Pactos de Moncloa II y ¿Pacto por la Justicia?

Publicado el lunes, 13 abril 2020

Hans A. Böck / @LP_Hans

La situación sanitaria, social y política ha incrementado las voces que claman por una reedición de los Pactos de la Moncloa que permitieron la transición política de entonces recién fallecida dictadura a un nuevo régimen de democracia. El país se enfrentó a un nuevo paradigma y su débil construcción hizo ver a todas las fuerzas sociales y políticas que era menester llegar a un gran consenso.

Lamentablemente este gran consenso no parece posible en estos momentos. La percepción de crisis existe, pero no la percepción de catástrofe si fracasamos en resolverla de forma ordenada, conjunta y rápida la actual situación y sus consecuencias. A finales de 1977 la situación económica parecía insostenible y la pérdida de la democracia una clara amenaza. Todos tenían mucho que perder y el compromiso se impuso.

Tengo el gusto de haberme dedicado a estudiar esta época durante muchos años desde el punto de vista de politólogo, de historiador y de economista. Y creo sinceramente que en 2020 no conseguiremos este pacto que la sociedad reclama y espera. La ingente inyección de dinero anunciada y la oscuridad de la crisis social con una población encerrada en sus casas y que no puede manifestarse, no crea el estado de alarma suficiente y preocupante entre los responsables políticos. No se sienten aún con la espalda contra la pared.

Lamentable en todo el debate a través de los diferentes medios adscritos a los diferentes bandos es la ausencia de un grito por pactos más sectoriales. Desde nuestro sector, el jurídico, somos muchos que hemos reclamado un Pacto de Estado por la Justicia. Sin embargo, ahora no oigo las voces que me gustaría oír.

El Consejo General de Poder Judicial esta ya más que caducado. No hay ni en el horizonte una posible renovación porque no hay consenso, sobre todo cuando nos afrontaremos en breve a una nueva oleada de demandas, y esta vez contra la administración, por motivo de la crisis del dichoso virus.

Puede parecer una frase muy trillada, pero sin Justicia no hay economía, y mucho menos democracia. Vamos a endeudarnos como estado y como sociedad hasta las cejas, y quizás más allá de ellas, para combatir los efectos del coronavirus. Pero alguien ha parado un minuto a pensar que algo de este dinero debería ir a la Justicia. No para comprar mascarillas y algunos parches coyunturales. Debe ir a la reforma y modernización de nuestro sistema judicial para poner una sólida base a una recuperación económica y social que será lenta y dolorosa.

El ministro de Justicia esta emplazado a organizar a los actores del sector legal y empujar con total urgencia un debate constructivo y profundo sobre cómo debe ser la Justicia que sirva a la sociedad, que proteja a los ciudadanos y que de seguridad a una economía en la UCI.

 

Sobre el autor
Hans A. Boeck

Editor y Director de Lawyerpress. Fundador del grupo Lawyerpress. Periodista con más de 30 años de experiencia en medios nacionales e internacionales. Idiomas: Español, alemán, inglés. Correo electónico: hab@lawyerpress.com y Twitter @LP_hans

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