Acaba de publicarse el 2021 Global Elite Brand Index de Acritas, que ahora forma parte de Thomson Reuters y que subraya que la pandemia mundial sigue perturbando los negocios y el sector jurídico en todo el mundo lo que ha puesto de manifiesto la importancia de que los clientes puedan contar con sus asesores de mayor confianza, un factor que se refleja con fuerza en el Índice de este año. Los clientes gravitaron hacia sus asesores y bufetes más confiables, redoblando sus relaciones más fuertes.
Según el Índice de este año, Baker McKenzie sigue ocupando el primer puesto por undécimo año consecutivo, mientras que DLA Piper se mantiene en el segundo puesto tras ascender el año pasado. Dentons, que ocupa el tercer lugar, sigue siendo la marca que más ha subido en más de diez años y es la que más ha subido este año, ya que ha pasado del 11º lugar anterior. Según Acritas, Dentons no sólo está aumentando su situación preferente a nivel mundial, sino que también ha conseguido construir un historial fiable de calidad y comprensión de los negocios de sus clientes.
En el resto del Índice, otros seis despachos también aumentaron su posición, entre ellos: Linklaters; Sidley Austin; King & Wood Mallesons; Herbert Smith Freehills; Kirkland & Ellis; y Skadden.
Los despachos que han tenido un enfoque estratégico en la construcción de relaciones con los clientes y una definición clara del tipo de cliente en el que se centran, se han beneficiado en este entorno, según Acritas. Sin embargo, las firmas que no tienen este enfoque y disciplina estrictos o las que intentan ser todo para todos los clientes tuvieron problemas en 2020, y seguirán teniéndolos en el futuro.
Elizabeth Duffy, Directora Senior de Servicios Globales al Cliente de Acritas comentó: «Las presiones de la pandemia en 2020 han acentuado la necesidad de los clientes de que sus despachos proporcionen un asesoramiento rápido adecuado para el negocio. Más que nunca, los clientes necesitan poder confiar en el correcto asesoramiento que reciben y que sea adecuado para su negocio, por lo que han pasado a confiar más en sus relaciones más duraderas. La inversión de un despacho en las relaciones con los clientes es un compromiso a largo plazo y requiere un apoyo multifacético para los abogados en términos de herramientas, formación y apoyo, y para algunos despachos están viendo el retorno de esta inversión, ya que han estado mejor posicionados para ayudar a los clientes en momentos de crisis. Ahora, cuando el trabajo a distancia es una realidad que todavía está por llegar, el reto para los despachos es cómo ofrecer esta experiencia diferenciada al cliente sin las normas y el entorno de la oficina en tiempos normales».
