Javier Garicano, decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valladolid: “Sin colegios la abogacía no existiría”

Publicado el martes, 10 diciembre 2019

Ilusionado y dinámico Javier Garicano a situado en los escasos tres años de mandato como decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valladolid, a la profesión pucelana en un destacable espacio de visibilidad y reconocimiento. La organización en la capital del Pisuerga del XII Congreso Nacional de la Abogacía en el pasado mes de mayo, que giro en torno a la implementación de las tecnologías y la que asistieron más de 2.000 profesionales y decenas de panelistas y conferenciantes, es una buena prueba de ello.

Firme defensor de estructura colegial, impulsor de la igualdad de oportunidades y orgulloso de un Turno de Oficio de calidad y participación reconocidas, hace colectivos los méritos que han llevado al Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) a otorgarle su máxima distinción, la Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía que recibió de manos de la presidenta del Consejo, Victoria Ortega el pasado 15 de noviembre.

A pesar de su juventud y de no haber cumplido aún su primer mandato, en un exitoso periodo para la abogacía vallisoletana, Javier Garicano apuesta por la renovación en las próximas elecciones.

Javier Garicano, decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valladolid

Javier Garicano, decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valladolid

Carlos Capa / @capa_carlos

P: Ya han trascurrido casi tres cuartas partes de su mandato al frente del Colegio de Abogados de Valladolid ¿Cuántas de sus expectativas se han cumplido? ¿Cuáles están pendientes?

R: Nos presentamos con el objetivo de acercar el Colegio a los asociados y a la sociedad, y en eso estamos. Es difícil hacer una valoración cuando están en plena actividad. En ese sentido creo que lo mejor es seguir trabajando para dar todo lo que podamos en este año de mandato que nos queda.

P: Uno de los más relevantes hitos que se han producido durante su mandato es la celebración del Congreso Nacional de la Abogacía en el mes de mayo, del que fue coorganizador. ¿Qué poso ha quedado en la abogacía de Valladolid?

R: La abogacía vallisoletana ha conseguido perder el miedo a la necesidad de adatarnos a los tiempos. El Congreso no ha ayudado a enfrentar las reformas necesarias. También quiero resaltar con orgullo por constatar como respondió la ciudad ante este evento, En lo que respecta a la profesión, seguimos en el Congreso, haciendo proyectos, debates y enfoque para que la abogacía vallisoletana aproveche la inercia del Congreso.

P: Valladolid ha pasado de tener un mercado local para los servicios legales, con sus lógicas particularidades, a tener muy presente la proximidad a Madrid y la mejora de las comunicaciones con la capital. ¿Riesgo u oportunidad?

R: Las dos cosas. En un momento inicial quizás tuvo más componente de oportunidad y que eso ha dado impulso y posibilidades de expansión a la abogacía local. Ahora es verdad que somos un lugar atractivo para los abogados madrileños. En todo caso, creo que prima la oportunidad al riesgo.

P: ¿Cuál es el estado de una de sus recurrentes peticiones como es una solución para la Ciudad de la Justicia en Valladolid?

R: No estaría más que las administraciones hicieran algo que hacemos cotidianamente los abogados. Encerarse en una sala tira la llave y no levantarse hasta alcanzar una solución. Esto no es un problema político es una necesidad de los ciudadanos y de los profesionales. Se provocan retrasos, anulaciones etc. que perjudican a los justiciables. Se ha creado un nuevo Juzgado de lo Social que ha tenido que ubicarse en un lugar diferente al resto de órganos judiciales.  Necesitamos una solución ya.

P: Castilla y León no tiene las competencias de Justicia transferidas y sigue bajo la administración del Ministerio de Justicia. ¿Cómo viven esta realidad?

R: En mi opinión la época de las transferencias de Justicia ya ha pasado y no creo que se produzcan en un futuro inmediato. Lo importante es tener un interlocutor que quiera serlo. No se trabaja mal con el Ministerio.

P: ¿Qué hace el Colegio de Abogados de Valladolid en el impulso de las políticas de igualdad?

R: Son muy importantes y trabajamos de la mano del Consejo General de la Abogacía, La presencia de las mujeres en el Colegio y en sus órganos directivos es cada vez mayor, aunque por supuesto tenemos que poner todos los medios para conseguir una mayor implicación. Nos hacen falta más decanas en la vida colegial.

P: ¿Se conoce el papel que juegan los colegios en la Justicia? ¿Existen falsas concepciones?

R: Hay mitos de nuestra función que no se han erradicado todavía. Cuando el ciudadano se acerca a la abogacía y al Colegio comprende que cumplimos una función publica y social muy importante. Pero es verdad que todavía hay una percepción de corporativismo, que no existe en la realidad. Para nosotros lo importante es proteger a la profesión y huimos del corporativismo. Tenemos que integrar más al Colegio en la sociedad real.

P: En los últimos días se ha producido un congreso de la llamada abogacía independiente, dónde se han producido críticas a determinados formatos colegiales. ¿Siguen siendo necesarios los colegios?

R: Yo aplaudo todas las iniciativas que se den en la profesión. Me gustan menos las etiquetas. Yo también soy un abogado independiente, que solo estoy sujeto a mi conciencia. Los colegios son imprescindibles para que exista la abogacía. Sin ellos habría gestores de asuntos legales, pero no abogados y abogadas. No existe abogacía, como percatan todos los nuevos profesionales cuando descubren nuestra función.

P: ¿Qué lugar ocupa el turno de oficio en el colegio de Valladolid?

R: Tenemos el orgullo de tener un gran número de compañeras y compañeros adscritos al Turno de Oficio. Hacemos un importante trabajo en formación. Hay mitos que es necesario destruir sobre estos profesionales, que son unos magníficos profesionales, que trabajan impulsados por una vocación que no está retribuida con las exiguas cantidades que reciben. La abogacía debería reivindicar aún más alto y fuerte el esfuerzo y la calidad del trabajo del Turno de Oficio. Los estudios indican que la percepción del ciudadano es muy buena sobre él. Para mantenerlo son imprescindibles los colegios, que, en nuestro caso, invierte personal y medios exclusivamente para su gestión.

P: Hace unas semanas recibió la Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía. ¿Qué ha supuesto para usted?

R: Una inmensa satisfacción y todo mi agradecimiento a quien me propuso. Estos reconocimientos, aunque otorgados de forma individual, siempre responde a un mérito en el que participan otros. En mi caso, desde luego a los trabajadores y a la Junta del Colegio y, de una manera más personal, desde luego es una medalla en régimen de gananciales con mi mujer y mis hijos. No encuentro palabras para agradecer tanto a todos los compañeros y compañeras de Valladolid.

Garicano Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía

P: ¿Volverá a ser candidato en las próximas elecciones?

R: Siempre quedan cosas por hacer, pero eso no es malo. Es bueno para el Colegio que haya cambios. No sería elegante que a un año vista fuera determinante sobre una decisión que no he tomado, pero tengo claro que para estos cargos hace falta ilusión. Me parece una sana costumbre no repetir en los cargos. Cuantos más compañeros y compañeras pasen por estos cargos mejor para el Colegio. No hay que abusar de los privilegios y ser decano es un gran privilegio.

 

Sobre el autor
Carlos Capa

Periodista jurídico. Autor de Vida Jurídica en Cinco Días y Director de Lawyerpress TV. Redactor jefe área despachos e instituciones de Lawyerpress. carlos.capa@lawyerpress.com - @capa_carlos

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