El despacho
mantiene
reuniones
con
plataformas
y
profesionales
de
la
sanidad
de
cara
a
conocer
realmente
si
el
protocolo
del
ébola
tuvo
fallos
importantes
Después de
unos
duros
treinta
días
nadie
duda
que
Teresa
Romero,
enfermera
afectada
por
el
virus
del
ébola,
ha
ganado
su
lucha
frente
a
este
desconocido
mal.
En
la
mañana
de
ayer
comparecía
públicamente
para
dar
las
gracias
a
todas
las
personas
que
se
han
preocupado
por
su
estado
de
salud.
Queda
por
saber
el
futuro
de
la
posible
batalla
judicial.
Tanto
Romero
como
su
marido,
Javier
Limón
han
confiado
en
Garzón
Abogados,
despacho
del
abogado
y
criminólogo
José
María
Garzón,
su
posible
defensa
ante
terceros.
Ha
sido
precisamente
este
contexto
el
que
nos
ha
invitado
a
contactar
con
esta
firma
legal
para
conocer
su
visión
del
tema.
Todo
queda
por
decidir
aunque
se
vislumbra
una
contienda
judicial
viendo
la
primera
comparecencia
del
propio
Limón
quien
señaló
al
Consejero
Rodríguez
por
sus
comentarios
hacia
la
propia
Teresa,
como
uno
de
los
blancos
en
esa
futura
defensa
que
veremos
desarrollar
en
los
próximos
días.
Fuentes del
citado
despacho
de
abogados
se
muestran
cautos
cuando
nos
ponemos
en
contacto
con
ellos
para
saber
de
esta
otra
lucha
de
Teresa,
la
judicial,
que
se
prevé
que
a
corto
y
medio
plazo
se
ponga
en
marcha.
Sí
nos
confirman
que
lo
principal
es
que
la
enfermera
esté
totalmente
recuperada
antes
de
interponer
cualquier
tipo
de
acción
frente
a
terceros.
Insistimos y
nos
esbozan
tres
acciones
“una
de
responsabilidad
patrimonial
frente
a la
administración
por
el
expediente
del
perro
de
la
familia,
Excalibur,
que
tuvo
que
ser
sacrificado
al
comprobarse
que
estaba
contagiado
de
ébola.
Otra
acción
podría
convertirse
en
una
demanda
contra
el
honor
y la
propia
imagen
de
la
propia
Teresa
Romero
ante
las
alegaciones
hechas
por
el
consejero
de
Sanidad
de
la
Comunidad
de
Madrid,
Javier
Rodríguez
y
habría
una
tercera
que
supondría
una
denuncia
de
falta
de
protocolos
en
cuanto
al
tratamiento
de
personas
afectadas
con
ese
virus
y
cuya
responsabilidad
recaería
en
la
Administración”,
indica
Nicolás
Marchal,
abogado
de
la
firma.
Sobre esta
tercera
medida
cabe
recordar
que
unn
Juzgado
de
Madrid
abría
diligencias
previas
por
la
posible
existencia
de
una
infracción
penal
tras
admitir
a
trámite
una
denuncia
presentada
por
quince
médicos
del
Servicio
de
Medicina
Intensiva
del
Hospital
La
Paz
de
Madrid
por
las
medidas
adoptadas
contra
el
ébola.
En un auto la
jueza
de
Instrucción
número
21
de
Madrid,
María
Teresa
Abad,
solicitaba
al
Hospital
Universitario
de
La
Paz
que
remitiese
documentación
acreditativa
de
las
medidas
adoptadas
para
garantizar
la
seguridad
del
personal
y la
formación
proporcionada
al
mismo
en
relación
con
los
hechos
denunciados.
También pedía
al
centro
sanitario
la
relación
de
los
asistentes
a
los
cursos
de
formación
y
quiénes
los
impartieron,
además
de
la
lista
de
médicos,
enfermeras
y
auxiliares
de
enfermería
que
estuvieran
en
contacto
con
el
virus.
Por otra parte,
reclamaba
a la
Inspección
de
Trabajo
que
remita
las
actas
o
informes
instruidos
en
relación
con
los
hechos
objeto
de
la
denuncia,
en
la
que
se
señalan
posibles
delitos
contra
la
salud
pública
y
contra
la
seguridad
de
los
trabajadores.
En su resolución
la
propia
magistrada
señalaba
que
"los
hechos
que
resultan
de
las
actuaciones
presentan
las
características
que
hacen
presumir
la
posible
existencia
de
una
infracción
penal”,
cuestión
que
le
hace
instruir
esas
diligencias
a
fin
de
comprobar
los
hechos
y su
posible
vertiente
penal
de
los
mismos.
Reunión
con
afectados
Desde Garzón
Abogados
se
nos
indica
que
la
firma
mantiene
reuniones
con
asociaciones
profesionales
y
plataformas
de
cara
a
denunciar
ciertos
hechos
que
a
juicio
de
estos
colectivos
son
criticables.
Así
en
estas
conversaciones
ha
trascendido
varias
cuestiones
entre
ellas
que
el
Hospital
Carlos
III
es
de
tipo
tres
mientras
que
la
enfermedad
del
ébola
era
de
tipo
cuatro.
“Eso
tendría
que
haber
hecho
que
a
Teresa
la
hubieran
tenido
que
derivar
al
Hospital
Gómez
Ulla,
antes
de
corte
militar,
que
tiene
una
planta
especializada
para
guerra
bacteriológica
de
tipo
cuatro”,
subrayan
desde
el
citado
bufete.
El contacto
con
los
profesionales
sanitarios
está
siendo
clave
para
detectar
errores
o
déficits
en
el
protocolo
de
actuación
contra
el
ébola;
se
trata
sobre
todo
de
no
poner
en
peligro
la
salud
de
nadie
con
un
correcto
funcionamiento
del
citado
protocolo,
su
instrumentación
y
trajes
y
sus
tiempos.
De
hecho
desde
el
propio
despacho
se
están
recogiendo
todo
tipo
de
documentación
y
comentarios
que
pudiera
ayudar
a
esas
acciones
que
se
puedan
poner
en
marcha
a
corto
o
medio
plazo,
una
vez
que
Teresa
Romero
se
recupere
definitivamente.
Desde el despacho
se
ha
ayudado
a
poner
en
marcha
una
iniciativa
en
Change.org
que
ya
ha
recogido
100.000
firmas.
Javier
Limón,
marido
de
la
auxiliar
de
enfermería
contagiada
por
el
ébola,
Teresa
Romero,
iniciaba
en
la
popular
plataforma
de
recogida
de
firmas
una
iniciativa
para
protestar
por
la
muerte
de
su
perro
Excalibur,
sacrificado
por
las
autoridades
sanitarias
ante
el
peligro
de
contagio
de
ébola
cuando
Teresa
fue
ingresada
en
el
hospital
12
de
Octubre
en
régimen
de
aislamiento
total.
La
idea
es
evitar
que
pasen
situaciones
así
y
que
los
culpables
de
la
muerte
del
canino
sean
destituidos.
En el terreno
de
las
hipótesis
que
nos
movemos
comentamos
a
nuestro
portavoz
en
Garzon
Abogados
si
sabiendo
lo
mal
que
están
los
juzgados
se
podría
llegar
a un
acuerdo
con
una
compensación
económica
en
función
de
los
daños
de
todo
tipos
ocasionados
en
Teresa
en
este
mes
de
su
enfermedad.
Desde
esta
firma
ni
se
niega
ni
se
desmiente
nada
al
respecto.
Solo
se
comenta
que
no
ha
habido
ningún
contacto
con
nadie
porque
ninguna
entidad
se
ha
puesto
en
contacto
con
ellos.
“Que
existan
dilaciones
en
nuestra
justicia
no
debe
ser
un
impedimento
para
presentar
acciones
en
defensa
de
los
intereses
de
Teresa
Romero
si
así
al
final
se
acordase”,
aclara
Marchal. |