Carlos Castell, Director de Castell Abogados.
Durante el confinamiento, Castell Abogados celebra cautelarmente cualquier medida que prioriza la salud del sistema judicial, sobre todo la salud de las personas que conforman la justicia. Solo con más medios humanos y una transición tecnológica real, se reduciría la carga de trabajo excesiva por funcionario y se mejorarían las ineficacias del sistema judicial, paralizado en esta crisis. La situación del Covid-19 ha sido el cisne negro que no veíamos venir para todos los sectores y su desarrollo y consecuencias serán estudiadas en un futuro. No solo se han puesto de manifiesto las deficiencias del sistema judicial, sino también de otros ámbitos públicos así como de ámbitos privados e incluso personales. Vale la pena establecer qué justicia y qué medios queremos a partir de ahora.
Dentro de la fase 1 de la desescalada, en Mallorca, la vida y las actividades vuelven a una nueva normalidad. En nuestro despacho se ha reactivado exponencialmente la actividad y la relación con nuestros clientes, que aunque hemos mantenido relación a distancia, muchos han aprovechado las condiciones de la Fase 1 para reanudar sus procesos, dudas o demandas. Asimismo, hemos reanudado las gestiones con los juzgados de la isla, y la situación no puede ser más caótica a la vez de insostenible.
Aun siendo pacientes con la situación y facilitando el trabajo a los funcionarios, entendemos que los que se tienen que preocupar y tomar acción es el Ministerio de Justicia, con el objetivo a corto plazo de solucionar el retraso producido por el Covid-19, que se suma al caos que ha habido históricamente en Baleares. A largo plazo, hay que volver a poner el foco en las personas que conforman el sistema judicial, que son la base de este sistema junto a las leyes y que son los que ayudan a que todo salga adelante.
Les invito a pasar un día en un Juzgado para entender cuál es la realidad de los trabajadores de la justicia y todas las personas implicadas.
Por ello es clave la transición tecnológica. Hay que apostar por estar en la vanguardia de la innovación, usar plataformas que evolucionen con el tiempo con la finalidad de facilitar, y no enredar, el trabajo a todos y alagar los procedimientos que perjudican a la sociedad en general, como es el caso de los compañeros abogados penalistas en Mallorca,.
¿A alguien conviene mantener este sistema del siglo pasado? A la sociedad en conjunto, no.
