La Universidad Europea y el despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo han puesto en marcha la Escuela de Abogados, una iniciativa destinada a formar abogados técnicamente excelentes que aporten soluciones complejas a los problemas actuales de la empresas y de las personas.
A través de esta alianza, ambas instituciones buscan revolucionar la enseñanza del derecho con un valor agregado único, una formación dual que trasciende los límites de los tradicionales sistemas de formación en el ámbito del postgrado. Una formación en la que no solo se estudia Derecho, sino que se aprende a ser abogado mediante la inmersión plena desde el primer día en el mundo real del ejercicio profesional de alto nivel, haciendo prácticas en el propio despacho y ejerciendo la profesión con la orientación de varios de los más prestigiosos y experimentados juristas nacionales e internacionales.
Este sistema capacita a los estudiantes para trabajar como abogados desde el primer día, habilitándoles para el ejercicio internacional, permitiéndoles adquirir las técnicas y habilidades inherentes a la práctica profesional y capacitándoles para afrontar con éxito los retos más actuales del ejercicio de la abogacía.
La Escuela de Abogados no está, por tanto, en el mundo de la academia con más o menos conexiones con el mundo de la abogacía. La Escuela está implantada en el mundo del ejercicio profesional para facilitar al graduado la tarea de incorporarse rápidamente y con éxito al ejercicio efectivo de la abogacía, a través de los programas de Master en Dirección de Asesoría Jurídica de Empresa, Master en Derecho y Negocio de las Telecomunicaciones, Internet y Audiovisual y Master en Derecho y Negocio de la Energía.
El acto de presentación, celebrado en la madrileña sede del bufete Cremades & Calvo Sotelo, ha contado con la presencia de Javier Cremades, presidente de Cremades & Calvo-Sotelo, quien ha hecho hincapié en que estamos inmersos en un mercado en constante cambio que requiere profesionales cada vez más versátiles, capaces de adaptarse al nuevo escenario: “Nuestros programas facilitan el contacto del alumno con la realidad económica, jurídica y empresarial en cada industria y recoge los grandes retos de transformación que actualmente impulsa la tecnología, la digitalización y la globalización. Nos mueve la pasión por participar en la generación del nuevo talento y contribuir a la formación de los abogados del futuro que liderarán un mundo en constante cambio”.
Para el director general de la Universidad Europea, Conrado Briceño, “la Escuela ejemplifica por completo nuestro modelo académico diferencial, en el que se aprende haciendo, en un entorno interdisciplinar, internacional, inmerso en la profesión desde el primer día. Desde la Universidad Europea ofrecemos una formación abierta al mundo y con esta alianza superamos el modelo uni-jurisdiccional al permitir que alumnos de distintos países estudien en España, derecho aplicable en distintas partes del mundo, para ejercer como abogados en cualquier lugar”.
Metodología de vanguardia
A través de una novedosa propuesta, ambas instituciones se unen para ofrecer al ámbito de la Educación Superior -español e internacional- una enseñanza del Derecho distinta de los modelos tradicionales, a partir de una metodología vanguardista que combina conocimientos técnicos teóricos con el aprendizaje de competencias y habilidades propias de la abogacía, en entornos reales y profesionales (despachos, empresas, asesorías jurídicas).
Desde la Escuela tanto la Universidad Europea como Cremades & Calvo-Sotelo apuestan por una formación innovadora del Derecho, integral y de calidad, que cuenta con un claustro en el que los profesores compatibilizan la labor docente con la profesional en el ámbito jurídico.
La Escuela de Abogados nace con la vocación de formar abogados técnicamente excelentes, competentes para aportar soluciones complejas a los problemas actuales de las empresas y de las personas en el mundo globalizado, capacitados para ejercer profesionalmente en cualquier parte del mundo, preparados para asumir el liderazgo social, y responsables con el respeto de los derechos humanos.