De
aquellos
incipientes
años
setenta
a
este
2015,
bien
metido
en
nuestro
siglo
XXI,
la
evolución
de
Ceca Magán
como
firma
legal
ha
ido
de
la
especialización
a la
diversidad
sin
perder
sus
señas
de
identidad.
De
aquella
boutique
que
creó
el
catedrático
Esteban
Ceca
Magán
a un
bufete
multidisciplinar
con
el
tamaño
suficiente
para
dar
respuesta
en
todas
las
jurisdicciones.
Un
bufete
muy
buscado
para
profesionales
senior
a la
hora
de
trabajar
gracias
a su
transparencia
y
apuesta
por
la
comunicación.
Hemos
conversado
con
Emilio
Gude,
abogado
y
adjunto
a
dirección
para
conocer
más
a
fondo
algunas
interioridades
de
este
bufete
español.
“Logramos
convencer
a
primeros
espadas
de
la
abogacía
para
que
se
sumaran
a
nuestro
proyecto.
Para
ello
les
convencimos
Ceca
era
una
firma
moderna,
competitiva,
con
una
gestión
eficaz,
que
hacía
un
derecho
muy
bueno
y
que
los
necesitábamos,
a
ellos,
para
terminar
nuestra
obra”,
comenta.
En
primera
persona
“Llevo
9
años
en
Ceca.
Antes
tenía
un
despacho
con
unos
socios,
cuando
decidí
cambiar
de
rumbo.
Estaba
ya
contratado
por
una
empresa
para
llevar
la
asesoría
jurídica
cuando
en
el
último
momento
apareció
Ceca.
Fue
un
flechazo
y no
lo
dude,
quería
sumarme
al
proyecto
que
tenían
en
mente.
Ejercía
mi
labor
de
abogado
en
el
Departamento
Procesal
como
tal
pero
siempre
andaba
ideando
cosas
y
metido
en
temas
de
organización.
Así
que
un
día,
Esteban
Ceca
hijo,
me
dijo
que
me
necesitaba
a su
lado
en
la
gestión
de
la
firma
y
cuando
pasa
esto
no
puedes
decir
no y
por
otro
lado
tras
20
años
de
abogado,
me
apetecía
hacer
otras
cosas.
Lo
primero
en
llegar
fue
el
proyecto
de
cambio
de
sede,
con
todo
lo
que
ello
implicaba,
de
obra,
diseño,
control,
sistemas,
traslado,
mudanzas,
operatividad…un
mundo
nuevo.
Debió
salir
bien
porque
luego
hice
lo
mismo
con
la
sede
de
Barcelona.
Mi
trabajo
consiste
en
ayudar
en
la
dirección
y
gestión
de
la
firma
a
Esteban
y
Enrique
Ceca,
junto
con
el
Director
Financiero
Ignacio
Escribano
y el
de
Desarrollo
de
Negocio,
David
Muro.
De
vez
en
cuando
me
dejan
ir
al
juzgado
para
que
no
se
me
olvide
pero
el
75%
de
mi
tiempo
está
dedicado
a la
gestión.”
Sr.
Gude,
¿qué
aspectos
destacaría
de
la
evolución
de
su
firma,
de
boutique
legal
laboral
a
despacho
generalista?
Realmente
no
nos
consideramos
generalistas,
no
nos
gusta
mucho
ese
adjetivo,
nos
basamos
en
la
evolución
de
una
firma
eminentemente
laboralista
a un
despacho
especializado
en
el
asesoramiento
jurídico
empresarial.
No
cabe
priorizar
un
aspecto.
Tienes
que
evolucionar
en
equipo
nutriéndote
de
talento,
para
lo
que
tienes
que
desarrollar
Planes
de
Carreras
y
políticas
de
mejora
en
RRHH.
Al
mismo
tiempo
debes
mejorar
en
organización
interna
diseñando
procesos
que
aligeren
la
carga
administrativa.
Nuestra
firma
ha
apostado
por
la
tecnología
y
conectividad
y al
mismo
tiempo
implementamos
la
gestión
del
conocimiento.
Hay
que
desarrollar
marca
como
firma
y de
cada
uno
de
los
abogados,
etc.,
… Es
una
evolución
integral
en
todas
las
facetas
para
poder
competir
en
el
mercado
de
una
manera
eficiente
y
muy
satisfactoria
para
los
clientes.
¿Qué
fue
lo
más
complicado
de
asumir
en
este
cambio?
Creo
que
lo
más
complicado
tuvo
que
ver
con
dos
cuestiones.
La
primera,
ya
hace
mucho,
fue
tomar
la
decisión
de
salir
de
la
zona
de
confort
(somos
una
de
las
mejores
firmas
en
Laboral)
para
lanzarnos
a
este
proyecto
estratégico
para
ser
igual
de
buenos
en
el
resto
de
áreas.
El
momento
de
la
decisión
es
el
más
complicado.
Vencer
el
vértigo.
La
otra
cuestión
más
complicada
fue
convencer
a
primeros
espadas
de
la
abogacía
para
que
se
sumaran
a
nuestro
proyecto.
Para
ello
había
que
convencerles
que
Ceca
era
una
firma
moderna,
competitiva,
con
una
gestión
eficaz,
que
hacía
un
derecho
muy
bueno
y
que
los
necesitábamos,
a
ellos,
para
terminar
nuestra
obra.
El
primero
fue
complicadísimo.
El
segundo,
algo
menos
y
cada
vez
es
menos
difícil,
porque
fácil
no
es,
que
esto
suceda.
¿Qué
lugar
ocupa
Ceca
Magán
en
el
panorama
de
la
abogacía
de
los
negocios?
Somos
una
firma
de
tamaño
medio.
No
pretendemos
convertirnos
en
un
despacho
enorme,
con
muchísimos
socios.
Tampoco
sería
posible,
lógicamente.
Creo
que
somos,
y
que
se
nos
percibe,
como
una
firma
moderna,
eficaz,
muy
enfocada
al
negocio
del
cliente
y
con
mucho
dinamismo.
A
nivel
interno,
pretendemos
y
conseguimos,
lo
digo
con
orgullo,
ser
un
sitio
en
el
que
da
gusto
trabajar.
Cuidamos
mucho
a
cada
cliente
y
hacemos
mucho
hincapié
en
la
comunicación
interna
y
externa,
gracias
a
nuestro
Departamento
de
Comunicación
y
Desarrollo
de
Negocio,
liderado
por
David
Muro.
Intentamos
contar
lo
que
hacemos
y
cómo
lo
hacemos,
y
creo
que
es
muy
buena
línea
para
que
se
nos
perciba
como
un
despacho
que
intenta
hacer
las
cosas
bien.
¿Ha
costado
a
sus
abogados
saber
que
además
de
ser
buenos
técnicos
tienen
que
ahora
tener
dotes
comerciales?
Sí,
eso
siempre
cuesta.
Hay
una
frase
que
le
oí a
Pedro
Rodríguez,
Socio
Director
de
Ontier,
que
es
muy
crack,
en
la
que
decía
que
a
nuestros
jóvenes
les
falta
la
experiencia
de
saber
lo
que
es
poner
una
placa
de
abogado
en
la
calle
Lagasca
y
tener
que
buscar
clientes.
Creo
que
el
enfoque
que
tenemos
en
las
firmas
es
erróneo.
Da
para
una
larga
exposición
del
tema
pero
creo
que
debemos
cambiar
nuestra
manera
de
entender
“lo
comercial”.
Cada
letrado
tiene
su
rol,
está
claro,
pero
al
final
son
ellos
los
que
van
a
cerrar
una
operación
o
hacer
un
cliente,
trasladándole
su
confianza,
y,
para
ello,
es
conditio
sine
qua
non,
que
tengan
habilidades
comerciales.
Ceca
Magán
ha
incorporado
a
destacados
seniors
en
sus
oficinas.
¿Qué
perfil
busca
un
despacho
como
el
suyo?
Lo
primero
y
fundamental,
buena
gente.
Es
imposible
que
en
un
proyecto
de
este
tipo
donde
la
ilusión
es
un
factor
determinante,
que
no
tengamos
un
clima
laboral
excelente.
A
partir
de
ahí,
en
lo
técnico
buscábamos,
que
creo
que
hemos
conseguido,
poder
ofrecer
en
Litigación
y
Arbitraje,
M&A,
Reestructuraciones
e
Insolvencias,
TIC,
etc,
etc…
el
mismo
nivel
de
calidad
que
ofrecíamos
en
Laboral.
Nuestros
clientes
en
Laboral
son
empresas
de
primera
línea
y
para
poder
ofrecerles
servicios
en
otras
áreas,
teníamos
que
tener
primeros
espadas
contrastados.
Los
departamentos
de
RRHH
empiezan
a
proliferar
en
los
despachos
de
abogados.
¿Que
aporta
este
tipo
de
servicio
en
un
bufete
como
este?
Todo.
Todo
en
su
terreno.
Tenemos
que
asumir,
de
una
vez,
que
dentro
de
una
estructura
empresarial
las
funciones
tienes
que
estar
claras
y
por
lo
tanto
la
responsabilidad,
también.
Los
abogados
no
podemos
meternos
a
ser
directores
de
RRHH,
ni
de
Business
Development,
ni
KM,
etc.
Para
eso
tenemos
que
tener
profesionales
que
acorde
a la
estrategia
del
Despacho
desarrollen
las
políticas
técnicas
oportunas.
Este
es
un
camino
de
no
retorno.
¿Realmente
esta
es
una
profesión
tan
dura
que
no
hay
tiempo
a
conciliar?
Si
nos
atenemos
a
como
es
el
sector,
si
lo
es.
No
hay
tiempo
para
conciliar.
Si
nos
atenemos
a lo
que
debería
ser
el
sector,
no
debería
serlo.
Creo
que
estamos
profundamente
equivocados
y
que
debemos
aplicar
métodos
y
políticas
que
permitan
conciliar
siendo
igual
de
rentables.
Y
apunto,
no
creo
que
sea
tan
difícil
y
los
beneficios
serían
multiplicadores.
Otros
sectores
lo
hacen
y no
por
ellos
dejan
de
ser
rentables
o
prestar
un
buen
servicio.
¿Qué
aporta
las
tecnologías
en
general
e
Internet
y
las
redes
sociales
en
particular
para
una
firma
como
la
suya?
La
tecnología
nos
permite
ser
más
eficaces.
Nuestro
ERP
y
gestión
documental,
así
como
la
conectividad
en
remoto
desde
cualquier
sitio,
nos
permiten
ahorrar
muchísimo
tiempo
y
mejorar
en
eficiencia.
Creo
que
como
otros
tantos
departamentos
en
los
despachos,
este
debería
ser
vital.
Las
firmas
deben
crecer
en
servicios
internos
para
que
el
abogado
sea
más
rentable.
Hay
muchas
labores
que
pueden
ser
desarrolladas
por
personas
cualificadas
para
ello
mejorando
la
eficacia
en
el
proceso.
En
cuanto
al
tema
de
RRSS,
desde
hace
años
que
en
el
despacho
se
le
da
mucha
importancia.
David
Muro
es
muy
consciente,
y
así
lo
ha
trasladado
al
equipo,
que
las
relaciones
con
los
clientes
han
cambiado,
ahora
se
comparten
contenidos,
se
traslada
información
de
calidad,
se
informa
de
los
cambios
o
hitos
conseguidos
por
el
despacho,
y la
herramienta
que
nos
proporciona
internet
a
través
de
las
RRSS
es
vital
para
poder
alcanzar
relaciones
con
nuestro
target
y
potencial
consumidor.
¿Porque
cree
que
aún
hay
tantos
abogados
que
rechazan
estar
en
redes
sociales?
Es
algo
atávico.
Creemos
que
un
abogado
es
un
profesional
muy
serio
que
debe
vivir
rodeado
de
libros
de
piel
y
que
debe
mostrarse
adusto.
Es
una
concepción
de
otro
tiempo.
Todavía
creemos
que
somos
“un
orden
sacerdotal”
que
trabajamos
una
ciencia
críptica
para
legos.
Tenemos
que
abrirnos
al
mundo,
a la
empresa,
al
negocio,
a la
sociedad.
Compartir
conocimientos,
hacer
del
derecho
algo
familiar,
cercano.
Hay
que
romper
los
temores
reverenciales
a
acudir
a un
abogado.
Cuanto
más
nos
demos
a
conocer,
mejor
concepto
tendrá
la
sociedad
de
nuestra
profesión.
Por
último,
¿realmente
los
directorios
donde
aparecen
despachos
como
el
suyo
valen
para
algo?
En
esta
vida
todo
sirve.
Por
supuesto
que
los
Directorios
sirven.
Estar
en
uno
de
prestigio
supone
que
has
pasado
unos
criterios
de
calidad
y
excelencia
que
certifican
tu
servicio.
Otra
cosa
es
si
por
estar
en
un
Directorio
consigues
más
clientes.
Bueno,
creo
que
nunca
nada
es
tan
directo.
Estar
en
ellos
ayuda,
como
el
tradicional
“boca
a
boca”,
las
RRSS,
el
posicionamiento
de
marca,
etc…
Que
un
cliente
confíe
en
ti
no
es
cuestión
de
un
solo
aspecto
sino
del
trabajo
de
muchos
en
muchas
áreas.
No son pocas las veces
en
las
que
una
empresa
se
ha
fijado
en
el
despacho
gracias
a
las
referencias
que
aportan
de
nosotros
determinados
directorios
o
rankings.
Para
nosotros
son
sellos
de
calidad
que
influyen
en
parte
a la
hora
de
que
un
posible
cliente
decida
contactar
con
un
despacho.
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