El
convenio
también
prevé
la
preparación
de
un
Libro
de
Estilo
de
la
Justicia
para
mejorar
la
claridad
de
las
resoluciones
judiciales
Mejorar
la
calidad
expositiva
y
literaria
de
las
resoluciones
judiciales
es
el
objetivo
del
convenio
de
colaboración
que
suscribieron
este
miércoles
el
presidente
del
Tribunal
Supremo
y
del
Consejo
General
del
Poder
Judicial,
Carlos
Lesmes,
y el
director
de
la
Real
Academia
Española
(RAE),
José
Manuel
Blecua,
que
tiene
como
objetivo
la
elaboración
de
un
diccionario
de
términos
jurídicos
y la
preparación
de
un
Libro
de
Estilo
de
la
Justicia.
Para
ambas
partes
se
insiste
en
que
ya
que
si
bien
en
España
y en
otros
países
europeos
existen
iniciativas
dirigidas
a
lograr
que
el
lenguaje
de
las
leyes
sea
claro,
el
de
la
jurisprudencia,
que
también
es
decisivo
para
la
claridad
e
interpretación
del
Derecho,
ha
sido
objeto
tradicionalmente
de
menor
atención.
Este
acuerdo
llega
cuando
hay
rumores
que
el
propio
Ministerio
de
Justicia
podría
activar
en
los
próximos
meses
la
Comisión
de
Modernización
de
Lenguaje
Jurídico
que
desde
el
20111
se
encuentra
parada
y
que
como
ya
comentó
esta
publicación
http://goo.gl/n0LEcm
hace
ya
tiempo.
El
proyecto
del
diccionario
de
términos
jurídicos
será
dirigido
por
el
académico
de
número
y
catedrático
de
Derecho
Administrativo
Santiago
Muñoz
Machado,
que
contará
con
un
equipo
de
colaboradores
formado
por
al
menos
cincuenta
profesores
universitarios
entre
los
que
habrá
especialistas
en
cada
una
de
las
ramas
principales
en
que
el
Derecho
se
divide
académicamente.
Los
lexicógrafos
de
la
RAE
prestarán
asistencia
técnica
al
proyecto.
El
CGPJ,
por
su
parte,
podrá
proponer
la
incorporación
a
los
trabajos
de
magistrados,
jueces
y
letrados
que,
por
razón
de
sus
conocimientos
y
especialización,
contribuyan
al
desarrollo
y
ejecución
del
diccionario.
Mientras
tanto,
la
elaboración
del
Libro
de
Estilo
corresponderá
en
sus
aspectos
generales
a un
equipo
de
lexicógrafos
de
la
RAE
bajo
la
dirección
de
uno
o
varios
académicos.
La
Real
Academia
requerirá
del
CGPJ
la
colaboración
que
precise
en
relación
con
la
especialización
jurídica
que
exige
la
preparación
de
esta
obra.
Sobre
este
tipo
de
publicaciones
se
conocen
manuales
que
despachos
como
Garrigues
y
Uría
Menéndez
crearon
hace
tiempo
pero
no
han
vuelto
a
aparecer
ninguna
obra
más.
En
opinión
de
Cristina
Carretero,
profesora
de
Derecho
Procesal
de
ICADE
y
coordinadora
del
Grupo
de
Investigación
Derecho
y
Lenguaje,
que
lleva
años
a
través
de
diferentes
actividades
de
investigación
y
divulgativas
apostando
por
la
mejora
de
la
claridad
del
lenguaje
y
escritos
en
este
sector
jurídico
:”Es
un
proyecto
interesante
en
el
que
destaca
sobre
todo
el
Libro
de
Estilo,
como
elemento
novedoso.
De
hecho
lo
ideal
es
que
cuando
esté
configurado
impartan
cursos
a la
carrera
judicial
sobre
sus
contenidos
más
destacados
para
que
realmente
la
publicación
valga
para
algo”;comenta.
A
juicio
de
esta
experta
la
clave
de
la
pervivencia
de
este
tipo
de
manuales
es
el
complemento
formativo
paralelo
que
se
debe
hacer.
Nuestra
interlocutora
nos
revela
que
en
la
formación
de
los
jueces,
aprobada
la
oposición,
en
dos
mañanas
en
la
Escuela
Judicial
de
Barcelona
les
hablan
de
la
claridad
del
lenguaje
jurídico.
El
texto
del
convenio
señala
que
el
Consejo
pretende
ayudar
a la
mejora
de
la
calidad
expositiva
y
literaria
de
las
resoluciones
judiciales,
ya
que
si
bien
en
España
y en
otros
países
europeos
existen
iniciativas
dirigidas
a
lograr
que
el
lenguaje
de
las
leyes
sea
claro,
el
de
la
jurisprudencia,
que
también
es
decisivo
para
la
claridad
e
interpretación
del
Derecho,
ha
sido
objeto
tradicionalmente
de
menor
atención.
En
este
sentido,
se
considera
que
uno
de
los
instrumentos
que
podrían
ayudar
al
buen
uso
del
español
por
los
jueces
y
tribunales
es
un
Libro
de
Estilo
de
la
Justicia
que
contenga
normas
de
escritura;
formas
de
manejar
los
nombres,
las
abreviaciones
y
los
signos;
reglas
gramaticales;
errores
frecuentes;
utilización
de
términos
de
otros
idiomas
extranjeros,
etc.
El
órgano
de
gobierno
de
los
jueces
cederá
la
explotación
de
los
derechos
de
autor
de
las
dos
obras,
mientras
que
la
RAE
se
compromete
a
dar
acceso
de
forma
gratuita
a
todos
los
miembros
de
la
Carrera
Judicial
a la
edición
electrónica
del
Libro
de
Estilo
y
del
diccionario
de
términos
jurídicos.
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