María Emilia Adán tomó posesión de su cargo el pasado 14 de diciembre, junto al resto de los miembros de la Junta de Gobierno del Colegio de Registradores de España, que fueron elegidos en las elecciones a la corporación celebradas el pasado 24 de noviembre, en las que fue reelegida decana.

Es la segunda vez que esta valenciana, ejerciente de tal, hace historia en el ámbito registral. En 2017 fue la primera mujer elegida para el cargo en la historia de la institución y ahora es la única que en los últimos veinticinco años ha conseguido revalidar el cargo. Mujer enérgica y decida, al tiempo que portadora de una cercanía y empatía personal inmejorable, desgrana sus proyectos para este mandato.

María Emilia Adán

Carlos Capa / @capa_carlos

Pregunta: Acaba de tomar posesión después de haber reelegida como decana- presidenta del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España. ¿Qué grado de cumplimiento de los proyectos de su primer mandato cree haber cumplido?

Respuesta: Sin duda ha sido un periodo atípico. Al llegar al ecuador de ese primer período nos vimos, como toda la humanidad, sorprendidos por una inesperada pandemia cuyos efectos son de todos conocidos.

Ello provocó una reformulación de nuestros objetivos. Muchos de ellos fueron no solo alcanzados sino superados, aunque hubiera que adoptar medidas de trabajo adaptadas a la situación: generamos una App, un sistema de alerta registral y potenciamos la comunicación digital. Por otra parte, es cierto que otras previsiones como la celebración de actos, eventos o congresos se vio lógicamente alterada por las circunstancias. Lo que la Junta que presidía siempre tuvo claro es que el servicio registral no iba detenerse, aunque hubiera que adaptar las formas en la que se prestara. La comunicación interna se mantuvo con regularidad y los registros permanecieron abiertos, con las obligadas medidas se seguridad sanitaria para los ciudadanos y sus propios trabajadores.

Los registradores y sus equipos hicieron un gran esfuerzo para que precisamente en esos momentos se prestara el necesario servicio a quienes necesitaron de ellos ante la necesidad de, por ejemplo, una moratoria concursal o hipotecaria. En definitiva, considero cumplidos los objetivos, aunque no en la forma en la que habíamos previsto.

P: ¿Cuáles son los objetivos de su nuevo mandato?

R: Desde luego arrimar el hombro con el conjunto de la sociedad para impulsar la salida de la situación creada por la pandemia. En este sentido creo que podemos jugar un gran papel en la gestión de los fondos Next Generation. Hemos de conseguir entre todos depurar el tejido económico eliminando del tráfico mercantil “empresas zombis”, así como fortalecer la interconexión con el resto de los registros de Europa.

En el campo de la transición ecológica hay un importante papel de los registros para la protección de suelos o espacios costeros. En este sentido apostamos por fortalecer herramientas como la del Geoportal, cuya gran utilidad ha quedado demostrada en tragedias como la vivida por la erupción del volcán de La Palma. Vamos a volcarnos en conseguir una sociedad más justa y sostenible.

Desde una perspectiva interna tenemos esta Junta que acaba de tomar posesión va a multiplicar sus esfuerzos en potenciar la formación y la actualización de los conocimientos de los registradores, pero también en la generación de propuestas para que los 160 años de historia registral sean el motor de los cambios necesarios para seguir prestando el mejor servicio a los ciudadanos.

P: Hace pocos meses celebraban su VI Congreso Nacional en Valladolid bajo el lema «Humanismo y tecnología al servicio de la sociedad» ¿Cómo encajan y asimilan los registradores la acelerada implantación de la tecnología en la sociedad con nuevos formatos como el blockchain que superan jurisdicciones o a las propias regulaciones de los estados?

R: Nosotros ya llevamos muchos años inmersos en procedimientos tecnológicos, especialmente en el ámbito del registro mercantil. Hay que dar más opciones al ciudadano, pero no se le pueden poner barreras tecnológicas cerrando el acceso personal al registrador. Los servicios públicos tienen que ser accesibles para todos y el es el que debe elegir la forma en la que se relaciona con ellos.

El profesional modula los automatismos, detrás de la tecnología tiene que estar siempre la chispa humana. No creo en la mecanización total, ya que hay que valorar todas las variables. No me imagino determinados actos como los registrales sin la figura personal del registrador. Esto no es incompatible con la incorporación de herramientas, como el blockchain, en lo que ya venimos trabajando, sin olvidar que detrás de toda tecnología tiene que haber un humano.

P: ¿Están preparados los registros para una posible “pandemia” litigiosa, especialmente en el ámbito concursal cuando cesen las medidas extraordinarias puestas en marcha ante el COVID-19?

R: Los registros sacaran adelante todo lo que se les encargue. En los registros se sostiene jurídicamente a las empresas en todo su recorrido y en ese sentido estaremos a la altura como siempre lo hemos estado.

P: Los registradores han demostrado una enorme empatía social y una gran vocación de servicio público ¿Qué importancia tiene para ustedes la Responsabilidad Social Corporativa?

R: Mucha. Hemos puesto en marcha una vocalía específica sobre RSC, que cuenta con todo el apoyo de la Junta. Nuestra presencia activa y solidaria en tragedias como la ocasionada por la erupción del volcán de La Palma o, en su día el terremoto de Lorca, poniendo todos nuestros medios al servicio del ciudadano así lo demuestran. También tenemos una especial sensibilidad hacia la discapacidad. Trabajamos para hacer todos nuestros servicios accesibles y sostenibles.