Directa, cercana, entusiasta y un poco desbordada por el éxito de un proyecto,Women in a Legal World (WLW), que surgió en su cabeza hace poco más de un año pero que ya ha alcanzado velocidad de crucero. “Claramente, el sector jurídico demandaba una iniciativa como esta”, asegura Marlen Estévez, abogada, socia de Roca Junyent en Madrid, directora de su Departamento de Arbitraje y presidenta de WLW. Nos recibe en su despacho para hablarnos de esta visión, su visión, sobre la necesidad de promocionar a las mujeres juristas a puestos directivos, dentro del sector legal pero también en los consejos de administración de las principales empresas españolas.
Núria Ribas / @oikit
Lawyerpress (LP): El próximo 30 de octubre entregan sus primeros premios por todo lo alto. Presididos por la Reina y destacando a figuras como María Emilia Casas, Rosario Silva, las 27 diputadas y senadoras constituyentes y al Colegio de la Abogacía de Barcelona. No está nada mal para tener apenas un año de vida…
Marlen Estévez (ME): Ha sido espectacular. La verdad es que la iniciativa ha sido muy bien acogida. Y los premios se enmarcan en uno de los objetivos de la asociación: dar visibilidad a mujeres dentro del sector jurídico que han tenido o están teniendo una trayectoria memorable. Muchas veces, por varias razones, no se las pone en el lugar que deberían. Lo que queremos es generar referentes femeninos.
LP: Pero visibilizar es solo uno de los objetivos de Women in a Legal World ¿no? ¿Cuál es el principal?
ME: El objetivo final es que en el sector legal triunfe la igualdad de oportunidades. Y una de las cosas que creemos es que las cosas se cambian desde puestos de responsabilidad. Si la clave es el referente, ¿qué referentes vamos a tener si no llegamos a puestos de poder? Y esto no es un tema de enfrentamiento entre hombres y mujeres, esto es un tema totalmente inclusivo, si los hombres no se suben al carro no conseguiremos nada. Pero es verdad que muchas veces son sesgos totalmente inconscientes los que tenemos. Necesitamos mujeres en puestos de responsabilidad que sean conscientes de ello.
LP: ¿No le da miedo que las identifiquen como un lobby elitista dentro del sector?
ME: No, yo creo que nuestro fin es el que es. Hay otras asociaciones que tienen otros fines, y podemos trabajar en paralelo. Aunque no me gusta mucho llamarlo así porque creo que es más que eso. Pero en cierta medida, una de las ramificaciones sí que es lobbista. Hay muchas mujeres que ya están ahí pero que no se las ve o no se las quiere ver. Hay que reivindicarlas como referentes. Muchas veces no se las ve porque los modelos de liderazgo que tenemos en la cabeza son muy masculinos. Se trata de ponerlas en contacto y que luego, claro, se traslade a todo el sector.
LP: De hecho, ha contado en diversas ocasiones que así nació la asociación en su cabeza el año pasado, con la idea de conectar a mujeres influyentes dentro del sector legal…
ME: Exacto. Pero al principio yo no tenía ninguna intención de que esto fuera tan grande. En mayo de 2018, contacto con unas quince mujeres con la idea de trasladarles mi proyecto de inicio, que no era lo que ahora es. Se trataba de conectar mujeres estupendas dentro del sector jurídico, porque siempre he pensado que conectando gente estupenda el resultado solo puede ser estupendo. Y no solo abogadas, también procuradoras, registradoras, juezas, fiscales… La cuestión era organizar comidas para conectarnos. Pero que no fuera el proyecto de Marlen Estévez si no el de todas. Y que cada una de ellas pensara en otras mujeres que les parecieran adecuadas. Hicimos una primera comida en septiembre del año pasado y se generó un clima muy especial, en el que todas sentíamos esa necesidad de conectarnos. Y desde ese día nos pusimos manos a la obra con las que estábamos desde el inicio. Pusimos ideas sobre la mesa, qué pilares básicos queríamos cambiar. Por ejemplo, la educación. ¿Qué podemos hacer nosotras desde las posiciones que tenemos para borrar esos sesgos que tenemos cuando aparece la dicotomía, por ejemplo, de querer ser madre y dedicarte a lo que quieres?
LP: En este sentido, han desarrollado un programa de mentoring, de tutoría, para mujeres juristas que empiezan o que todavía están en la universidad…
ME: Sí, exacto. Les ayudamos a resolver las dudas que tienen, que son muy normales: cómo afrontar su vida profesional, las entrevistas de trabajo, diferentes opciones de cosas que puedan hacer… Sobre todo, trasladarles que ellas van a poder hacer lo que quieran hacer, que hablen más de corresponsabilidad que de conciliación… que se sientan fuertes en las decisiones que van a tener que tomar o en las que necesariamente van a venir.
LP: ¿Sigue habiendo un techo de cristal en el sector jurídico?
ME: Para mí no es de cristal, ¡es de cemento armado! Porque tú misma muchas veces no lo ves. Te sientes juzgada como mujer si tomas unas decisiones que el resto no toma. Lo que realmente debería acabar pasando es que cada una pueda elegir libremente, realmente en libertad, sin ese techo de cemento que muchas veces nos autoimponemos. En él influyen muchas cuestiones, también culturales, claro. En nuestro sector en concreto, la pérdida de valor y el coste que supone que no haya igualdad es enorme.
LP: El sector jurídico es especialmente reticente a los cambios. ¿Están desarrollando alianzas con otro tipo de lobbies para llevar más allá del sector a las mujeres juristas?
ME: Sí, la última de ellas con Mujeres Influyentes, una iniciativa que trabaja para que cada vez haya más mujeres en puestos directivos y consejos de administración. Con la alianza firmada, se trata de que cada vez haya más juristas en estos puestos.
LP: ¿Juristas en los Consejos de Administración de las empresas? Es algo de lo que no se habla mucho…
ME: Directamente, no se habla de ello. Ni en las empresas, ni en los headhunters. Tienen en la cabeza que las juristas no podemos ser consejeras, porque somos juristas, que como mucho podemos ser secretarias jurídicas de los consejos de administración. Pero hoy en día, una jurista aporta otras cosas, no como antes. Tenemos experiencia a nivel sectorial, mentalidad de equipo, visión y formación global… Por no hablar de gestionar riesgos, que es nuestro trabajo. Hoy, muchas abogadas también se han formado en dirección y administración de empresas. No digo que tengamos que ser necesariamente las mejores, pero tenemos que empezar a levantar la mano.
LP: Y, aparte de los primeros premios en un par de semanas, ¿qué planes de futuro más inmediato tienen?
ME: Como buenas juristas, tenemos varios informes sobre la mesa [risas]. Hemos creado diversos grupos de trabajo. El primer informe que presentaremos, probablemente en noviembre, será sobre la Ley de Información no Financiera en materia de Diversidad. Será un informe con propuestas legislativas específicas, dirigidas al Gobierno, a la CNMV… Otro informe será relativo al análisis del Real Decreto de Control Horario, con propuestas relativas a nuestro sector y a la mujer. Y sobre el Real Decreto de Igualdad.
LW: Muchas leyes manifiestamente mejorables, parece…
ME: Bueno, nuestro enfoque siempre es muy constructivo, pero vemos que hay cosas que desde nuestro punto de vista se podrían mejorar, desde la humildad.
LP: ¿Hay demasiados hombres legislando?
ME: [risas] Ese es uno de los temas que está sobre la mesa. Es normal, y nos pasaría a nosotras en sentido contrario, pero es que normalmente quien está gobernando y legislando, son señores. Y es verdad que es necesario tener la perspectiva feminista.
LP: Las ponentes de los informes son de alto nivel…
ME: Es que es el valor añadido que nuestra asociación da, el conocimiento de la práctica que aportamos. Hemos juntado lo mejor de cada casa. De hecho, si alguien quisiera conseguir un equipo así, no creo que pudiera contratarlo. A ver quién tiene una letrada del Consejo de Estado, junto a una consejera del IBEX y CEO’s de los mejores despachos.