Hablamos
con
nuestro
interlocutor
el
día
después
de
las
elecciones
griegas
que
han
generado
un
golpe
de
timón
importante
en
aquel
país
mediterráneo.
“Los
mercados
que
son
muy
sensibles
no
han
percibido
riesgos
importantes
de
ahí
a su
estabilidad
y
además
la
situación
de
Grecia
no
es
comparable
a la
de
nuestro
país
ya
en
recuperación”,
comenta
Miquel
Roca,
presidente
de
Roca Junyent,
que
hace
un
hueco
en
su
apretada
agenda
para
hablar
con
Lawyerpress
del
momento
actual
que
vivimos,
la
situación
de
nuestra
justicia
y la
evolución
de
su
firma
que
lleva
su
nombre,
a
punto
de
cumplir
el
año
que
viene
veinte
años.
Desde
su
punto
de
vista
es
lógico
que
se
pida
una
reducción
de
las
tasas
judiciales
“aunque
deberíamos
estar
acostumbrados
a
llegar
acuerdos
con
anterioridad
y no
judicializar
nuestra
vida,”
apunta.
Su
despacho
que
cumplirá
veinte
años
en
el
2016
se
ha
convertido
en
un
bufete
de
referencia
dentro
de
nuestro
competitivo
sector
legal:
“La
tecnología
ya
está
jugando
un
papel
importante
en
el
sector
legal.
No
obstante
hay
un
punto
de
generación
de
confianza
que
se
debe
tener
en
cuenta.
La
máquina
es
solvente
pero
no
inspira
confianza
de
un
abogado
con
su
cliente”,
comenta.
Su
despacho
con
más
de
doscientos
profesionales
no
cierra
sus
puertas
a
expertos
juristas
que
puedan
aportar
valor
al
mismo.
En
primera
persona
“Un
año
como
éste
2015,
con
tanta
carga
electoral,
es
un
año
que
presenta
incertidumbres.
De
ahí
que
los
despachos
tendamos
a
ofrecer
un
asesoramiento
más
estratégico
que
propiamente
de
operaciones;
de
hecho
muchas
de
ellas
pueden
quedar
al a
espera
de
determinado
resultado
electoral.
En
este
escenario
prefiero
ser
prudente
a la
hora
de
valorar
los
resultados
que
puede
obtener
nuestro
despacho
en
este
contexto.
Sabemos
que
el
2015
ha
empezado
bien,
igual
que
terminó
el
pasado
año
aunque
también
vivimos
en
el
2014
ciertas
inflexiones.
Ni
el
propio
Ministro
de
Economía
Luis
de
Guindos
sabe
lo
que
va a
pasar
en
España.
Hay
que
darse
cuenta
que
el
mundo
es
muy
interdependiente.
Con
la
concentración
de
elecciones
por
metro
cuadrado
que
tenemos
a lo
largo
de
este
año
no
es
fácil
hacer
pronósticos
claros.
Las
propias
elecciones
griegas
por
las
que
usted
me
ha
preguntado
se
han
vivido
con
intensidad
en
España.
En
principio
las
magnitudes
macroeconómicas
presentan
tendencias
favorables
es
algo
muy
a
tener
en
cuenta.
Esperemos
a
ver
como
se
consolidan.
A
nivel
de
nuestro
despacho,
será
un
año
de
trabajo
como
el
anterior
donde
seguiremos
incorporando
a
profesionales
de
manera
selectiva
que
aporten
calidad
a la
firma
y
que
refuercen
algún
área
concreta.
“
Sr.
Roca,
da
la
sensación
que
dos
realidades
como
la
griega
y la
española
son
ahora
muy
diferentes.
¿Cómo
lo
percibe
usted?
Estamos
ante
el
inicio
de
una
recuperación
económica
que
no
se
traslada
aún
al
mercado
de
trabajo
pero
que
se
consolidará
a lo
largo
del
2015.
Las
magnitudes
financieras
evolucionan
de
forma
favorable
pero
el
propio
mercado
de
trabajo
tardará
en
notar
estos
cambios.
Es
evidente
que
se
ha
creado
más
empleo
que
en
el
2013
y
que
hay
previsiones
para
este
año
que
la
desocupación
sea
menor
que
el
pasado
año.
Dicho
esto
aún
en
este
año
tendremos
tasas
muy
altas
de
desempleo,
elemento
que
no
es
tranquilizador.
En
esta
nueva
España,
nuestro
Gobierno
ha
apostado
por
cambios
agresivos,
entre
ellos
una
reforma
fiscal
que
ayude
a
crecer.
¿Será
posible
lograrlo?
Estamos
ante
unos
cambios
más
tendenciales
que
consolidados
aún.
Confiemos
que
no
se
reorienten
negativamente.
La
reforma
fiscal
puede
ser
un
elemento
que
ayude
a
esta
recuperación
siempre
que
ayude
a
crear
empleo
y
genere
riqueza.
En
mi
opinión,
los
responsables
de
la
política
española
saben
lo
que
hacen,
al
mismo
tiempo
Europa
valora
bien
lo
que
está
ocurriendo
en
España.
Sin
embargo,
como
antes
le
decía
todo
es
muy
incipiente
aún.
Por
eso
no
podemos
hablar
de
tendencias
consolidadas.
Habrá
que
ver
cómo
evolucionan
en
los
próximos
meses."
En
este
periodo
de
tiempo
ha
habido
cambios
importantes
en
nuestra
Justicia,
sobre
todo
a
nivel
de
Ministro.
Se
marchó
Gallardón
y ha
llegado
Rafael
Catalá
¿Tendrá
tiempo
para
llevar
a
cabo
las
reformas
que
ha
esbozado?
Yo
lo
deseo.
Es
cierto
que
todo
lo
que
tiene
que
ver
con
reformas
se
critica
y a
veces
esa
crítica
erosiona
la
figura
de
los
promotores
de
la
reforma.
Intentar
modificar
todo
lo
que
tiene
que
ver
con
nuestras
estructuras
jurídico-procesales
es
bueno.
Hay
que
trabajar
en
que
nuestra
justicia
sea
menos
lenta
de
lo
que
es,
con
procedimientos
separados
del
dinamismo
social.
Son
reformas
bienintencionadas,
a
partir
de
este
escenario
vamos
a
ver
si
hay
tiempo
para
ponerlas
en
marcha
y si
hay
capacidad
de
amplios
consensos
que
son
muy
importantes
en
estas
materias.
Cualquier
cambio
jurídico
de
calado
debería
estar
respaldado
por
consensos
amplios
a mí
entender.
Sin
embargo,
en
esa
primera
gran
reforma,
la
del
Código
Penal,
no
se
ha
conseguido
ese
consenso,
sino
el
rechazo
mayoritario
al
texto.
Las
mayorías
absolutas
generan
oposiciones
absolutas,
esta
es
una
afirmación
que
visto
lo
visto
es
de
libro.
En
este
contexto
muchos
Gobiernos
con
esta
mayoría
incluso
buscan
acuerdos
de
mínimos
con
la
oposición
para
dar
la
sensación
que
los
bloques
se
rompen.
Me
hubiera
gustado
que
en
un
tema
tan
importante
como
el
Código
Penal
se
hubiera
llevado
a
mayores
acuerdos.
El
acuerdo
da
estabilidad
y
más
solvencia
a
cualquier
reforma.
Pero
así
es
la
política.
Una
de
las
polémicas
que
tenemos
tiene
que
ver
con
las
tasas
judiciales.
La
abogacía,
sobre
todo,
se
ha
mostrado
en
contra
y
pide
su
derogación.
¿Es
usted
partidario
de
su
supresión?
Comprendo
la
petición
de
la
abogacía
y me
sumo
a
ella,
incluso
por
disciplina
profesional.
Creo,
no
obstante
que
existe
un
amplio
margen
para
la
transacción
y
que
no
todos
los
asuntos
deberían
acabar
en
el
juzgado.
Quizás
estamos
muy
acostumbrados
a
acudir
al
juzgado
para
cualquier
tema,
por
pequeño
que
sea.
“Espero que nuestros clientes nos perciban como generadores de confianza, vendemos calidad; proximidad y proactividad. Nuestra principal obsesión es generar confianza en nuestros clientes.” |
Es
cierto
lo
que
dice.
En
este
escenario
pasa
como
en
otros
temas,
si
no
hay
acuerdos
aunque
sean
mínimos
la
oposición
luego
se
convierte
en
absoluta.
Estoy
convencido
que
en
muchos
campos
podríamos
encontrar
situaciones
de
acuerdo
y de
conformidad
entre
las
partes.
La
introducción
de
las
tasas
judiciales
ha
provocado
una
gran
reacción
que
seguramente
hubiera
sido
menor
si
se
hubiera
limitado
la
ambición
de
esta
reforma.
Ahora
hay
pendiente
diferentes
recursos
ante
el
Tribunal
Constitucional
y no
se
sabe
exactamente
qué
hará
el
Ministro
Catalá
con
las
tasas
y la
rebaja
que
ha
anunciado.
Sobre
este
tema
lanzo
una
pregunta
y es
que
si
la
tutela
judicial
efectiva
requiere
la
gratuidad
absoluta.
Otro
asunto
que
ha
saltado
a la
actualidad
es
nueva
Ley
de
Segunda
Oportunidad,
pedida
desde
diversas
instancias
y
que
el
PP
en
su
último
Congreso
parece
que
va a
rescatarla
del
olvido.
Soy
favorable
a su
implantación
como
ya
existe
en
otros
países.
Quizás
sea
un
concepto
más
sociológico
que
jurídico.
Esta
futura
ley
de
Segunda
Oportunidad
es
un
canto
a
favor
del
emprendedor.
Todos
tenemos
derecho
a
fracasar
sino
pocos
emprendedores
tendremos.
Un
fracaso
no
puede
estigmatizar
de
por
vida
al
que
lo
ha
sufrido.
Por
eso
hay
que
apostar
por
esta
Segunda
Oportunidad.
Siempre
defendí
que
la
Constitución
de
alguna
de
las
maneras
amparase
el
derecho
al
error
y a
equivocarnos.
Hablando
de
emprendedores,
en
este
sector
legal
que
usted
conoce
tan
bien,
la
figura
del
emprendedor
jurídico
coexiste
con
las
grandes
estructuras
de
despachos.
No
es
tanto
un
fenómeno
de
crisis
como
de
evolución
del
mercado.
Observamos
cambios
en
los
servicios
jurídicos
profesionales
pluridireccionales.
Las
grandes
firmas
van
a
seguir
ahí
ofreciendo
un
servicio
integral
legal
junto
a
boutiques
especializadas
centradas
en
aspectos
muy
concretos
de
la
actividad
económica.
Lo
complicado
va a
ser
que
la
pequeña
boutique
quiera
prestar
un
servicio
integral
en
un
sector
tan
competitivo
como
el
que
vivimos.
La
fuerza
moral
de
estos
despachos
es
que
están
muy
especializados
en
un
tema
específico.
Es
evidente
que
este
tipo
de
argumentos
refuerza
la
confianza
de
clientes
que
les
buscan.
¿Cómo
cree
que
el
mercado
y
sobre
todo
sus
clientes
perciben
su
despacho,
Roca
Junyent?
No
es
fácil
contestar
a
esta
pregunta
cómo
puede
pensar.
Espero
que
nos
perciban
como
generadores
de
confianza,
vendemos
calidad;
proximidad
y
proactividad.
Nuestra
principal
obsesión
es
generar
confianza
en
nuestros
clientes.
Confianza
entendida
como
ofrecer
un
servicio
de
calidad
con
un
plus.
Se
trata
de
que
puedas
identificarte
con
el
cliente
y
sus
necesidades.
Espero
que
nuestros
clientes
perciban
estos
planteamientos
que
le
comento.
Hay
expertos
como
Susskind,
entre
ellos,
que
dibujan
la
ecuación
Más
por
menos
en
el
sector
legal
y en
el
asesoramiento
jurídico.
¿Comparte
este
punto
de
vista
Sr.
Roca?
Percibo
este
planteamiento
que
además
parece
inevitable.
Sobre
todo
en
aquellos
servicios
que
tienen
capacidad
de
commodity
y no
aportan
valor.
Otra
cosa
son
los
estudios
o
planteamientos
estratégicos
que
seguirán
siendo
valorados
por
las
empresas
a
nivel
legal.
Nadie
discute
que
aquellos
servicios
más
comunes
harán
perder
encanto
al
abogado.
Gracias
a
buscadores
como
Google
puedes
bajarte
determinados
tipos
de
contratos
lo
que
va a
exigirnos
a
nosotros,
los
abogados,
que
demos
valor
en
otros
servicios.
Ahora
que
habla
de
las
tecnologías,
estos
mismos
expertos
vaticinan
que
a
medio
plazo
los
despachos
tendrán
robots
que
ayudarán
a
hacer
ese
trabajo
más
sencillo.
¿Ve
en
Roca
Junyent
a
medio
plazo
que
pueda
contar
con
este
tipo
de
máquinas
para
dar
servicio?
Es
una
realidad
inevitable
da
la
sensación.
Reconozco
que
si
esta
pregunta
me
la
hubiera
dicho
hace
quince
años
le
diría
que
no.
Hoy
puedo
decirle
que
posiblemente
sí.
Nada
más
hay
que
ver
los
cambios
que
han
introducido
las
tecnologías
en
los
bufetes.
La
tecnología
ya
está
jugando
un
papel
importante
en
el
sector
legal.
No
obstante
hay
un
punto
de
generación
de
confianza
que
se
debe
tener
en
cuenta.
La
máquina
es
solvente
pero
no
inspira
confianza.
Hablar
de
confianza
es
hacerlo
de
profesionalidad
y
esto
solo
nosotros
lo
podemos
dar.
Es
la
mejor
manera
que
los
abogados
podamos
tomar
decisiones
difíciles
sabiendo
que
nuestro
cliente
confía
en
nosotros.
Lás
máquinas
son
frías,
nosotros
tenemos
que
ser
más
próximos.
También
se
observa
que
el
entorno
es
diferente,
más
global,
y al
abogado
se
le
piden
más
cosas
que
ser
un
buen
técnico.
Es
cierto
hemos
evolucionado
mucho
en
estos
años.
Siempre
les
pido
a
mis
abogados
que
estén
pendientes
de
la
actualidad.
Que
se
informen
a
través
de
los
medios
de
comunicación
de
lo
que
está
pasando.
No
puede
haber
un
abogado
que
sepa
lo
que
hace
sino
sabe
donde
lo
hace
y en
que
medio
lo
hace.
Tenemos
que
darnos
cuenta
que
muchas
de
las
cosas
que
pasan
a
nuestro
alrededor
condicionan
la
información
que
le
damos
al
cliente.
Tienes
que
tener
el
olfato
de
saber
por
dónde
van
a ir
diferentes
cambios
legales
de
tu
jurisdicción,
eso
ayuda
siempre
a la
interpretación
de
los
hechos
que
nos
pida
el
cliente.
A
este
“nuevo
abogado”
se
le
piden
dotes
de
oratoria
y
capacidad
comercial,
facetas
que
no
están
al
alcance
de
todos.
Se
le
va a
pedir
una
formación
más
amplia
y no
exclusivamente
jurídica.
Si
hubiera
que
modificar
los
Planes
de
la
carrera
de
Derecho
sería
básico
tener
más
formación
económica
de
la
que
tenemos.
No
es
tanto
teoría
como
habilidades
para
saber
leer
un
balance
o
interpretar
unas
cuentas.
El
futuro
abogado
que
se
incorpore
al
sector
tendrá
que
manejarse
en
estos
conocimientos.
Al
mismo
tiempo
se
le
va a
pedir
más
sencillez
y
empatía
con
su
cliente.
Que
se
sepa
explicar
realmente
con
claridad
y
exponer
sus
razonamientos
de
forma
inteligible.
Si
no
sabes
explicar
un
problema
no
sabrás
convencer
ni
al
cliente
ni a
un
juez.
Hay
que
saber
captar
la
atención
de
quien
te
escuche,
sin
duda.
Frente
a
ello
me
preocupa
el
lenguaje
del
Twitter;
en
140
caracteres
no
puedes
argumentar
nada.
Menciona
Twitter,
una
de
las
redes
sociales
más
conocidas.
¿No
ha
tenido
tentación
de
crearse
un
perfil
y
charlar
con
otros
colegas
y
usuarios?
No
crea
que
he
reflexionado
sobre
esta
cuestión
pero
al
final
no
acabo
de
entender
bien
su
funcionamiento
y
prefiero
que
otros
lo
hagan.
Después
de
casi
veinte
años,
su
firma
los
cumplirá
en
el
2016,
¿es
Roca
Junyent
el
despacho
con
el
que
soñaba
cuando
lo
puso
en
marcha?
“Cuando empezamos con este proyecto teníamos un principio dogmático que era no superar los cincuenta profesionales. Al final se ha creado un proyecto de mayor dimensión aunque conserva el mismo espíritu inicial.” |
No,
no,
pensaba
que
iba
a
ser
más
pequeño
(sonríe
).
Cuando
empezamos
con
este
proyecto
teníamos
un
principio
dogmático
que
era
no
superar
los
cincuenta
profesionales.
Al
final
se
ha
creado
un
proyecto
de
mayor
dimensión
aunque
conserva
el
mismo
espíritu
con
el
que
lo
constituimos.
Ahora
entre
socios
y
abogados
superamos
los
doscientos
profesionales.
¿Y
siempre
como
marca
independiente,
cómo
hasta
ahora?
Nuestro
proyecto
se
vehicula
a
través
de
su
propia
identidad,
con
gran
aceptación
en
el
mercado
y no
nos
hemos
planteado
nada
diferente.
Si
realizásemos
alguna
operación
sería
no
tanto
para
crecer
sino
para
consolidar
posiciones
estables
desde
nuestra
propia
visión
del
negocio.
En
este
escenario
contemplamos
incorporar
firmas
de
menor
tamaño
sin
perder
nuestra
identidad
como
despacho.
Creo
que
nuestra
firma
tiene
un
estilo
especial
de
hacer
las
cosas
y
nos
gusta
conservarlo
a lo
largo
de
los
años.
Somos
más
despacho
que
empresa
propiamente
dicho,
así
ha
sido
la
voluntad
de
todos
los
socios.
Roca
Junyent
también
tiene
una
política
activa
de
internacionalización.
¿Qué
objetivos
pretende
lograr
con
ella?
Formamos
parte
tanto
de
la
red
internacional
Terralex,
como
de
la
Alianza,
otra
red
más
pequeña
a
nivel
europeo
formada
por
cinco
despachos
de
otros
tantos
países.
A
nivel
de
América
Latina,
lugar
donde
confluimos
con
otras
firmas
españolas,
además
de
Terralex
tenemos
un
desk
centrado
en
este
continente
que
tiene
relaciones
de
best
friends
con
firmas
legales
de
cada
país.
En
principio
creemos
que
con
lo
que
hacemos
estamos
cubiertos.
Ahora
no
tenemos
la
necesidad
de
implementar
más
actividad
ni
tengo
el
convencimiento
que
sea
prioritario.
El
derecho
sigue
siendo
local
y
prefiero
tener
un
buen
socio
en
Colombia
que
tener
que
ganarme
la
confianza
de
las
empresas
de
allí.
¿Han
disminuido
las
diferencias
de
las
firmas
españolas
con
las
anglosajonas
en
nuestro
país?
Creo
que
sí.
Los
despachos
anglosajones
tienen
clientes
de
origen
que
han
asesorado
en
España
al
igual
que
en
otros
países
del
mundo.
Lo
que
también
si
es
comentable
es
que
cuando
ha
habido
asuntos
más
complejos
han
pedido
ayuda
a
otros
despachos
españoles,
con
más
conocimientos
de
nuestra
realidad.
¿Qué
futuro
les
augura
a
los
bufetes
chinos
o
latinoamericanos
que
quieran
entrar
en
España?
No
lo
van
a
tener
fácil.
España
tiene
el
ratio
de
más
negocio
local
de
todos
los
países
de
Europa
si
uno
mira
el
ranking
de
primeros
bufetes.
Les
va a
costar
situarse
y
hacerse
un
hueco.
Otra
cosa
hubiera
sido
su
llegada
hace
veinte
años
donde
no
existían
las
estructuras
legales
de
ahora.
|