JUEZAS Y JUECES PARA LA DEMOCRACIA
Ante las noticias periodísticas que refieren que el Consejo General del Poder Judicial podría estar valorando trasladar la sede de la Escuela Judicial de Barcelona a Madrid, el Secretariado de Juezas y Jueces para la Democracia expresa su firme oposición. Consideramos que esta posible medida, sin consenso ni razones que la justifiquen, podría afectar gravemente la integridad y la calidad de la formación judicial en España.
1. Uso Político de la Escuela Judicial: El propósito fundamental de la Escuela Judicial es proporcionar una formación sólida e imparcial a los futuros jueces y juezas. Este objetivo debe estar al margen de cualquier disputa política. El traslado a Madrid podría percibirse como un intento de politizar la institución, lo cual es inaceptable.
2. Formación de Jueces y Juezas: La Escuela Judicial desempeña un papel crucial en la preparación de quienes van a formar parte del Poder Judicial y administrarán justicia en España. La independencia y la imparcialidad son valores fundamentales en el sistema judicial, y la formación debe reflejar estos principios. Cualquier cambio en la ubicación de la escuela o su dirección debe considerar cuidadosamente su impacto en la calidad de la enseñanza.
3. La gestión de la escuela: Desde el punto de vista de la gestión y el funcionamiento de la Escuela Judicial, la posible decisión de trasladar su dirección a Madrid sería arbitraria y carece de una justificación sólida. No se han presentado argumentos convincentes que respalden este cambio de sede. La Escuela ha funcionado eficazmente en Barcelona, sin perjuicio de las mejoras necesarias, que en todo caso un traslado de dirección a Madrid no hará sino empeorar. El problema de la Escuela no es su ubicación. Cualquier alteración debería basarse en criterios objetivos y no en consideraciones políticas. La formación imparcial y de alta calidad de la futura judicatura debe prevalecer por encima de cualquier otra consideración.
No hay que olvidar que la Escuela Judicial ha establecido una dinámica de trabajo en Barcelona, incluyendo su equipo administrativo, profesorado y recursos. Cuenta, además, con el decidido apoyo de todas las instituciones catalanas. Trasladar la dirección a Madrid dificultaría todo este sistema y organización, lo que podría afectar negativamente la eficiencia y la coordinación interna y, finalmente, a la preparación de los jueces y juezas.