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18 de JUNIO de 2015

Eric Chin, Associate de Beaton Capital y autor del término “New Law”:
“El sector legal cambia del paradigma del profesional del derecho a un negocio legal.”

LAWYERPRESS / Hans A. Böck

Versión en inglés

Eric Chin es asociado en la consultora australiana Beaton Capital, que asesora firmas legales e nivel internacional y destaca por su experiencia en un mercado liberalizado como el australiano, que además es la puerta hacia el pacífico sur. Eric publicó hace algún tiempo en el blog de la firma un célebre artículo donde forjó el término “New Law”, para describir la “Nueva Abogacía”. Del Blog y de las aportaciones al debate se publicó más tarde un libro denominado “NewLaw New Rules”.

Eric es un asiduo escritor en las revistas más relevantes para el sector legal y conferenciante habitual en los mayores eventos sobre innovación en los despachos.

Eric, en un artículo en el Blog de Beaton Capital, Usted forjó el término “New Law” y la contraposición de “Big Law”. ¿Cómo define el concepto de “New Law” y un despacho de esta “nueva abogacía”?

Nos inspiró en la creación de éste neologismo de “New Law” la entrevista de Mark Harris, fundador de Axiom en Bloomberg Law en Julio de 2013, donde dijo que “parte del reto de innovar y de crear una nueva categoría es el hecho de que no existe vocabulario de apoyo y que aún no haya una etiqueta cómoda”. En Beaton Capital hemos acordado definir “New Law” como el modelo de negocio que es la justa antítesis de un despacho tradicional. Para decirlo en otras palabras, que diferenciamos los dos a través de una lente de modelo de negocio.

Primero tengo que explicar que “Big Law” (la abogacía tradicional) no trata de las grandes firmas del sector legal. Es más bien una descripción del modelo de negocio empleado actualmente por la mayoría de los despachos. En el modelo de negocio tradicional los abogados juegan un papel muy amplio en obtener contratos (a través de la promoción de su marca personal), trabajando en asuntos (concentrarse en la excelencia legal o técnica requiere de talento muy bueno que causa unos altos costes fijos) y en dirigir el despacho (sólo abogados pueden ser socios y participar en el beneficio).

Al contrario, el modelo de negocio de despachos “New Law” (o nueva abogacía) establece la eficaz división del trabajo, donde el personal de ventas se encarga de ganar nuevo trabajo (hay que apuntar aquí que los despachos de New Law no llevan el apellido de su fundador). Mientras los abogados hacen su trabajo en base de contratos flexibles, causando costes sólo cuando producen. Despachos “New Law” suelen ser corporaciones con accionistas que no son abogados y que aportan perspectivas muy diversas.

Aunque la “nueva abogacía” es un tema emergente con muchas formas que se están creando, hemos visto cuatro categorías de despachos “New Law”:

1.      Proveedores dispersos de talento legal como Axiom, Conduit, AdventBalance, Bespoke Law, Keystone Law, Riverview Law, Plexus y Hive Legal

2.      Firmas para el outsourcing de procesos como Elevate Services, Exigent, Pangea3, CPA Global y Integrion

3.      Proveedores de documentos legales como LegalZoom, Rocket Lawyer y LawPath

4.      Proveedores de inteligencia artificial como Judicata, Ravel, Lex Machina y ROSS.

Muchas firmas del “Big Law” han leído su artículo y el e-book de George Beaton. ¿Han reaccionado de alguna forma?

Hemos visto diferentes respuestas de los despachos tradicionales. Una de las respuestas más sonadas es de Peter Kalis of K&L Gates (aquí encuentra su respuesta). Desde mi punto de vista, con más de seis años de experiencia en el sector legal, he visto que los debates de las salas de juntas de dirección han cambiado de consolidación, globalización (con la creación de Dentons, Hogan Lovells, Norton Rose Fulbright, etc), en Asia (con Mallesons Stephen Jaques convirtiéndose en  King & Wood Mallesons), el auge de los directores de las asesorías jurídicas de las empresas (con los clientes demostrando la fuerza del comprador sobre los despachos) y ahora la innovación disruptiva con las firmas de “New Law”.

Los dirigentes de despachos y los general counsel tienen mucha curiosidad por lo que va ocurrir con el surgimiento de firmas de “nueva abogacía”. Nos han invitado a conferencias para arrojar luz sobre las amplias partnership en materia de tendencias que envuelven la profesión. El socio director de un despacho con facturación más allá de mil millones, nos dijo que el mayor reto para los despachos y sus dirigentes es como meter el mundo de fuera dentro de las firmas, viendo que están haciendo los competidores y cómo cambian los clientes. Nosotros en Beaton Capital como estudiosos de la profesión somos esta voz independiente en ésta materia.

Hay unos cuantos despachos que han adoptado el modelo de negocio de la “New Law” de forma consecuente en su estructura y en su forma de ofrecer sus servicios. ¿Qué despachos nos podría recomendar como modelos?

Es verdad que hemos visto surgir de forma notable el modelo de “nueva abogacía” que prestan servicios a los clientes muy sofisticados de las firmas tradicionales.

Hemos visto el modelo gestión de talento de Lawyers on Demand de Berwin Leighton Paisner como un paso muy temprano allá por 2007, después Eversheds Agile de Eversheds en 2011. En 2013, Pinsent Masons lanzó Vario, al que siguió Allen & Overy’s Peerpoint. Hace poco Simmons & Simons lanzó Adaptive mientras en Australia Corrs Chambers Westgarth promovió Orbit y Addleshaw Goddard también está a punto de lanzar su propia firma.

Hemos visto como los despachos han creado sus servicios de outsourcing, tanto onshore como offshore con Manchester como centro nacional y Belfast y Glasgow como destinos en el extranjero para las firmas del Reino Unido.

Es difícil indicar una firma en concreto que sea “el” modelo. Creemos que los despachos del futuro formaran sus equipos combinado el modelo tradicional con las nuevas formas de selección tipo Lawyer on Demand, y oficinas de outsourcing, que cumplirán con las demandas de servicios y exigencias de presupuesto de sus clientes.

New Law también se define por nuevas formas de facturación, las AFAs, alternative fee arrangements, o incluso por precios fijos. ¿Presionan los clientes suficientemente para conseguir precios fijos y transparencia en las facturas?

Como consecuencia de la gran crisis financiera las grandes corporaciones han analizado minuciosamente todos sus gastos, incluido el departamento jurídico que era tradicionalmente una vaca sagrada. El cambio hacía un mercado dominado por el cliente en el sector legal se hace muy evidente en materia de precios. Los clientes ponen en valor su poder de compra y negocian mejores condiciones y mayor transparencia.

Eso nos trajo dos reacciones del mercado. Las firmas tradicionales sólo se adaptaron a exigencias de sus clientes, y en segundo lugar la mayor oferta a través de despachos de “New Law” como alternativa viable para los departamentos jurídicos de las empresas.

De la experiencia de nuestro trabajo en el sector, tanto con firmas grandes y pequeñas, podemos fijar dos categorías principales de clientes: primero los compradores grandes y muy sofisticados y los compradores que necesitan servicios de gran volumen, pero recurrentes. Estos últimos son los que lideran el cambio en el sector de los servicios legales al probar formas diferentes (incluidos los servicios de firmas de “nueva abogacía”) para cubrir su demanda de trabajo legal. La segunda categoría son organizaciones bastante más pequeñas o incluso personas físicas que generalmente aceptan los precios establecidos y suelen tener menos poder de compra para exigir precios fijos o transparentes.

Dentro del modelo de “New Law” se contempla alternativas de financiación de los despachos. Ya hemos visto algunas firmas legales cotizando en bolsa. ¿Ve usted una tendencia con perspectiva o es un intento desesperado de mantener la competividad?

El acceso a una financiación alternativa es un cambio monumental en el sector de los servicios legales. Eso empezó en Australia en 2007 con Slater & Gordon como la primera firma de procesalistas en la bolsa y que alimentó su crecimiento para convertirse en la mayor firma procesalista en Australia y ahora también en el Reino Unido. También hemos visto salidas a bolsa de otras firmas de éstas características, como Shine Lawyers o de firmas especializadas en propiedad intelectual como Spruson & Ferguson. El acceso a capital permite a los despachos la inversión en tecnología, procesos y en crecimiento por medio de adquisiciones.

Para nosotros la salida a bolsa es un proceso de evolución natural del sector legal que cambia del paradigma del profesional del derecho a un negocio legal.

El desarrollo tecnológico parece acelerar estos cambios en el sector. ¿Qué aspecto tendrá un despacho de abogados dentro de diez años?

El desarrollo tecnológico y la innovación han servido como aceleradores de cambio en éste sector tan basado en el conocimiento. Hemos vivido el outsourcing de la tecnología de la información de los años 80, después el outsourcing de los procesos empresariales en los 90, al que siguió el outsourcing de los procesos de conocimiento del final del siglo, que ha provocado la erupción de las firmas de outsourcing de procesos como Elevate Services, Exigent, Pangea3, CPA Global and Integrion. En la primera decena del siglo vemos la tendencia del crowdsourcing como Axiom y otros de su clase que se convierten en una corriente general. Nosotros creemos que los años 20 se diferenciaran por el surgir de la inteligencia artificial en la arena legal. Después de su éxito en el sector de la sanidad, Watson de IBM esta introduciéndose en otros sectores, incluido en el sector legal.

Mi compañero Dr. George Beaton publicará en 2016 otro libro que vaticina que los despachos tendrán en 2025 varios modelos de negocios diferentes en contraste al modelo monolítico que vemos ahora.

La liberalización en Australia y en el Reino Unido también ha forzado los cambios. ¿Qué opina sobre esta liberalización de la profesión y cree que puede ser una tendencia también para otros mercados como el europeo?

La liberalización ha sido el caldo de cultivo para la innovación del mercado legal. Por ejemplo, Kent County Council’s Kent Legal Services, fundado por Geoff Wild como empresa diferenciada de servicios legales vende sus servicios a más de 300 organismos públicos en todo el Reino Unido.

También vemos el debate que se ha desatado en Canadá sobre la liberalización y el permiso de operar a alternativas estructuras de negocios, los ABS, (alternative business structures).

En gran parte de Europa las firmas de auditorías pueden operar en partnerships multidisciplinares (MDP), mientras la fórmula de ABS en el Reino Unido les ha permitido volver a introducirse en el mercado, como muestran PwC, EY y KPMG, que ya han adquirido licencias alternativas. Hasta que nosotros sepamos, el Consejo de Colegios y las instituciones de la abogacía europea han estudiado la introducción de formulas como los ABS ya en 2009, pero han decidido no seguir el camino, por el delicado equilibrio existente entre los intereses económicos y no-económicos.

Tanto el desarrollo en Australia como en el Reino Unido deberían ser puntos de referencia para el resto de Europa en el futuro y será muy interesante ver como avanza Canadá en su actual investigación.

Como consultor de despachos, ¿donde encuentra las mayores resistencias frente al cambio? ¿El modelo de partnership es adecuado para nuestro mundo moderno y dinámico?

La gestión del cambio es un reto universal para cualquier empresa, aunque sea más pronunciado en un entorno de una partnership. Este modelo aporta lo mejor de ambos mundos, crea una fuerte convergencia entre propietarios, gestores y operadores, a través de socios que lideran equipos.

El reto son las fuerzas conservadoras en los partnership que dificultan el cambio cuando se requiere consenso. Dominic Barton the Global Managing Director of McKinsey & Company, que proviene de una sector igualmente basado en el conocimiento, apunta que la disrupción de una firma requiere de un liderazgo firme para embarcar en este viaje a los “anticuerpos” corporativos que habitualmente desvanecen nuevas y no tan tradicionales ideas de rentabilidad. Este es el mismo reto que tienen los líderes de despachos en la gestión del cambio en un entorno de partnerships.

 

 

 
 
 

 

 
 
 
 
 
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