Laura Montoya es abogada especializada en propiedad industrial, intelectual y nuevas tecnologías y se incorporó al Departamento de Legal & Litigación de ABG IP en agosto de 2020.

Laura Montoya inició su trayectoria profesional en el campo de la Propiedad Intelectual e Industrial en el año 2002. Laura tiene amplia experiencia en las áreas civil y mercantil y, más concretamente, en el asesoramiento legal relativo a la protección de los activos intangibles (patentes, modelos de utilidad, diseños, secretos empresariales, marcas derechos de autor y nuevas tecnologías). En particular, Laura asesora en la redacción y negociación de todo tipo de acuerdos sobre activos intangibles e interviene en procedimientos judiciales en materia de propiedad industrial e intelectual y competencia desleal.

Laura Montoya es Licenciada en Derecho en la especialidad Jurídico-Comunitario por la Universidad San Pablo CEU y cuenta con un Máster en Propiedad Intelectual por la Queen Mary University of London.

Laura colabora habitualmente en el diseño e implementación de programas de protección y protocolos de secretos empresariales para compañías de distintos sectores e instituciones Asimismo cuenta con experiencia ante los tribunales en conflictos sobre violación de secretos empresariales.

Antes de su incorporación a ABG, Laura desarrolló su actividad profesional en el Departamento de Propiedad Industrial, Intelectual y Tecnología de Gómez-Acebo & Pombo durante diez años, dirigió la Asesoría Jurídica de AC Camerfirma, S.A. (empresa dependiente de la Cámara de Comercio de España) y en una agencia de propiedad industrial, donde también fue responsable de su Asesoría Jurídica.

Hans A. Böck / @LP_Hans

Pregunta (P): Sra. Montoya, con el debate sobre las vacunas la protección de las patentes ha vuelto a los titulares de los medios. ¿Cree que las empresas españolas están suficientemente concienciadas para proteger su propiedad industrial e intelectual?

Respuesta R): Lo cierto es que, aunque aún queda camino por recorrer para que estén plenamente concienciadas, la necesidad de proteger y defender la propiedad industrial e intelectual va calando cada vez más en las empresas. Las empresas van siendo conscientes de que la protección y defensa de estos derechos, así como su puesta en valor, son elementos esenciales y activos fundamentales en las mismas. Por un lado son el fruto de inversiones realizadas y, por otro, son un elemento que las distingue de los demás tecnológica y comercialmente.

P: Vivimos un mundo totalmente globalizado. ¿La protección de la propiedad industrial a nivel global es necesaria y es fácil de realizar, tanto en lo que se refiere a costes como a trámites?

R: En realidad depende del derecho del que hablemos. Por ejemplo, si hablamos de propiedad intelectual o secreto empresarial que, en principio, no requieren formalidades para existir y surtir efectos, la inversión para protegerlo en todo el mundo no es excesivamente gravosa ni exige muchos trámites.

Otros derechos como marcas y, sobre todo, patentes, al ser derechos territoriales que exigen registro, implican inversión, a veces muy cuantiosa, que hace que las empresas tengan que ser, a la vez, selectivas y “visionarias”, conjugando los recursos que tienen para extender sus derechos con el volumen de negocio que potencialmente vayan a tener en cada país.

P: Usted es gran especialista también en asuntos europeos y en Alemania. ¿Cómo está el proyecto de la Patente Europea Unitaria tras la salida del Reino Unido de la UE y del fallo por parte del Tribunal Constitucional?

R: El proyecto de Patente Unitaria lleva años atascado por diversos motivos: régimen lingüístico, falta de ratificación, recursos de los Estados miembros… Se ha dado por muerta en varias ocasiones y en varias ocasiones ha revivido (aunque, como es sabido, no está aún en marcha).

En marzo de 2020 se publicó la sentencia del Tribunal Constitucional Federal alemán (Bundesverfassungsgericht) en la que se declaraba inconstitucional la ley alemana sobre la ratificación del Tratado sobre el Tribunal Unificado de Patentes. El Tribunal alemán consideró que la ley se aprobó sin contar con la mayoría parlamentaria necesaria. En concreto, manifestó que este Tratado implica una transferencia de soberanía a una entidad supranacional y debería haberse aprobado por una mayoría de dos tercios de los miembros totales parlamento. Asimismo, a finales de 2020 se presentaron otros dos recursos de inconstitucionalidad por otras razones ante el Tribunal Constitucional alemán, que siguen pendientes de resolución.

La sentencia del Tribunal Constitucional alemán y los recursos pendientes, junto con la declaración del Reino Unido de no participar en el sistema y el Brexit dificultan, al menos a corto plazo, la implementación del deseable proyecto de la Patente Unitaria. Esperemos que en los próximos años se superen los obstáculos y, por fin, vea la luz la Patente Unitaria.

P: En el momento actual, ¿Dónde están en ABG IP registrando más actividad?

R: ABG IP, desde su creación, destaca en su actividad en el campo de las patentes. No obstante, cuenta con un Departamento de Marcas desde hace 15 años y un Departamento Legal desde hace más de tres.

En estos momentos, y desde el inicio de la pandemia en 2020, hemos observado que las áreas de Biotecnología y Química-Farmacia están registrando mayores niveles de actividad, tanto en el área de patentes como en el de marcas y en el legal.

P: ABG IP acaba de anunciar su colaboración con la Asociación Española de Bioempresas. La biotecnología es un sector muy competitivo a nivel internacional. ¿Qué estructura hay que tener como despacho para poder asesorar con garantía a un sector puntero?

R: Hacen falta grandes profesionales que aúnen el conocimiento técnico con el conocimiento del cliente. Es decir, que hablen el mismo idioma técnico, pero que sepan conocer las necesidades, prioridades y líneas rojas del cliente.

En ABG IP contamos, en el Departamento de Biotecnología y Ciencias de la Vida con 7 profesionales, todos ellos doctores en diferentes áreas: Farmacia, Biología, Biomedicina, Bioquímica… y la mayoría agentes europeos de patentes. Asimismo, todos ellos conocen al cliente y sus necesidades, con lo que el servicio que le prestan es óptimo.

El asesoramiento en el área técnica de la Biotecnología se completa con el asesoramiento legal que se presta desde ABG durante todo el proceso investigador, es decir, desde la firma de acuerdos de I+D, antes incluso de que empiece el proceso de investigación, hasta que el producto patentado está en el mercado, pasando por prevenir e impedir las posibles infracciones que terceros cometan y defender la validez de los derechos (patentes, modelos de utilidad, etc.).

P: Usted participará el próximo 29 de abril en el webinario IP Perspectives Galicia, que organizan conjuntamente con la Universidad de Santiago de Compostela. ¿De qué tratarán en el webinario y a quién va dirigido?

R: El Webinar va dirigido principalmente a profesionales de empresas e instituciones que tengan inquietud por conocer temas de propiedad industrial que van más allá de lo que viene escrito en la norma o en los manuales: aspectos prácticos que contribuyen a una mejor gestión de sus activos intangibles.

En esta edición, hablaremos de determinados aspectos legales que han de tenerse en cuenta en la solicitud de patentes, sobre la protección del software y sobre la experiencia práctica de una spin-out en el campo de la nanotecnología.

P: También hablará de Secretos Empresariales en el IP Perspectives Madrid VII. La Ley de Secretos Empresariales entró en vigor el 13 de marzo de 2019. ¿Qué utilidad tiene para las empresas y qué herramientas ofrece?

R: Antes de la Directiva que da lugar a la Ley de Secretos Empresariales, los recursos de los que se disponía para luchar contra la adquisición indebida de este tipo de secretos eran insuficientes, ya que el ámbito de protección de los secretos empresariales variaba entre los distintos Estados miembros. Las empresas, además, se sentían cada vez más desprotegidas y expuestas a prácticas desleales que favorecían la obtención, la utilización y la relevación ilícita de sus secretos empresariales.

La Ley de Secretos Empresariales implica impulso a la innovación, proporciona seguridad jurídica y dota de una legislación específica, tanto sustantiva como procesal, a los secretos. Pero, a cambio, exige una actitud activa de la organización que se ve obligada a adoptar medidas de seguridad adecuadas para constituir y proteger el secreto empresarial.

En definitiva, se trata de una norma que va a beneficiar a las empresas e instituciones, independientemente del tamaño que tengan y del sector en el que se muevan, en las que la generación y manejo de información confidencial son esenciales.

P: Para finalizar, ¿qué diría a un inventor, a un creativo o a una empresa innovadora que aún dudan en proteger su propiedad intelectual e industrial?

R: Simplemente, le diría que se deje asesorar por expertos. Es una inversión esencial en tu empresa.