Tras la aprobación LO 5/2010, por la
que se modifica el Código Penal de 1995, en la que por primera vez en España se
prevé la responsabilidad penal de las personas jurídicas, se han incrementado el
número de actuaciones judiciales contra personas jurídicas.
La
modificación del Código Penal de 1995 en 2010 supuso el
reconocimiento de la responsabilidad penal de las personas jurídicas y de los
administradores de las sociedades mercantiles, que hasta el momento, estaban
exentos de cualquier tipo de reproche penal.
Según el
despacho de abogados especialistas en derecho penal económico, Mauricio
González Abogados, el número de sentencias condenatorias en las que se
reconoce la responsabilidad penal de la empresa, se ha incrementado notablemente
y no tiene visos de descender en el corto y medio plazo.
Una
novedad legislativa que afecta a empresas y administradores por igual
El punto más importante de esta reforma ha sido la necesidad de reconocer que en
el seno de las corporaciones, valiéndose de su estructura y de su posición, se
estaban cometiendo delitos consciente o inconscientemente.
Las nuevas
modalidades de los llamados "delitos de cuello blanco" que se
han servido de entramados mercantiles para evitar la responsabilidad penal,
están cada vez más hostigadas tanto por la actuación de los jueces como de los
abogados en derecho penal económico que defienden a los afectados.
En la
actualidad, la labor del abogados penalistas no se basa exclusivamente en la
minimización del daño causado a la empresa, lo que se conocía como defensa
penal, sino que las nuevas responsabilidades penales ponen de manifiesto la
necesidad de programas de compliance penal y prevención del delito en el
seno de las corporaciones.
Según
Mauricio González Cano, socio director de Mauricio González abogados,
"las empresas no son todavía conscientes de los daños a nivel económico y de
marca que puede suponer la responsabilidad penal de la empresa".
Los programas de compliance penal: la prevención de la
responsabilidad penal
Evitar el delito pasa por un estudio claro y detallado de las actividades de la
empresa. En estos casos la auditoría penal y la correcta aplicación de los
programas de compliance penal juegan un papel determinante. Nuevas
responsabilidades para la empresa, que suponen nuevos retos para juristas y
empresarios de cara al futuro.