Según algunos informes y muchas noticias en la prensa, la pandemia ha acelerado la contratación de un seguro de vida en España. Aunque los españoles, y sobre todo los más jóvenes, son muy reacios a suscribir seguros que no son obligatorios como pueden ser los seguros de automóvil o de hogar, la pandemia y sus consecuencias han influido mucho en que se busque una protección frente a imprevistos de salud como puede ser el fallecimiento o una invalidez permanente.

Uno de los supuestos donde normalmente se recurre a la contratación de un seguro de vida es con la compra de una casa y su correspondiente hipoteca. Generalmente los bancos obligan a los compradores que solicitan una hipoteca a contratar una póliza de seguro de vida para asegurarse el cobro del importe de la hipoteca y así minimizar el riesgo de impago del crédito.

Los bancos generalmente son los beneficiarios de estos seguros de vida y por esta razón proponen ellos la aseguradora con la que tienen convenios y las condiciones del seguro de vida. Sin embargo, estas exigencias no son obligatorias. El solicitante de una hipoteca puede contratar un seguro de vida con la compañía que él mismo elija y puede fijar las cuantías y las condiciones de su seguro de vida teniendo en cuenta no sólo un caso de fallecimiento, sino también casos de invalidez que requieren de capitales más amplios que la mera hipoteca al tener que hacer frente a otro tipo de gastos adicionales.

¿Qué pasa si el el capital contratado del seguro de vida es mayor que el importe del préstamo hipotecario? Si el capital es constante, el beneficiario serán los herederos legales o la persona designada en la póliza, pudiendo saldar la hipoteca y recibiendo el importe restante.

Elegir bien las condiciones de un seguro de vida significa no solo evitar un gasto innecesario en la cuantía de los pagos que al cabo de la vida de una hipoteca puede ser bastante elevado, sino también adaptarse a las circunstancias personales y los riesgos de las circunstancias de vida de cada asegurado. Tener una buena información y dejarse asesorar por profesionales sobre sus condiciones personales de la contratación puede ahorrarle al asegurado un pago extra en la prima  y le seguirá protegiendo frente a los posibles siniestros sobre los que tiene cobertura.

Muchos clientes de banco se preguntan si el seguro de vida es necesario al contratar una hipoteca y ante la exigencia de la entidad financiera contratan su póliza directamente con el banco. Si bien no es obligatorio tener un seguro de vida para firmar su hipoteca, los bancos le exigirán dicha garantía. Actualmente según informan diferentes organizaciones de consumidores, sólo un 4% de tomadores de hipoteca se deciden rechazar la “oferta” de los bancos y contratar un seguro de vida personalizado y adaptado a sus circunstancias vitales con coberturas estudiadas para cada caso y cuantías de póliza fácilmente asumibles.