Recogerá
el
XX
Premio
Pelayo
dentro
de
un
mes
en
un
acto
al
que
acudirán
la
plana
mayor
de
nuestros
juristas
Será
el
próximo
mes
de
noviembre
cuando
Manuel
Olivencia
recoja
el
XX
Premio
Pelayo
a su
carrera
longeva
profesional
y a
su
contribución
al
mundo
del
derecho.
A
poco
más
de
un
mes
de
la
entrega
de
este
galardón,
nuestra
publicación
ha
querido
rendir
un
homenaje
a
este
insigne
jurista,
uno
de
nuestros
mercantilistas
más
reconocidos
a
nivel
internacional
y
jurista
clave
para
también
conocer
la
evolución
de
nuestra
reforma
concursal
y el
desarrollo
del
arbitraje
en
nuestro
país.
Profesionales
como
los
catedráticos
Alberto
Bercovitz
y
Luis
Maria
Cazorla
y
los
abogados
Fernando
Vives,
socio
director
de
Garrigues
y
Julio
Gonzalez
Soria,
volcado
al
arbitraje,
hablan
en
estas
líneas
de
la
figura
de
este
jurista.
El
reportaje
concluye
con
un
artículo
de
Rafael
Fontana,
presidente
ejecutivo
de Cuatrecasas,
Gonçalves
&
Pereira.
Alberto
Bercovitz
es
el
padre
del
nuevo
Código
Mercantil.
Catedrático
de
Derecho
Mercantil
desde
1970.
En
la
actualidad
Catedrático
en
la
Universidad
Nacional
de
Educación
a
Distancia
(UNED),
y
anteriormente
en
Murcia
y
Salamanca.
Ha
sido
Vicerrector
de
la
Universidad
Nacional
de
Educación
a
Distancia
(UNED).
Es
miembro
de
la
Comisión
General
de
Codificación
del
Ministerio
de
Justicia,
desde
1970.
Un
profesional
también
contrastado
que
ha
trabajado
codo
con
codo
con
Olivencia
en
varias
ocasiones
“Durante
los
muchos
años
que
Manuel
Olivencia
desempeñó
su
cargo
de
Catedrático
de
Derecho
Mercantil
de
la
Universidad
de
Sevilla,
no
solo
son
miles
los
juristas
andaluces
que
se
formaron
con
las
enseñanzas
que
él
impartía,
sino
que
además,
y
esto
es
muy
importante
para
un
universitario,
ha
dado
origen
a
una
escuela
de
profesores
de
Derecho
mercantil
que
comprende
un
número
importante
de
catedráticos
que
son
discípulos
directos,
a
los
que
ha
dirigido,
formado
y
animado
durante
los
muchos
años
en
que
ejerció
la
enseñanza.
Una
muestra
evidente
de
la
gran
trascendencia
que
la
obra
y
las
enseñanzas
de
Manuel
Olivencia
han
tenido
para
el
desarrollo
del
Derecho
mercantil
y
del
Derecho
español
en
general
lo
constituye
el
libro
homenaje,
que,
en
materia
de
Derecho
concursal,
le
fue
ofrecido
con
motivo
de
su
jubilación.
La
colaboración
de
sus
discípulos
y
admiradores
se
contiene
en
cinco
inmensos
tomos,
que
contienen
aportaciones
nada
menos
que
de
doscientos
veinticuatro
autores.
Las
aportaciones
del
Profesor
Olivencia
a la
doctrina
mercantilista
son
innumerables
y
ponen
de
manifiesto
su
conocimiento
y
sus
aportaciones
de
gran
importancia
en
todos
los
ámbitos
del
Derecho
mercantil.
Pero
es
que
además,
Manuel
Olivencia
ha
sido
el
pionero
en
el
estudio
y
formación
referentes
a
nuevos
temas
fundamentales
en
la
evolución
reciente
del
Derecho
mercantil.
Piénsese
que
ha
sido
él
quien
presidió
la
comisión
redactora
del
“Código
de
gobierno
de
las
sociedades
cotizadas
en
bolsa”,
conocido
precisamente
como
el
Informe
Olivencia,
que
trató
por
primera
vez
y
con
una
gran
trascendencia
práctica
y
dogmática
de
la
problemática
referente
a la
organización
de
las
sociedades
cotizadas,
atendiendo
fundamentalmente
a la
forma
de
controlar
las
actuaciones
de
los
administradores.
También
ha
tenido
Olivencia
un
protagonismo
fundamental
en
la
elaboración
y
promulgación
de
la
ley
concursal
del
año
2003,
que
constituyó
un
hito
fundamental
en
la
evolución
de
esa
materia,
que
había
tenido
que
esperar
mas
de
medio
siglo
para
poder
realizarse
y
promulgarse.
Como
discípulo
predilecto
del
maestro
D.
Joaquín
Garrigues,
Manuel
Olivencia,
colaboró
primero
y
sustituyó
después
al
maestro
como
delegado
de
España
en
la
UNCITRAL,
aportando
a
ese
organismo
su
buen
hacer
de
tal
manera
que
esa
actividad
contribuyó
a
atribuir
al
Profesor
Olivencia
un
prestigio
extraordinario
a
nivel
internacional.
Codigo
Olivencia,
clave
buen
gobierno
empresas
Fernando
Vives,
socio
director
de
Garrigues,
es
otro
profesional
que
quiere
glosar
la
figura
de
Manuel
Olivencia,
premio
Pelayo
2014
Manuel
Olivencia
es
catedrático
de
derecho
mercantil,
ha
sido
decano
de
su
facultad
en
la
Universidad
de
Sevilla
y
maestro
de
una
escuela
de
profesores;
la
escuela
sevillana
de
derecho
mercantil.
Sus
publicaciones,
más
de
doscientas,
llenan
cinco
gruesos
volúmenes.
Ha
ejercido
su
maestría
en
la
Comisión
General
de
Codificación
y
durante
los
últimos
cuarenta
años
es
responsable
de
buena
parte
de
las
innovaciones
en
la
regulación
del
derecho
mercantil
en
España.
Entre
otras,
destaca
su
contribución
a la
elaboración
de
la
Ley
Concursal.
Ha
representado
el
derecho
mercantil
español
en
el
panorama
internacional
y en
instituciones
extranjeras,
como
la
Comisión
de
las
Naciones
Unidas
para
el
derecho
mercantil.
Contribuyó
desde
diferentes
cargos
a la
gestión
de
los
intereses
públicos:
como
subsecretario
de
educación
y
ciencia
del
primer
gobierno
de
la
transición,
consejero
del
Banco
de
España
o
primer
comisario
de
la
Exposición
Universal
de
Sevilla.
Su
nombre
se
asocia
inevitablemente
con
el
Código
de
Gobierno
de
las
Sociedades
Cotizadas.
El
Código
Olivencia
introdujo
conceptos
nuevos
que
han
ahormado
el
gobierno
de
las
sociedades
cotizadas
en
España
en
los
últimos
quince
años:
la
introducción
del
soft
law,
de
las
recomendaciones
sujetas
al
principio
de
cumplir
o
explicar;
el
intento
por
conseguir
la
mayor
eficiencia
en
el
funcionamiento
de
los
consejos;
los
consejeros
independientes
o
los
nuevos
parámetros
para
medir
la
responsabilidad
de
los
administradores.
Se
trata
de
una
aportación
muy
relevante.
No
sólo
porque
fue
un
texto
innovador
en
España
sino,
también,
porque
al
ser
mucho
más
que
la
traslación
de
instituciones
extranjeras
a la
realidad
española
se
convirtió
en
una
referencia
internacional
que
ha
inspirado
a
los
que
le
han
seguido.
Manuel
Olivencia,
malagueño
y
sevillano
es,
también,
una
calle
de
Sevilla.
Por
muy
lejos
que
haya
estado
siempre
ha
permanecido
allí.
Durante
toda
su
vida,
cuando
era
profesor
y
gestor,
cuando
era
pre
legislador
y
embajador
del
derecho
mercantil
español
era,
también,
abogado.
Abogado
y
maestro
de
abogados.
Estos
son,
entre
otros,
sus
muchos
quehaceres.
Unos
explican
otros.
Todos
están
relacionados.
Es
por
todo
ellos,
por
haber
sido
tantas
cosas,
por
lo
que
es
fundamentalmente
una:
un
maestro
que
ha
inspirado
a
los
que
nos
dedicamos
al
derecho
y
que
ha
abierto
caminos
nuevos
e
inexplorados
por
los
que
intentamos
transitar.
Esta
última,
que
las
sintetiza
y
que
refleja
su
actitud
ante
la
vida
es,
sin
duda,
su
principal
aportación.
Un
jurista
adelantado
a su
tiempo
Para
el
Profesor,
abogado
y
árbitro
Julio
González
Soria
“escribir
unas
pocas
líneas
sobre
Manuel
Olivencia
es
una
tarea
a la
vez
muy
fácil
y
muy
difícil.
Muy
fácil
porque
Manuel
Olivencia
se
caracteriza
por
su
dinamismo,
por
una
actividad
incesante
y
polifacética,
por
una
aproximación
a
las
cosas
siempre
positiva
y
juvenil
y de
ahí
la
dificultad
de
aislar
y
seleccionar
alguna
de
ellas
para
cumplir
las
exigencias
del
escaso
disponible.
En
esta
tesitura,
me
he
decidido
por
hace
referencia
a lo
que
más
me
ha
impresionado
de
mis
vivencias
con
él.
En
primer
lugar
su
caballerosidad.
Manuel
Olivencia
es
un
caballero
en
toda
la
extensión
de
la
palabra
con
un
trato
siempre
cordial,
optimista
que
hace
sentirse
cómodos
a
los
que
están
a su
alrededor,
con
un
magnifico
sentido
del
humor.
Es
una
maravilla
escucharle
los
cientos
de
anécdotas
del
foro
contadas
como
él
sabe
hacerlo.
En
lo
profesional,
estoy
seguro
que
otras
plumas
glosaran
mucho
mejor
que
yo
su
faceta
de
gran
maestro
del
Derecho
Mercantil.
Yo
me
voy
a
limitar
al
campo
en
el
que
he
tenido
la
fortuna
de
trabajar
juntos:
el
arbitraje.
Hemos
compartido
muchos
Tribunales
Arbitrales,
algunos
que
él
presidia
y
otros
en
los
que
yo
tenía
el
honor
de
presidir.
Muchos
de
ellos,
como
suele
ser
el
caso,
de
extraordinaria
complejidad.
En
todos
ellos,
tuve
la
oportunidad
de
comprobar
su
profundo
conocimiento
de
la
institución
de
la
que
es
un
autentico
defensor
y en
cuya
regulación
positiva
fue
también
muy
activo.
En
definitiva,
también
en
el
mundo
del
arbitraje
Manuel
Olivencia
es
una
figura
de
referencia,
respetada
y
admirada.
Gracias
Manuel.
Un
maestro
de
fina
pluma
Por
último,
Luis s
Maria
Cazorla,
catedrático
de
Derecho
Financiero
y
Tributario
y
miembro
de
la
Real
Academia
de
Jurisprudencia
y
Legislación
hablar
de
Manuel
Olivencia
es
hacerlo
de
un
maestro:
“Don
Manuel
Olivencia
es
un
auténtico
maestro
de
maestros.
Jurista
completo.
Abogado
único.
Miembro
de
consejos
de
administración
prudente
y
siempre
atinado.
Orador
excepcional.
Escritor
de
pluma
elegante
y
muy
cuidada.
Lo
jurídico
lo
adoba,
además,
con
una
gran
cultura
humanística
que
dota
a su
ser
y
estar
de
un
enorme
atractivo.
Constituye
la
guinda
de
tan
excepcional
personalidad
el
agudo
humor,
la
fina
ironía
y la
elegante
modestia
que
envuelve
todo
su
proceder
jurídico
y no
jurídico.
Un
auténtico
maestro
de
maestros
es
don
Manuel.
Durante
estos
últimos
años
he
recibido
el
don
de
poder
compartir
con
él
muchas
horas
en
la
abogacía,
en
los
consejos
de
administración,
en
la
Real
Academia
de
Jurisprudencia
y
Legislación
y en
quehaceres
universitarios.
Lo
guardo
como
un
auténtico
tesoro.” |