Transparencia Internacional
acaba de publicar el pasado 3 de mayo la última edición de Oriente Medio y Norte
de África del Barómetro Global de la Corrupción. En este informe
se pone de manifiesto que casi uno de cada tres
ciudadanos ha pagado un soborno en Oriente Medio y el Norte de África en los
últimos 12 meses, y que en conjunto cincuenta millones de ciudadanos en
esta región se han visto por tanto obligados a pagar sobornos para acceder a los
servicios básicos. Por otra parte, la mayoría de las
personas (61 por ciento) de la región consideran que el nivel de corrupción se
ha incrementado en los últimos 12 meses.
Estos son algunos de los
resultados más importantes de este Barómetro, que tiene como objetivo dar voz a
las opiniones y a las experiencias sobre corrupción de los ciudadanos, y ayudar
a que los gobiernos rindan cuentas de sus acciones ante la sociedad.
La macroencuesta del Barómetro
se ha proyectado sobre cerca de 11.000 ciudadanos en nueve países y territorios:
Argelia, Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos, Palestina, Sudán, Túnez y Yemen.
Hace cinco
años la insatisfacción de los ciudadanos con los líderes corruptos y los
distintos regímenes fue un catalizador clave para el cambio en la región,
especialmente con las protestas de la Primavera Árabe. Transcurridos cinco años,
este estudio revela que los Gobiernos han hecho poco para cumplir las leyes
contra la corrupción y el soborno, y que tampoco han hecho lo suficiente por
impulsar la transparencia y la rendición de cuentas a través de la libertad de
prensa y el desarrollo de la sociedad civil.
En el Líbano,
las cifras son realmente alarmantes, dado que nueve de cada diez personas (92
por ciento) dicen que creen que la corrupción ha aumentado. Los funcionarios del
gobierno, los funcionarios fiscales y los miembros de los Parlamentos son
percibidos como los grupos más corruptos de la región.
Con base en
los resultados de este Informe, Transparencia Internacional hace cuatro
importantes recomendaciones:
1.
Los gobiernos de la región deben hablar inmediatamente y manifestar
públicamente su compromiso de poner fin a la corrupción. También deben cumplir
sus compromisos contra la corrupción a nivel mundial y regional, tales como bajo
la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC) y la
Convención árabe contra la corrupción.
2.
Los gobiernos deben erradicar la
impunidad y llevar a los corruptos ante la justicia para que puedan asumir la
responsabilidad de las consecuencias de sus actos.
3.
Los gobiernos deben crear un
entorno seguro y propicio para la sociedad civil y los medios para luchar contra
la corrupción e informar a los ciudadanos sobre ello.
4.
Los gobiernos deben involucrar a
sus ciudadanos en la lucha contra la corrupción y crear el espacio para sostener
las instituciones para tener en cuenta y para ayudar a las fuerzas de seguridad.
Esto es especialmente importante cuando la mayoría de los ciudadanos (58 por
ciento) creen que tienen el poder para cambiar las cosas.
Se puede acceder aquí al
Informe completo de este
Barómetro Global de la Corrupción