los
precios-honorarios.
Pepper
Hamilton
LLP,
despachos
multidisciplinario
con
más
de
500
profesionales,
es
otro
de
los
“excelentes”
que
está
usando
herramientas
de
project
management
y
adoptando
técnicas
de
mejora
de
procesos.
Más
del
50%
de
sus
contratos
de
litigación
se
llevan
a
cabo
bajo
una
facturación
basada
en
el
presupuesto
o no
por
hora
– es
un
resultado
muy
por
encima
de
la
media
de
la
profesión
legal.
A lo
largo
de
cada
compromiso,
los
clientes
tienen
acceso
continuo
a
los
datos
de
presupuesto,
de
esta
forma
no
hay
sorpresa
o
decepciones
en
el
momento
de
la
facturación,
sino
que
el
cliente
comprende
el
valor
del
trabajo
que
han
estado
proporcionando..
Sus
acuerdos
de
honorarios
alternativos
cubren
toda
la
gama:
fijo,
por
etapas,
el
retén,
la
cartera,
de
cuello,
de
comisión,
contingente,
tapado,
híbrido
- o
simplemente
la
previsión
presupuestaria
para
proporcionar
cantidades
precisas
y
oportunas
de
gastos
legales
que
pueden
ser
acumulados
en
el
curso
de
un
asunto
. En
más
de
250
compromisos
basados
en
AFA
para
cantidades
que
van
desde
miles
a
decenas
de
millones
de
dólares,
se
ha
conseguido
lograr
una
alta
previsibilidad
con
respecto
a
los
costes
del
asunto
y
consecuentemente
a
los
honorarios
propuesto.
El
proceso
de
creación
de
AFA
se
basa
en
conocimientos
de
project
management
que
incluyen
la
definición
del
alcance
del
proyecto,
de
la
secuencia
e
interdependencia
de
las
tareas
y de
la
previsión
del
presupuesto
con
respecto
al
alcance
identificado.
Se
trata
en
definitiva
de
Despachos
capaces
de
hacernos
viajar
entre
los
hechos
más
relevantes
del
siglo
XXI
en
el
sector
legal
y de
entregarnos
soluciones
jurídicas
que
parecen
fotografías
de
autores. |