Hoy hablamos con Alexander Salvador, abogado y actual Secretario del Comité Ejecutivo del Grupo de la Abogacía Joven de Barcelona (GAJ Barcelona). Alexander es un joven abogado con mucha vocación profesional, muy implicado con las preocupaciones e inquietudes de la abogacía joven y el sector legal. Profesionalmente, trabaja como abogado senior en el Área de Derecho Digital para una Big Four.
Hans A. Böck / @LP_Hans
Pregunta (P): Alexander, los jóvenes abogados de Madrid y Barcelona junto al Consejo Nacional de Estudiantes de Derecho han hecho público un comunicado respecto a la suspensión del examen de acceso. ¿Qué piden al Ministerio de Justicia?
Respuesta (R): Desde el GAJ Barcelona, después de muchas reuniones con AJA Madrid y CONEDE hemos conseguido impulsar un comunicado conjunto para salir en defensa de los derechos e intereses de nuestros futuros compañeros de profesión.
Entendemos la decisión del Ministerio de Justicia de aplazar la celebración del Examen de Abogacía dadas las actuales circunstancias derivadas del impacto del COVID-19. No obstante, no podemos considerar aceptable que el aplazamiento “sine die” se convierta de facto en una suspensión de la prueba. Asimismo, consideramos que la intención del Ministerio de informar sobre la nueva convocatoria con una antelación de tres semanas resulta, a todos los efectos, inaceptable, sobre todo teniendo en cuenta que muchos aspirantes se deberán desplazar para su realización.
Por nuestra parte, le pedimos al Ministerio de Justicia, principalmente, que se asegure el mantenimiento de las dos pruebas anuales y que garantice la celebración de la misma en los próximos tres meses, teniendo en cuenta, por ejemplo, las medidas que ya se están tomando para la celebración de pruebas más multitudinarias como la Selectividad. Seguidamente, respecto a la fecha de celebración, pedimos que se informe con mayor antelación a todos los aspirantes.
P: ¿Para cuándo podría convocarse el examen en su opinión?
(R): En nuestra opinión deberíamos de tomar como ejemplo las actuaciones que se están llevando a cabo para la celebración de la Selectividad. Puede ser un buen camino a seguir por parte del Ministerio de Justicia y el resto de actores implicados.
Asimismo, nos ponemos a disposición de Justicia para mantener un diálogo permanente para seguir con detenimiento este asunto y poder ofrecer una solución adecuada a los intereses de todos.
P: Estamos viviendo una coyuntura muy compleja, excepcionalmente para los abogados jóvenes. ¿Cómo ve la situación?
(R): Estamos, sin duda, como bien apuntas ante una situación especialmente compleja. La abogacía y, especialmente, los jóvenes se están viendo afectados por un entorno social y sanitario complejo, pero que además a nivel legislativo, ante la frenética actividad de nuestro gobierno, provoca la necesidad de adaptación constante a nuevos y constantes desafíos a los que a fecha de hoy nunca nos habíamos enfrentado.
Ante esta situación nos hemos tenido que adaptar inmediatamente a esta obligada digitalización de nuestra profesión, así como movernos de una tendencia, a veces, excesivamente presencialita de nuestra jornada laboral, a un trabajo cien por cien en remoto.
Por nuestra parte, creo que es nuestra obligación desde los colegios de abogados y la abogacía joven la de ofrecer respuestas rápidas, concretas y específicas para ayudar a que ningún abogado ni abogada y, especialmente los jóvenes por su vulnerabilidad laboral, no se quede atrás.
P: Los abogados jóvenes han pedido una reducción de sus cuotas, ¿qué otras medidas deberían tomar los colegios para ayudar a los abogados jóvenes?
(R): La reducción de cuotas es un tema que entraña especial complejidad, dado que ante la presente situación es evidente que no todos los profesionales de la abogacía han visto disminuida su actividad profesional, como por ejemplo, laboralistas o fiscalistas. El mismo ejemplo puede darse respecto a la estructura bajo la cual trabajan muchos abogados jóvenes (esto es, despachos grandes, medianos, unipersonales, etc.) Por lo cual, no es fácil adoptar decisiones para todo el conjunto de abogados, siendo necesario trabajar en soluciones individualizadas atendiendo a cada caso concreto.
Asimismo, creo que desde la abogacía debemos efectuar un ejercicio de responsabilidad individual y colectiva, aportando soluciones específicas para aquellos que realmente lo necesitan. Por ejemplo, más que en una reducción general para los jóvenes abogados, pienso en la exoneración de cuotas para aquellos compañeros que se encuentran en situación de especial necesidad. Para aquellos que necesiten de nuestra ayuda, el GAJ Barcelona siempre tendrá las puertas abiertas.
P: Barcelona es una “plaza” difícil por la gran cantidad de abogados y abogadas ejercientes. ¿Cuáles serían los consejos que daría a un estudiante de derecho para enfocar su futura carrera profesional?
(R): Barcelona es efectivamente una plaza difícil y muy competitiva en el sector de la abogacía; hecho que, no podemos obviar que, la hace también más interesante a nivel de asuntos y temas, a los que cualquier abogado joven puede verse involucrado ya en sus inicios de su carrera profesional.
Creo que la recomendación es clara para cualquier futuro abogado. Actitud y técnica.
Hay que ponerle pasión, ímpetu y mucho empuje. La actitud es fundamental en los primeros años y es la que, muchas veces, marca la diferencia para labrarse una buena trayectoria profesional. No obstante, aunque la actitud debe ser nuestra bandera, la formación y el estudio constante han de ser nuestro escudo y nuestra espada. Nuestra profesión y la confianza de nuestros clientes requieren que seamos muy técnicos en las materias en las cuales prestemos asesoramiento. No concibo que la profesión de abogado no tenga en cuenta estos dos pilares fundamentales.
P: En un país donde se dice que hay demasiados abogados hay muchos jóvenes ilusionados por el Derecho. ¿A qué cree que se debe que la abogacía siga siendo una profesión de vocación?
(R): Creo que la abogacía es irremediablemente apasionante a nivel intelectual y profesional. No en todas las profesiones tienes en tus manos la posibilidad de luchar y defender los derechos e intereses de terceros; esta responsabilidad es la que hace tan grande y atractiva nuestra profesión.
P: Por último, la pregunta inevitable: ¿Cómo vive Alexander Salvador estos días de confinamiento y de teletrabajo?
(R): Con bastante preocupación respecto al impacto de esta pandemia en nuestros ciudadanos, en nuestra sociedad, en nuestra sanidad y en nuestra economía… A nivel personal intento mantenerme esperanzado y animado para seguir dando lo mejor de mi mismo día a día a nivel profesional. Creo que es nuestra obligación mantenernos en pie y seguir levantando el país, cada uno de la manera que pueda, así como hacerlo aún con más empuje el día después de todo esto.