“Queremos
formar
que
tengan
empatía
con
la
sociedad,
que
conozcan
la
sociedad.
Esto
hace
que
nuestra
entidad
esté
siempre
en
constante
cambio
adaptando
sus
programas
a
las
nuevas
realidades”,
es
el
comentario
que
nos
hace
la
magistrada
Gema
Espinosa,
directora
de
la
Escuela
Judicial
en
Barcelona
desde
hace
dos
años.
Precisamente
ahora,
este
jueves,
jurarán
su
cargo
y
tomarán
su
despacho
como
jueces
delante
de
S.M
Felipe
VI
los
35
magistrados
de
la
65
promoción,
jóvenes
profesionales
de
entre
26 y
28
años
que
han
superado,
primero
una
dura
oposición
y
luego
dos
años
de
formación
intensa,
teórica-práctica
en
esta
entidad.
“Es
una
satisfacción
que
una
entidad
como
ESADE
dedicara
el
premio
Aptissimi
a
esta
entidad,
confiesa
Espinosa.
“Nos
ayuda
a
seguir
trabajando
como
órgano
técnico
de
selección
y
formación
del
CGPJ
para
próximas
promociones”,
apunta.
Sra.
Espinosa,
¿qué
rasgos
definen
a
esta
65
promoción
de
jueces
que
van
a
jurar
sus
cargos
ante
su
Majestad,
Felipe
VI?
Hablamos
de
25
mujeres
y 10
hombres
con
edades
entre
26 y
28
años
aproximadamente
que
en
su
día
pasaron
la
oposición
correspondiente
y
han
estado
dos
años
formándose
en
esta
Escuela
Judicial.
Arrancaron
aquí
en
noviembre
del
2013
hasta
junio
del
2014
para
luego
realizar
una
seria
de
prácticas
tuteladas
en
Juzgados
y
Tribunales
para,
posteriormente
una
fase
de
sustituciones
en
algunos
juzgados.
Así
se
les
nombra
como
jueces
sustitutos.
Entiendo
que
ya
están
operativos
para
ejercer
como
jueces
en
el
destino
que
les
toque.
Así
es,
es
la
primera
promoción
tras
la
reforma
de
la
LOPJ
que
antes
de
jurar
como
jueces
titulares
y
recibir
sus
despachos,
lo
que
harán
como
jueces,
han
estado
ya
actuando
como
jueces
sustitutos
y no
solo
como
alumnos
acompañados
de
un
tutor,
que
solían
hacer
otras
promociones.
Ya
han
estado
ejerciendo
la
jurisdicción,
por
vez
primera.
Entonces,
solo
les
queda
ir
al
destino
que
les
corresponde.
Ya
tienen
ese
destino.
La
mayor
parte
de
ellos
tienen
que
ver
con
la
comunidad
autónoma
de
Madrid,
algunos
en
Barcelona
y en
otros
lugares
de
nuestra
geografía.
En
función
de
la
media
calculada
entre
la
nota
de
la
oposición
y de
la
estancia
en
esta
Escuela
pueden
elegir
el
destino
de
los
que
hay
operativos
en
función
de
la
mejor
nota
que
tengan.
En
función
de
las
plazas
existentes
y
sus
calificaciones
tendrán
uno
u
otro
destino.
Se
forma
un
escalafón
con
las
puntuaciones
que
tienen
de
cara
a
que
los
primeros
puedan
elegir
ese
destino
profesional.
¿Han
cambiado
mucho
los
programas
formativos
de
esta
Escuela
Judicial?
Se
ha
ido
adaptando
al
mundo
que
nos
rodea.
La
formación
de
la
Escuela
Judicial
no
es
sólo
jurídica
sino
que
se
desarrollan
actividades
que
complementan
la
labor
del
futuro
juez.
El
juez
no
solo
debe
conocer
el
derecho
sino
saber
aplicarlo.
Debe
conocer
todos
los
instrumentos
que
están
a su
disposición;
instrumentos
informáticos
o
contar
con
los
colaboradores
habituales
de
la
justicia:
policía
judicial,
médicos
forenses
o
secretarios
judiciales
o el
propio
personal
de
la
Oficina
Judicial.
También
se
le
forma
en
idiomas
y en
el
derecho
de
las
CCAA
de
nuestro
país,
así
como
formación
internacional
con
jueces
y
magistrados
de
otros
países.
Creo
que
al
final
la
formación
inicial
de
los
futuros
jueces
es
muy
completa.
Ahora
no
basta
con
conocer
la
parte
técnica
del
derecho,
hay
que
tener
otras
habilidades.
Los
alumnos
que
entran
en
la
Escuela
Judicial
tienen
unos
conocimientos
técnicos
magníficos.
Han
superado
una
oposición
que
la
media
supone
cuatro
años
de
estudio.
En
el
primer
año
de
estancia
en
nuestra
entidad
se
les
da
una
formación
práctica,
donde
ya
se
trabajan
con
casos
reales.
Revisan
expedientes
reales,
acuden
a
centros
penitenciarios
o
médicos
donde
se
hacen
trasplantes.
Mantienen
relaciones
con
abogados
o
procuradores
para
que
vayan
conociendo
el
entorno
ene
l
que
se
van
a
desenvolver.
De
esa
oposición
para
ser
juez,
¿cree
que
ha
llegado
el
momento
de
cambiarla?
Bueno
ya
se
ha
ido
modificando.
Ya
no
es
solo
memorística,
se
pretende
que
con
el
estudio
conozcan
el
Derecho
y
que
sepan
lo
que
están
estudiando.
Sí
es
cierto
que
en
la
oposición
hay
que
exponer
unos
temas
pero
antes
la
primera
prueba
es
la
de
un
test
con
100
preguntas
para
ver
el
razonamiento
del
futuro
juez.
Hay
que
darse
cuenta
que
anualmente
unos
4.000
profesionales
realizan
estas
oposiciones
y en
esta
promoción
aprobaron
únicamente
50
personas.
25
acudieron
a la
Escuela
Judicial
y el
resto
al
Centro
de
Estudios
Jurídicos
por
ser
fiscales.
Es
una
selección
muy
fuerte,
en
la
primera
prueba
ya
se
hace
una
criba
importante
y
luego
las
pruebas
orales
son
complicadas.
Anualmente
se
adaptan
estos
temas
en
su
teoría
y
luego
los
futuros
jueces
desarrollan
el
resto
de
la
formación
en
la
Escuela
Judicial.
Queremos
formar
que
tengan
empatía
con
la
sociedad,
que
conozcan
la
sociedad.
Esto
hace
que
nuestra
entidad
esté
siempre
en
constante
cambio
adaptando
sus
programas
a
las
nuevas
realidades.
En
nuestra
sociedad
está
abierta
la
polémica
sobre
el
número
de
jueces
que
necesitamos
para
que
nuestra
justicia
vaya
mejor.
¿Qué
opina
usted
de
este
debate?
Como
Directora
de
la
Escuela
Judicial
no
tengo
competencia
en
esta
materia
y
prefiero
no
opinar
sobre
este
asunto.
Nos
dedicamos
a
formar
a
los
futuros
jueces
y
preferimos
no
entrar
en
este
debate.
¿Qué
es
lo
más
complicado
que
tienen
que
aprender
estos
futuros
magistrados
en
la
propia
Escuela
Judicial?
No
es
fácil
contestar
a
esa
pregunta.
Cada
año
hay
novedades
a
nivel
formativo
y no
sabría
concretarle
esa
respuesta.
Este
año
hemos
introducido,
por
vez
primera
y en
una
semana,
la
especialidad
de
contencioso
administrativo,
materia
que
en
la
oposición
su
presencia
es
escasa,
apenas
unos
quince
temas.
Quizá
esta
materia
les
haya
costado
un
poco
más
que
otros
asuntos
similares.
Y
materias
como
el
arbitraje
o la
mediación
las
ven
en
estos
programas
formativos.
Tocan
mediación,
cooperación
internacional,
protección
de
la
víctima,
novedades
últimas
sobre
el
derecho
de
daños,
derechos
humanos,
hablamos
de
una
formación
que
está
muy
actualizada
con
el
entorno
que
les
rodea.
La
formación
de
los
jueces
tiene
una
parte
inicial
en
Barcelona
y en
formación
contínua
en
Madrid.
Es
cierto,
la
selección
y la
formación
inicial
se
hace
en
Barcelona
y
ahora
también
parte
de
la
formación
contínua
que
antes
se
hacía
toda
en
Madrid.
Ahora
funciona
la
Escuela
de
Verano
que
tiene
lugar
en
Galicia,
hay
formación
durante
todo
el
año.
Parte
de
esa
formación,
habrá
sido
ocupada
por
la
reforma
del
Código
Penal,
una
reforma
polémica
y
amplia.
Se
ha
puesto
en
marcha
actividades
formativas
en
los
planes
de
formación
continua
y en
esta
Escuela
Judicial
hemos
trabajado
todo
el
año
con
el
último
proyecto
de
ley
que
luego
se
aprobó
en
el
Parlamento
para
que
los
alumnos
conocieran
los
numerosos
cambios
que
se
introducen.
De
la
profesionalización
de
la
carrera
se
ha
hablado
mucho.
Otro
debate
abierto,
jueces
de
carrera,
jueces
sustitutos…
La
carrera
judicial
debe
estar
servida
por
jueces
y
magistrados
de
carrera.
Esto
es
lo
que
se
debe
exigir
como
garantía
de
su
formación.
Igual
pasa
cuando
vas
al
médico
que
buscas
que
te
atienda
un
especialista
con
formación
acreditada.
Es
cierto
que
puede
haber
jueces
sustitutos
que
hagan
muy
bien
su
trabajo
pero
lo
fundamental
es
que
jueces,
magistrados
y
fiscales
pasen
por
esta
formación
que
le
describo.
Desde
fuera,
da
la
sensación
que
el
número
de
jueces
sigue
siendo
muy
corto.
Surgen
las
sustituciones
entre
magistrados
titulares
o se
siguen
llamando
a
los
jueces
sustitutos.
Es
complicado
crear
más
plazas.
La
convocatoria
de
las
mismas
se
encuentra
en
la
Ley
de
Presupuestos
Generales
del
Estado,
ahí
para
este
año
ya
se
ha
contemplado
65
jueces
y 35
fiscales.
Siempre
hay
que
fijarse
en
ellos
para
saber
cuántos
nuevos
jueces
vamos
a
tener.
Para
el
año
que
viene
estaremos
pendientes
también
de
los
citados
Presupuestos
Generales. |