Carlos Capa / @capa_carlos
Entre el 26 y el 28 de noviembre tuve la oportunidad de asistir a uno de los eventos más interesantes, atractivos y diferentes del sector legal español: Bbrainers. Una iniciativa que, de la mano de Vestalia Asociados, despacho indispensable en el Derecho de Familia, y con la inmejorable dirección de orquesta de Delia Rodríguez y su equipo se ha convertido en una referencia del mejor saber hacer en este complejo escenario que es el sector legal.
Teniendo como escenario la nevada sierra de Madrid, jueces, abogados, fiscales, policías periodistas, académicos y otros profesionales del Derecho y sus lugares adyacentes convivimos sin formalidades ni rigideces para debatir sobre lo real y lo deseable en algo tan imprescindible como para la salud de una democracia como es la Justicia.
Bbrainers no es un encuentro al uso a los que solemos asistir los que nos dedicamos a la información legal: es mucho más porque tiene lo que tienen todos los eventos jurídicos de excelencia, pero tiene además lo que les falta a otros muchos. Tiene alma
Con un programa corto – y ya decir esto es decir mucho- se pudo disfrutar, y lo digo en el sentido académico del término, de debates formales o espontáneos en la que se demostró la calidad de los cerebros (sin diminutivos) que allí se reunieron.
Sin protocolos ni formalidades innecesarias se debatió con una libertad, cargada del respeto que alimenta la sana discrepancia, de casi de todo lo que interesa a los operadores jurídicos.
Un comienzo de cine – lo digo sin caer en el tópico- lo protagonizó el embajador de España ante la UNESCO y exministro de Cultura (los hados sabrán porqué) José Manuel Rodríguez Uribes. Su – no por autonegada, menos cierta- lección magistral sobre los fundamentos de la Filosofía del Derecho, sobre el sentido del Derecho para la construcción de una sociedad democrática hilada en referencias cinematográficas traídas desde “Matar a un ruiseñor” a “El puente de los espías” se entrelazaban con citas de Ulpiano, Kant o Wittgenstein, en apenas media hora. Los grandes perfumes en frascos pequeños, dice el refrán.
No defraudó la corta pero incisiva intervención Juan José Sánchez Puig, CEO del Instituto Superior de Derecho y Economía (ISDE), que una intervención cargada de pasión destaco que, para ser un buen profesional, lo primero es ser “una buena persona”, quizás recordando la máxima del imprescindible del periodismo moderno Ryszard Kapuściński.
Juanjo Sánchez Puig, recordó que no son los egos y la competencia lo que hace a un buen jurista importante, por mucha competencia técnica que posea, sino los valores como la honestidad, él compañerismo y el sentido de la Justicia, como ya apuntaba Osorio en “El alma de la toga”
Y luego pasamos de las musas al teatro. La realidad cotidiana de los juzgados y tribunales y lo que en ello afecta a los que son los destinatarios de la Justicia: los ciudadanos.
Moderados formidablemente por el periodista de El Confidencial Pedro del Rosal, las magistradas Natalia Velilla ( si no han leído su libro “ Así funciona la Justicia” no lo dejen para mañana ) y María Luisa Gómez, el abogado José María de Pablo, socio del área de Derecho Penal del Bufete Mas y Calvet y uno de los más recomendables tuiteros del sector, y el periodista de La Sexta Alfonso Pérez Medina, autor de ‘No lo sé, no recuerdo, no me consta’ ( me remito a la recomendación anterior) hablaron , permítanme la expresión vulgar “ a calzón quitado” de lo que más allá de discursos e informes oficiales, todos los que nadamos en este proceloso sector conocemos: el Rey está desnudo., o en palabras de Natalia Velilla,”En España tenemos una Justicia del siglo XIX, desbordada y desorganizada, atascada por una litigiosidad excesiva, llena de papel, con edificios cochambrosos y con un Ministerio de Justicia que no sirve para nada”. Tampoco se mordió la lengua José María de Pablo que denunció el “populismo punitivo” recordando que algún político había reclamado “subir la pena a un delito castigado con prisión permanente revisable” … pues ya saben lo que es lo siguiente.
La politización de la Justicia, centro la intervención de Alfonso Pérez Medina que denunció que “la polarización política es muy negativa para el país”
Como no hablar de tecnología en un encuentro de “brainers” Moderados por el director de Confilegal y periodista de referencia en el sector Carlos Berbell, una animada mesa en la que participaron Alicia Muñoz, directora de órganos de gobierno, regulación y privacidad del Banco Santander España, Ángel Niño, delegado del Área de Innovación y Emprendimiento del Ayuntamiento de Madrid el juez Carlos Viader, ahora en el Gabinete Técnico del Tribunal Supremo Borja Adsuara, abogado y pionero en el estudio y la práctica de la protección de datos y que seguro que nos da alguna sorpresa pronto y Juan Gonzalo Ospina, uno de los más proyectados penalistas de España y diputado de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid.
Ángel Niño, en su corta intervención, puso encima de la mesa los desafíos que puede presentar en el mundo jurídico el más conocido que comprendido “metaverso”.
Borja Adsuara hizo una encendida defensa del humanismo en el mundo tecnológico. “El Estado de Derecho debe prevalecer frente a las normas de las redes sociales” afirmo sin negar el peligro de que normas privadas atropellen al derecho público.
Alicia Muñoz, por su parte animó a comprender que “digitalización no es simplemente cambiar los procesos. Es una transformación digital” en la que los juristas deben “liderar el cambio” sin olvidar que la tecnología deshumanizada no aportara nada positivo a la sociedad
Pegado a la realidad Carlos Viader recordó que, a pesar de la propaganda, el fax – sí, el cacharro ese en el que metes un papel y sale en otro sitio y que décadas atras nos fascinaba- vive con salud en la mayoría de los juzgados de España. Aventurando que los “juicios telemáticos serán el futuro en ciertos órdenes”, no dejó de indicar que para que eso sea posible hay que hacer inversiones que hoy por hoy se ven lejanas por su dimensión.
Juan Gonzalo Ospina apostó por la “humanidad” en la Administración de Justicia y que no se puede olvidar que, sobre todo en la justicia penal son los más fundamentales derechos de las personas los que están en juego.
Después de una sabrosa y animada comida compartida- que a algunos nos llevó a recordar tiempos de esos que siempre se guardan en la caja de los tesoros de la memoria- volvimos a la faena para tratar de algo sin que lo que ningún negocio jurídico o ningún profesional va a poder obviar, el marketing y la comunicación jurídica.
Un servidor en su calidad de redactor jefe de Lawyerpress, moderó un panel de ponentes ponentes de reputada excelencia en la que participaron María Jesús González-Espejo, CEO del Instituto de Innovación Legal, Enrique Ortega, presidente de la Asociación de Derecho y Moda, Antonio Alonso, presidente de la Asociación Española de Escuelas de Negocios y CEO de Smart Capital y Esther Montalvá, abogada especializada en Derecho Digital y diputada de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid.
María Jesús González-Espejo, en una interactiva intervención en el que la complicidad de los asistentes hizo visualizar el marketing del sector legal, advirtió de los retos a los que deben atender los que se dedican al Derecho en el nuevo paradigma del sector, incidiendo en la importancia de mejorar las herramientas de la venta de servicios jurídicos a través de la red.
Por su parte Antonio Alonso quiso centrarse en el concepto de marca personal y la necesidad de cuidarla y gestionarla profesionalmente coincidiendo con los contertulios en que el uso de la tecnología ya no es una opción.
Esther Montalvá llamó la atención de la importancia del marketing, pero también en que debe usarse de forma personalizada a cada tipo de negocio legal y a cada formato de despacho. Para la emprendedora abogada la marca no puede manejarse de igual forma en un gran despacho que en otros de menor dimensión, sin olvidar que la especialidad de cada uno es determinante. Desde luego, coincido con ella, no es lo mismo el Derecho de Familia que el Derecho de los Negocios.
Enrique Ortega, fue él que despertó más sonrisas entre los cerebros asistentes con un estilo desenfadado e irónico, casi diría provocador, Ello consiguió enfocar el ejercicio de las profesiones jurídicas desde perspectivas inhabituales. Sin pelos en la lengua mantuvo que al final a lo que se dedican los profesionales del sector es “a vender servicios y productos” y en esto no hay grandes diferencias con otros tipos de negocio, “En el sector jurídico hay grandes oportunidades de negocio si se saben manejar las herramientas de posicionamiento adecuado, no todo es para los grandes” dijo.
Y hasta aquí lo serio que lo era, pero sin caer en el postureo del que adolecen muchas actividades de sector.
Bbraines es algo diferente, desde su concepción a su metodología. Es un espacio de valores y humanidad que te hace sentir que el Derecho tiene alma, tiene energía, pasión y también, porqué no, sano humor.
Con la maestría empática que una profesional como la directora de Iberian Lawyer Desiré Vidal despliega siempre, y antes de una cena sin corbatas o tacones, pero con derroche de simpatía y magníficas viandas en las que se impuso el valor de lo hecho con cariño y compartido con alegría y gusto, se entregaron los premios Bbrainers, concedidos por votación popular y telemática en la que participaron cientos de personas.
Estos fueron los agraciados y agraciadas:
*Natalia Velilla premio al mejor libro por Así funciona la justicia
*Pedro Carvalho, magnifico participante y más conocido por su seudónimo Pato Aviador, premio al cerebro más innovador
*Delia Rodríguez, premio al emprendedor (aunque el verdadero premio es contar con su generosidad y disposición para dar siempre)
*Escarlata Gutiérrez, fiscal “de trinchera” de la que todos aprendemos cada día por su dedicación infinita premio a la más divulgativo
*Rocío Moya e Isaac Guijarro, de Olympe Abogados, premio al cerebro más diverso (y porque no había al estilismo más rompedor)
*El abogado Antonio Tuero se llevó el premio a la causa más justa
Y, finalmente el premio que más expectación, corrillos y deseos mal disimulados, el galardón al cerebro más sexy fue a parar a la magistrada Amparo Salom.
Y como no podía ser menos en un espacio tan colaborativo, tan interpersonal y tan generoso los que no fueron premiados en lo formal (aunque alguno fue sonreído doblemente por la fortuna ) tuvieron su recompensa en una tómbola en la que se repartieron más de 40 fabulosos premios sin trampa, ni cartón.
Permítanme que me reserve lo que paso en el afterwork (o por decirlo como los que ya hemos pasado la pubertad un guateque) posterior que se alargó casi hasta el amanecer, abrochando un encuentro que, si uno no lo vive, no sabe lo que se pierde. Yo no me perdería la IV edición, ustedes sabrán, dicho está.
No puedo terminar esta crónica sin ensalzar el trabajo, al que no encuentro adjetivos porque excelente se me queda corto, de todo el equipo de Vestalia Asociados. ¡Enhorabuena!