La conectividad entre la violencia de género y el maltrato animal

Publicado el jueves, 12 enero 2017

Judith Mínguez, magistrada sustituta y criminóloga.

El fenómeno de la violencia contra las mujeres se ha erigido en los últimos años como uno de los principales problemas sociales y jurídico penales a erradicar. Desafortunadamente, hasta el momento no se han logrado demasiados avances a pesar de las múltiples  modificaciones legislativas que han tenido lugar.

Judith Mínguez, magistrada sustituta y criminóloga

Judith Mínguez, magistrada sustituta y criminóloga

Dicho problema ha comportado que la comunidad científica se centre en el esclarecimiento de un tipo de criminalidad tan presente en nuestra sociedad y cuyas consecuencias trascienden con creces el plano jurídico. Algunos estudios han intentado establecer puntos de conexión entre tal delincuencia y la comisión de otros ilícitos, tales como el maltrato animal.

Cierto es que, el delincuente con rasgos psicopáticos está directamente relacionado con el maltrato animal dado que, todos ellos han iniciado su carrera criminal poniendo en práctica su deseo por producir sufrimiento en terceros con animales. El psicópata, a una edad temprana y, habiendo ya aflorado sus instintos criminales pone en práctica tales instintos matando o maltratando gravemente animales, evolucionando con el paso del tiempo y reproduciendo tales conductas con sus iguales. Cabe remarcar que, en todo caso se está haciendo referencia a aquellos sujetos afectos por tal patología que no son capaces de realizar un control interno suficiente como para contener su deseo de producir dolor y/o sufrimiento, dejándose en todo caso llevar por sus impulsos externos.

Al margen de tal conexión delictiva, científicamente contrastada, en pocas o casi ninguna ocasión se ha planteado que el maltrato animal pueda tener algún tipo de relación con la violencia de género. No obstante, ciertos estudios relativamente recientes sí establecen una conectividad entre ambos fenómenos delincuenciales.

Un elevado porcentaje de mujeres que acuden a centros de acogida, según datos estadounidenses, refieren que el maltratador también ha ejercido violencia sobre sus animales de compañía llegando incluso, en ocasiones, a matarlos. No obstante, para poder apreciar tal conectividad sería necesario analizar ambos tipos de criminalidad.

En el ámbito de la violencia de género lo que el agresor persigue es dañar a la víctima del modo que fuere y, ejercer un control pleno sobre todos sus ámbitos vitales. Pues bien, un modo de ejercer el control no sólo sobre la mujer sino, también sobre el núcleo familiar íntegro, es la amenaza de infringir daño sobre un ser, objeto o animal querido. La mayoría de menores adoran a sus mascotas y por ende, la amenaza de dañarlas se erige como un gran sistema de control de la mujer habida cuenta de que, las consecuencias del maltrato animal no sólo harían mella en la misma sino también sobre los hijos.

Por tanto, la comisión de tal ilícito ya tendría un punto de conexión especialmente relevante con el fenómeno de la violencia de género. Profundizando un poco más en el análisis de ambos delitos, podría decirse que la posible pérdida de las mascotas o el planteamiento de aquello que podría llegar a sucederles, por el hecho de abandonar el hogar familiar, podría influir negativamente en la decisión de la mujer de separarse de su agresor y abandonar el ambiente de violencia en el que se hallaría inmersa.

Por otra parte, en muchas ocasiones, el gran control que consigue realizar el maltratador sobre su víctima comporta que la misma vea totalmente anulado su círculo social, permaneciendo encerrada en casa en la mayoría de casos dado que, también existiría una dependencia económica generada por la situación de desempleo en la que ésta se hallaría inmersa, comportando tales circunstancias que la víctima tan sólo pueda relacionarse con los animales con los que convive. Por ello, matando al animal de compañía de la mujer se cerraría su círculo, de tal manera que la merma de relaciones sociales y/o personales de la misma sería completamente inexistente.

Finalmente, no puede obviarse que los maltratadores suelen presentar problemas de contención de la ira y, por ende, tales situaciones de violencia incontrolada suelen recaer sobre otro ser indefenso que tengan a su alcance, como serían las mascotas que conviviesen con el núcleo familiar habida cuenta de que, tales episodios nunca tienen como sujetos pasivos a individuos que pudieren ofrecer una resistencia activa frente a su ataque.

Por lo expuesto, podría concluirse, sin lugar a dudas, que entre ambos ilícitos existen múltiples puntos de conexión y sería conveniente plantear métodos de prevención que los englobasen de manera conjunta.

La concienciación sobre el respeto a las mujeres y el trato en igualdad debe centrarse no sólo en los iguales sino también en los más indefensos como serían animales, menores o incapaces. Por otra parte, permitir que las mujeres puedan acudir a las casas y centros de acogida no sólo en compañía de sus hijos sino también de sus animales podría facilitar, aunque fuese mínimamente, que las mismas tomasen la difícil decisión de abandonar el que durante años ha sido su hogar e iniciar una nueva vida alejada de cualquier maltrato dado que, no resulta nada positivo para su recuperación obligarlas a romper los vínculos afectivos que las mismas poseen. De igual modo, tal separación revertería de manera muy perjudicial sobre los hijos, los cuales acostumbran a sentir un gran apego con sus mascotas.

Por consiguiente, deberían fomentarse medidas para que la ruptura con el vínculo familiar fuese lo menos traumática posible habida cuenta que, obligar a la mujer a dejar a su mascota con el maltratador no comportaría sino la continuidad del maltrato dado que, el mismo centraría su ira sobre el animal y seguiría dañando tanto a la víctima como a los hijos de ambos.

Tomando en consideración todas las reflexiones expuestas, es de ver que todavía queda un largo camino por recorrer en la lucha contra el maltrato ya revierta éste sobre el colectivo femenino o animal, habida cuenta de que, en muchas ocasiones, ambos van de la mano.

Sobre el autor
Redacción

La redacción de Lawyerpress NOTICIAS la componen periodistas de reconocido prestigio y experiencia profesional. Encabezado por Hans A. Böck como Editor y codirigido por Núria Ribas. Nos puede contactar en redaccion@lawyerpress.com y seguirnos en Twitter en @newsjuridicas

Comenta el articulo