JJpD a propósito de los recientes nombramientos del Tribunal Supremo denuncia que algunos no se ajustan a los principios de mérito y capacidad sostenidos por el precedente ejercicio profesional de cada uno/a de los candidatos/as, sino por motivos o intereses ajenos a la función jurisdiccional que les viene encomendada. Son claros ejemplos de puertas giratorias ya que han recaído sobre personas que han ostentado cargos políticos del Partido Popular, partido al que ha estado vinculado el propio Presidente del CGPJ, Carlos Lesmes.
Fernando Román, amigo íntimo de Carlos Lesmes, fue Secretario de Estado de justicia bajo el mandato del Ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón y el que diseñó el actual modelo del CGPJ con un corte claramente presidencialista que favorece ostensiblemente a Carlos Lesmes.
Vicente Magro Servet fue senador por el Partido Popular en la Comunidad Valenciana (Alicante), donde los casos de corrupción vinculados a dicho partido son y han sido una constante, como se evidencia en el juicio seguido actualmente en la Audiencia Nacional. Parece que el perfil que se busca para cubrir las vacantes en la Sala Segunda del Alto Tribunal es el de candidatos de perfil conservador. Ello aumenta las sospechas de interferencia en procesos judiciales presentes o futuros de los que conoce o conocerá el Tribunal Supremo.
Tal y como recientemente ha señalado la Comisión Europea en su informe sobre el estado de la justícia en los países de la UE, hasta un 58% de la opinión pública española tiene una imagen “mala” o “muy mala” sobre la falta de independencia judicial, percepción que es consecuencia directa de las “interferencias y presiones del Gobierno y sus políticas”.
Asimismo, el CGPJ vulnera con los últimos nombramientos su propia política de transparencia al no publicar los currículum de los candidatos impidiendo así que la ciudadanía pueda comprobar si dichos nombramientos responden a los principios de mérito y capacidad.